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La TRANSICION Española se diseño en la sede central de la CIA

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la CIA interviene en la instalación de las bases militares estadounidenses en nuestro suelo, la transición del franquismo a la Monarquía, el golpe de Estado del 23-F o la definitiva integración del Estado español en la estructura de la OTAN”.

La "democracia" despues de la muerte de Franco no era una opcion lograda por el "pueblo", era una obligacion impuesta desde Washington (la misma obligacion en Portugal , Grecia, ....el paquete incluye claro esta la OTAN.


Antonio Garcia Trevijano nos lo cuenta:
http://youtu.be/OckSvskun7k  año 1993

"La CIA apadrinó al socialista Felipe González" y este es ahora "asesor de Capriles" (corrupto de Venezuela)  entre otros

FELIPE GONZALEZ JEFE DEL PSOE, COMO QUE SIGUEN LOS PASOS DEL PP, LA ÚNICA DIFERENCIA ES QUE ESTA ASESORANDO A LOS CORRUPTOS DE VENEZUELA, ENTERESE DE LOS FINANCIAMIENTOS IDEADOS POR URIBE Y FELIPE GONZALEZ, LA FOTO EN LA ULTIMA REUNION EN BOGOTA COLOMBIA EN EL MES - See more at: http://epoliticainternacional.blogspot.com.es/2013/02/sepa-quien-financio-la-campana.html#sthash.oFKsrEvi.dpuf
En su libro "La CIA en España, el periodista de investigación Alfredo Grimaldos asegura que el arribo al poder del socialista Felipe González como presidente del Gobierno español en 1982, fue en realidad la alternativa "diseñada y controlada" por la CIA para mantener la tutela sobre España.

El libro de Grimaldos, publicado en el 2006, afirma que el actual Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue un partido que no surgió de una verdadera base social, sino que fue recreado, moldeado y financiado por la CIA norteamericana" a través de fundaciones del Partido Socialdemócrata de Willy Brandt de la República Federal Alemana: 
"Los servicios secretos norteamericanos y la socialdemocracia alemana se turnan celosamente en la dirección de la Transición española , con dos objetivos: impedir una revolución tras la muerte de Franco y aniquilar a la izquierda comunista. 

Este fino trabajo de construir un partido "de izquierdas" para impedir precisamente que la izquierda se haga con el poder en España, es obra de la CIA, en colaboración con la Internacional Socialista". (Puede leerse aquí el capítulo La CIA y la refundación del PSOE).


La relacion entre la CIA y el PSOE:  mas en link:
http://es.scribd.com/doc/21982417/CIA-y-PSOE
Alfredo Grimaldos ha publicado un nuevo libro: "Claves de la transición 1973-1986 para adultos" (Editorial Península). 
Su libro inicia con la frase siguente: "El franquismo no es una dictadura que finaliza con el dictador, sino una estructura de poder específica que integra a la nueva monarquía".
En entrevista publicada por el periódico Público.es, Grimaldos responde una pregunta sobre: ¿Hasta qué punto la CIA tutela la Transición?
"Cuando Nixon llega a España en 1970 se encuentra con un Franco muy mayor. Nixon se vuelve preocupado. Para ellos era muy importante mantener la Península Ibérica en su sistema de alianzas. Entonces, le dice a Vernon Walters, su hombre de confianza, que venga a España para ver qué va a suceder después la muerte del dictador. Franco se dio cuenta enseguida de qué pasaba y le dijo a Walters que está todo atado y bien atado, que el Ejército se pondrá de parte de Juan Carlos I y que su principal monumento no es el Valle de los Caídos sino la clase media española que hará de colchón para impedir una revolución".
Grimaldos hace pedazos la imagen oficial que se ha tenido de la Transición en España, señalada constantemente como referente ejemplar del paso de una dictadura hacia la madurez de la vida democrática y en ese contexto, el papel desempeñado por aquel joven luchador, inteligente,carismático, elocuente, a quien el diario Pravda, siendo todavía órgano del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, llenará de elogios en la parte final de los 80 por su "flexibilidad y pragmatismo".
Resulta entonces que ese "faro de luz" llamado Transición ...
¿Fue construido sobre la falsificación y el engaño? 
Dice así el testimonio, del general Manuel Fernández Monzón, enlace de los servicios secretos del franquista Luis Carrero Blanco con la CIA: 
"No es verdad lo que se ha dicho de la Transición. 
Como eso de que el rey fue el motor. Ni Suárez ni él fueron motores de nada, sólo piezas importantes de un plan concebido al otro lado del Atlántico. 
Todo estuvo diseñado por la Secretaría de Estado y la CIA".  
Recientemente el ex candidato presidencial venezolano y gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, informó a través de su cuenta de Twitter que se reunió en Bogotá, Colombia, con el ex presidente del gobierno español Felipe González, quien fuera "íntimo amigo" del ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez y promotor de políticas neoliberales en España y en América Latina.
Entrevistado por una estación radiofónica del Uruguay, el analista James Petras respondió así a una pregunta sobre si Felipe González está asesorando a Henrique Capriles:
"Felipe González trabajaba con Álvaro Uribe, el asesino, narco-presidente de Colombia. Felipe González apoyaba los grupos pro escuadrones de muerte de Centroamérica, cuando estuve en España y Grecia, pude ver como los partidos derechistas de El Salvador y Guatemala recibían el apoyo de Felipe González. 
Entonces, el hecho de que esté con Capriles no me sorprende porque Felipe González no está vendido, es alquilado. Cualquier gobernante o dirigente de la derecha puede contratarlo por una cuota. 
Se necesitan por lo menos 300.000 dólares para recibir los ‘consejos’ de Felipe González. No es simplemente un reaccionario, sino que además es uno de los más corruptos e inmorales, en toda la historia de la política socialdemócrata europea".

Introducción

Los hombres de la CIA (Central Intelligence Agency)

Están detrás de casi todos los principales acontecimientos políticos y militares de nuestra historia reciente. La sede central de la Agencia, en Langley,
tiene poco que ver con el edificio donde entra y sale a su antojo
Faye Dunaway en la película Los tres días del Cóndor. 

Es un gigantesco bunker desde donde se han diseñado cientos de operaciones desarrolladas en España por los servicios de inteligencianorteamericanos desde la posguerra mundial hasta hoy.
Las recientes escalas en aeropuertos españoles de aviones de la CIA, con prisioneros que son trasladados a centros de tortura distribuidos por varios países de la órbita norteamericana, constituyen sólo un eslabón más de la cadena de actuaciones clandestinas que la Agencia inició en nuestro país durante la Guerra Fría.
La sólida infraestructura que hoy permite continuar trabajando a sus hombres aquí comenzó a construirse a principios de los años cuarenta.

La CIA interviene en la instalación de las bases militares estadounidenses en
nuestro suelo, la transición del franquismo a la Monarquía, el golpe de Estado del 23F o la definitiva integración del Estado español en la estructura de la OTAN.
La permanencia de la dictadura franquista, durante casi cuatro décadas, y la evolución controlada hacia un sistema parlamentario están condicionadas por la actividad de los espías norteamericanos.

En esa oscura tarea de mover los hilos desde la sombra colaboran con los
servicios estadounidenses miembros del Ejército español, destacados políticos y diplomáticos, empresarios, hombres de la banca y personajes del mundo de la cultura y el periodismo. La mayor parte de los colaboradores de la
CIA tienen poco que ver con la imagen tópica, peliculera y novelesca de los espías: son individuos «normales», perfectamente integrados en su entorno social. Muy distintos son los oficiales de operaciones, situados en los puntos neurálgicos de la red.

En España, durante todo este tiempo, han dirigido el espionaje norteamericano curtidos oficiales de la Agencia, expertos en acciones encubiertas, como los sucesivos jefes de la estación de la CIA en
Madrid, situada en la embajada de la madrileña calle de Serrano, Robert E. Gahagen, Néstor Sánchez, Ronald Edward Estes, Richard Kinsman o Leonard Therry. Todos ellos arrastran ya un largo historial operativo cuando llegan aquí. Han desarrollado la mayor parte de sus carreras en Latinoamérica y su biografía profesional está marcada por unasucesión de golpes de Estado y de operaciones desestabilizadoras en Bolivia, Brasil, Uruguay...


LOS CONTACTOS DE FELIPE GONZÁLEZ CON DAVID ROCKEFELLER

Felipe González, el hombre de la CIA que llegó a la presidencia de España gracias al amañado congreso de Suresnes, donde nació el psoe renovado.
Texto extraído del Libro La CIA y la refundación del Psoe, de Alfredo Grimaldos; merece la pena para darse cuenta de como las élites usan las ideologías mas “sociales” para perpetuar el engaño. Y el CFR (COUNCIL AND FOREIGN RELATIONS - organización perteneciente a grupos como Bilderberg) y como esos encuentros catapultaron su carrera politica, muy elocuente :

En noviembre de 1977, Felipe González viajaba a los Estados Unidos para visitar la sede del CFR, donde el líder socialista pronunció una conferencia que, de acuerdo con los hábitos de ese organismo, fue seguida del correspondiente coloquio-interrogatorio, cuyos resultados debieron ser plenamente satisfactorios para los cancerberos del Gran Capital a juzgar por la ulterior trayectoria política de su invitado.
 Acto seguido el futuro presidente acudió a una cena organizada por otro feudo del Establishment, el Carnegie Endowment for International Peace, donde también puso de manifiesto que estaba en condiciones de satisfacer las expectativas de sus distinguidos anfitriones. La primera romería a la meca plutocrática, que concluyó con una visita a David Rockefeller, no pudo ser, por tanto, más satisfactoria para ambas partes, y de ella regresó ‘Isidoro’ el revolucionario con el placer de los patrones y una pequeña donación de doce millones de dólares para las arcas del partido.

Mientras tanto, el profesor Tierno Galván multiplicaba sus esfuerzos para recabar el apoyo de personalidades influyentes (Brandt, Schell, Hoffman) que le permitieran ingresar en la Comisión Trilateral, cosa que no logró debido a que sus gestiones en ese sentido fueron sistemáticamente saboteadas por Felipe González, quien por aquellas fechas estimaba inconveniente para la buena imagen del PSOE el ingreso de uno de sus dirigentes en esa entidad. Tales remilgos no tardarían mucho en disiparse, y en 1985 el presidente de la Compañía Telefónica y militante del PSOE, Luis Solana, ingresaba en la Trilateral, siendo seguido un año después por Julio Feo, entonces fontanero mayor de la Presidencia del Gobierno y miembro en la actualidad del Comité Ejecutivo de la sección europea de dicha organización plutocrática.

En diciembre de 1982, con el sonado triunfo electoral del PSOE aún caliente, Alfonso Guerra asistía a una reunión convocada por el European Management Forum, un organismo en la órbita de Davos. Allí manifestaría públicamente la disposición del Gobierno socialista a colaborar con las empresas multinacionales “por la confianza en el futuro de España que han demostrado en los tiempos difíciles”.

Una vez en el poder, los contactos socialistas con los centros de dominio plutocrático se prodigaron aún más. En abril de 1983, David Rockefeller giraba una visita a España de regreso de una cumbre de la Comisión Trilateral, siendo recibido en la Moncloa por González y Boyer, dada su condición de “miembro de primera fila del mundo económico internacional”, según palabras del comunicado emitido al respecto por el Gabinete de Prensa de la Presidencia.
En el curso de esa importante gira la delegación española se entrevistó con las más altas instancias politicas y económicas estadounidenses, actuando David Rockefeller como introductor de González en la entidad más representativa del capitalismo nortemericano, la Century Association.

En aquel viaje se ultimaron, entre otras cosas, los últimos retoques y el visto bueno definitivo del Gran Capital al proyecto económico socialista, todo ello dentro del mejor ambiente, dada la disposición del presidente español, reiteradamente expresada por éste, de “fomentar ante todo la inversión del capital extranjero en España como la mejor vía para su desarrollo económico”.

Tras aquella visita crucial, de la que el órgano oficial del PSOE no se dio por enterado, resulta perfectamente lógico que otros viajes más discretos pasasen desapercibidos. Así, en septiembre de 1983, Fernado Morán acudía a la sede del CFR para contrastar con ese organismo la política exterior del Gobierno socialista, viaje que repetiría exactamente un año después. Durante los años sucesivos habrían de prodigarse las visitas al CFR y a otros foros mundialistas de los dos principales asesores de González, Roberto Dorado y Juan Antonio Yáñez, que de esa forma le mantenían al corriente de los últimos designios trazados por los árbitros de la economía y la política internacional

Tl libro nos habla tambien sobre la inmunidad que posee la agencia de inteligencia, como revelaron los mas recientes más de 100 vuelos ilegales en territorio español.
Además, su presencia se mantiene.
Grimaldos nos aporta los nombres de los políticos, periodistas, banqueros y empresarios que han estado y siguen estando al servicio de la agencia de Washington en España.



El autor ofrece la trayectoria y perfil de los agentes más destacados en la península desde la Segunda Guerra Mundial, los datos de sus hombres de confianza en el franquismo, en la transición, en el partido socialista, en la derecha e incluso en la izquierda.
Tambien repasa las principales operaciones de la CIA que han ayudado a modular nuestra historia y llevarnos a la situación actual:
El apuntalamiento del franquismo tras el final de la guerra mundial a cambio de convertir España en una zona de libre circulación para la CIA, la Operación Lolita para colocar a Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco, los preparativos militares previos al 23-F, la toma del control del PSOE en Suresnes en 1974 o la disposición diligente del PNV como tontos útiles al servicio de la agencia para combatir el comunismo en España durante el franquismo.
Este trabajo es demoledor porque desmantela muchos de los tópicos interesados que se mantienen en la sociedad española, como la animadversión entre el franquismo y los gobiernos estadounidenses.
Algo totalmente falso, la CIA fue fundamental en el apoyo al régimen franquista y la cesión de soberanía hacia la agencia por parte de la dictadura española fue absoluta:
“Los militares norteamericanos empieza a ganar adeptos en las filas del Ejército español, cada vez más colonizado, y los hombres de la CIA financian, sin ningún recato, a los propios servicios de información de Franco, para tenerlos completamente bajo sus órdenes. (…)
Ambos tienen el mismo enemigo: el comunismo ateo”. También podemos saber a través de esta obra, el papel español en la red Gladio(terrorismo de estado), el plan creado por la CIA para evitar que en los países de la Europa Occidental, la izquierda llegara al poder democráticamente, en especial en Italia.
Y los vínculos de esa red con la guerra sucia contra ETA, y la complicidad de los gobiernos de UCD y de Felipe González.
Descubrimos sorpresas como el papel de la CIA para promover a Manuel Fraga en la transición española como la figura liberal que necesita el país en ese momento o la intervención de EEUU para lograr que Marruecos se adueñe del Sahara mediante la “Marcha Verde” con la complicidad del entonces príncipe Juan Carlos.
Otro capítulo espectacular es el titulado “Isidoro y Mister Pec”.
En él se desvela el apoyo activo de Carrero Blanco a Felipe González y su equipo para viajar al congreso de su partido en Suresnes y la preparación conjunta de ese congreso con los servicios secretos de Carrero (SECED) con el objetivo de permitir el desarrollo del PSOE como estrategia para ahogar al comunismo del PCE:
“Los servicios secretos norteamericanos y la socialdemocracia alemana se turnan celosamente en la dirección de la Transición española con dos objetivos: impedir una revolución tras la muerte de Franco y aniquilar a la izquierda comunista.
Este fino trabajo de construir un partido de izquierdas, para impedir precisamente que la izquierda se haga con el poder en España, es obra de la CIA, en colaboración con la Internacional Socialista”.
la CIA creo la transicion tanto en España como en Portugal, y algunos "ACTORES" principales que colocó y apoyó $ en este evento "teatral":
En Portugal uno de tantos emisarios de la CIA era Mario Soares..
En España Felipe Gonzalez, Enrique Mugica, Jorge Semprun, Mariano Rubio, javier Solana...y tantos mas...
El PSOE es un Partido histórico, pero durante las cuatro décadas que duró el franquismo desapareció de la faz del Estado Español.
Sin embargo, los servicios de inteligencia de los EEUU, habían previsto y preparado su "refundación" mucho tiempo antes de que se produjera la muerte del dictador.
¿A qué intereses obedeció la resurrección "*asistida*" de esta organización?
¿Cúal fue la factura que hubo que pagar a norteamericanos y alemanes por los *"servicios prestados*" ? http://www.canarias-semanal.com/CIA.pdf
En otro capítulo magistral donde se relata con detalle y profusión de datos, fechas y nombres el asalto al viejo partido socialista por quienes tendrían como misión cumplir las órdenes de la CIA en España, alguna de ellas varios años después, como la entrada en la OTAN e incluso ponerse al frente de ella.
Basta con saber el detalle de que en la década de los ochenta había en España unos mil quinientos hombres vinculados a la agencia, entre colaboradores habituales y ocasionales, además de los elementos incrustados en las instituciones oficiales o privadas.
No olvida tampoco Alfredo Grimaldos otro capítulo de la historia de España donde el protagonismo de la CIA es importante, el 23-F, un “golpe de Estado que cuenta con el visto bueno del Imperio y con la bendición papal”, es decir, Estados Unidos y el Vaticano.
Así sabemos que “la 16.ª Fuerza Aérea de Estados Unidos pone en acción todos sus dispositivos cuatro días antes del 23 de febrero” y que el día del golpe, el control aéreo norteamericano, sus pilotos y las tropas de las bases estadounidenses en España se encontraban en máxima alerta desde primera hora.
A todo ello, hay que añadirle importantes claves sobre el escándalo de la intoxicación por aceite de colza , el papel de la Comisión Trilateral y sus miembros en España o la participación de la CIA en la lucha contra ETA.
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recopilaciones varias:

La CIA apadrinó al socialista Felipe González en el PSOE” y es ahora “asesor de Capriles”

by CienciayEspiritu

El periodista de investigación Alfredo Grimaldos asegura que el arribo al poder del socialista Felipe González como presidente del Gobierno español en 1982, fue en realidad la alternativa "diseñada y controlada" por la CIA para mantener la tutela sobre España.

El libro de Grimaldos, publicado en el 2006, afirma que el actual Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue un partido que no surgió de una verdadera base social, sino que fue recreado, moldeado y financiado por la CIA norteamericana" a través de fundaciones del Partido Socialdemócrata de Willi Brandt de la República Federal Alemana: "Los servicios secretos norteamericanos y la socialdemocracia alemana se turnan celosamente en la dirección de la Transición española , con dos objetivos: impedir una revolución tras la muerte de Franco y aniquilar a la izquierda comunista.

Este fino trabajo de construir un partido "de izquierdas" para impedir precisamente que la izquierda se haga con el poder en España, es obra de la CIA, en colaboración con la Internacional Socialista". (Puede leerse aquí el capítulo La CIA y la refundación del PSOE).

España, 60 años a las órdenes del Pentágono :

Domingo.29 de septiembre de 2013 - 
www.nodo50.org/tortuga/Espana-60-anos-a-las-ordenes-del#sthash.4OZU1MPp.dpuf 

La presencia militar de Estados Unidos comenzó con la firma del convenio que autorizaba el uso de las Fuerzas Armadas norteamericanas de cuatro bases EFE Madrid La presencia militar de Estados Unidos en nuestro país comenzó con la firma del convenio que autorizaba el uso de las Fuerzas Armadas norteamericanas de cuatro bases: Torrejón, Zaragoza, Morón y Rota

La presencia militar de Estados Unidos en España cumple este jueves 60 años tras la firma el 26 de septiembre de 1953 del primer convenio que autorizaba el uso por las Fuerzas Armadas estadounidenses de cuatro bases, Torrejón, Zaragoza, Rota y Morón, aunque ya sólo siguen utilizando estas dos últimas.

El primer convenio militar entre ambos países se firmó ese día en Madrid entre el entonces ministro español de Asuntos Exteriores, Alberto Martín Artajo, y el embajador norteamericano, James Clement Dunn. El acuerdo fue fruto de la decisión del presidente de los Estados Unidos, Dwight Eisenhower, que había sido elegido en 1952, para firmar un convenio de defensa con España, dirigida entonces por el general Francisco Franco.

 Según este acuerdo, España recibió 524,2 millones de dólares para la modernización de sus Fuerzas Armadas, mientras que nuestro país autorizaba la presencia de un dispositivo militar sobre una línea diagonal suroeste-nordeste que incluía cuatro bases, Torrejón de Ardoz (Madrid), Zaragoza, Morón (Sevilla) y Rota (Cádiz), además de una serie de instalaciones de apoyo.

Debido a las numerosas modificaciones de ese convenio original, en la actualidad las Fuerzas Armadas estadounidenses sólo utilizan Rota y Morón. En la actualidad, las Fuerzas Armadas estadounidenses sólo utilizan las bases de Rota y Morón.

Esos cambios en el acuerdo de 1953 comenzaron a producirse incluso durante el régimen de Franco, con una reforma importante, ocurrida con motivo de la firma del nuevo convenio bilateral en 1970, y por el que las instalaciones permanentes de las bases militares españolas que se habían venido utilizando conjuntamente pasaron a ser propiedad plena de España, que autorizaba a Estados Unidos al uso de ciertas facilidades en ellas.

Modificaciones en el convenio No sólo se produjeron modificaciones en el convenio en época de Franco, sino que también los gobiernos del PSOE y del PP han ido dando otra redacción al tratado, el más importante el que se produjo en 1988 con el Ejecutivo de Felipe González, según señalan fuentes militares.

En septiembre de ese año, el ministro de Exteriores español Francisco Fernández Ordóñez y el secretario de Estado norteamericano George Shultz acordaban renovar el tratado pero con una importante modificación, que en su momento enturbió las relaciones entre las administraciones de Felipe González y el entonces presidente estadounidense, Ronald Reagan.

El motivo fue la exigencia del Gobierno socialista de la salida de la base Torrejón de los 72 cazabombarderos F-16 que formaban el Ala Táctica de Caza 401 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF). La base de Rota albergará cuatro destructores de la US Navy que formarán parte del escudo antimisiles de la OTAN.

Otro punto controvertido de este convenio de 1988 fue la presencia de armas nucleares en nuestro país, aunque ambas naciones llegaron a un acuerdo tácito por el que Estados Unidos se comprometía a no introducirlas a bordo de aviones o buques y España no preguntaba si las llevaban o no. Si la USAF salía de Torrejón en mayo de 1992, ese mismo año lo hacía de la base de Zaragoza, en este caso por un motivo distinto, el cierre de instalaciones por motivos económicos y de reorganización.

Las bases en la actualidad En la actualidad quedan dos bases de utilización conjunta, Rota y Morón, que en el último año han cobrado un nuevo protagonismo. La primera de ellas -en virtud de los acuerdos alcanzados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la Administración Obama, y firmados por el actual ministro de Defensa, Pedro Morenés, y su homólogo Luis Panetta el 10 de octubre del pasado año- albergará a partir de marzo del próximo año a cuatro destructores de la US Navy que formarán parte del escudo antimisiles de la OTAN.

Concretamente, se trata de los USS Ross, USS Donald Cook, USS Porter y USS Carney, que incluyen a 1.100 marinos y a sus familias. Por lo que respecta a Morón, el Consejo de Ministros del pasado 19 de abril autorizó la presencia en la base de un destacamento de 500 marines y ocho aeronaves durante un periodo de un año para proteger instalaciones y personal destacado en los países del norte de África y del Sahel.

Las cuatro bases han sido fundamentales a lo largo de estos últimos años para los despliegues estadounidenses en conflictos como las guerras del Golfo contra Irak, Afganistán o el conflicto de Libia. -

Un general desvela el “apoyo masónico” al Rey Juan Carlos en una transición “producida” por los norteamericanos 

Manuel Fernández-Monzón sitúa a Carrero Blanco como el “líder de la pretransición” 
     
Francisco Franco y Juan Carlos I en una captura del NODO
Francisco Franco y Juan Carlos I en una captura del NODO

La desaparición de dos de los principales protagonistas de la transición -Adolfo Suárez por defunción y el rey Juan Carlos por abdicación-, ha sido el momento elegido por el general Manuel Fernández-Monzón para desvelar algunos de los secretos mejor guardados de la época en la que trabajaba en los servicios de información militares. Con ayuda del historiador Santiago Mata, este militar que tuvo altas y diversas responsabilidades en los servicios de inteligencia desde 1972 e incluso fue quien redactó el proyecto de reforma del sistema de inteligencia en abril de 1981, relata cómo se vivió en las zonas opacas del Estado el paso de la dictadura a la actual democracia.

El rey y Suárez, meros interpretes
En El sueño de la transición (La Esfera de los Libros), Fernández-Monzón sostiene que fueron los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Alemania y de España los productores de una transición que tan sólo interpretaron a la perfección el rey Juan Carlos y Adolfo Suárez. De hecho, el general asegura que ni Juan Carlos I ni Adolfo Suárez tuvieron nada que ver en la previsión, preparación y diseño de la  transición del franquismo a la democracia.
Portada de `El sueño de la transición´(La Esfera de los Libros)
Un guión made in USA
“El guión se produjo, se diseñó, se elaboró y se concretó hasta el más mínimo detalle a partir del 27 de febrero de 1971, cuando visitó España el general Vernon Walters como embajador volante del presidente de Estados Unidos, Richard Nixon”, apunta Monzón en la obra editada por La Esfera de los Libros.
Portada de `El sueño de la transición´(La Esfera de los Libros)
¿Confiaba Franco en el rey?
En este proceso, fue el presidente del Gobierno franquista desde el 9 de junio de 1973 hasta su asesinato el 20 de diciembre de ese mismo año, Luis Carrero Blanco, el “líder de la pretransición”. Según Fernández-Monzón, “el principal objetivo político de Carrero blanco fue conseguir el nombramiento de Juan Carlos de Borbón como príncipe de España”.  En este contexto, el general se pregunta si confiaba tanto Franco en Juan Carlos. Su respuesta es tajante: “Yo creo que no. Confiaba en el sistema monárquico, que había durado mil años, y pensaba que por algo sería”.

“Vinculación masónica del rey”
Precisamente, respecto a la reinstauración de la monarquía en noviembre de 1975, Monzón desliza una hipótesis hasta ahora desconocida: la posible vinculación masónica del rey Juan Carlos. “Pienso a veces malévolamente el algún vínculo masónico. Si no, no comprendo por qué todo fue negociable, todo discutible, de todo se pudo hablar, menos de esto. ¡En aquel entonces, cuando Juan Carlos no era querido, ni respetado y además era joven!”, escribe Fernández-Monzón antes de desvelar que tuvo ocasión, porque se lo “trajeron los alemanes después de morir don Juan padre, de ver la fotocopia de una publicación en la que figuraba la incorporación suya (en referencia al rey Juan Carlos I) a la logia Royal Alfa de Londres, apadrinado por el duque de Kent y por el rey Alejando de Yugoslavia”.

Sorprendido ante el apoyo al “rey de Franco”
Aunque el general no es capaz de concretar la influencia exacta que tuvo el “apoyo masónico al rey Juan Carlos”, reitera su sorpresa ante el hecho de que el único “eje intocable” de toda la transición fuesen la monarquía y el rey de Franco. “No lo he entendido nunca. Porque cuando todo el mundo se está moviendo en coordenadas no solo democráticas, sino suprademocráticas y excesodemocráticas, tener un jefe de Estado que es el rey de Franco, y que se obligue a todo el mundo a tragárselo desde el principio, y que todo el mundo se lo trague, Felipe con más entusiasmo que Carrillo, pero todos, absolutamente todos, resulta sorprendente”.


Alfredo Grimaldos ha publicado un nuevo libro: "Claves de la transición 1973-1986 para adultos" (Editorial Península). Su libro inicia con la frase siguente: "El franquismo no es una dictadura que finaliza con el dictador, sino una estructura de poder específica que integra a la nueva monarquía".

En entrevista publicada por el periódico Público.es, Grimaldos responde una pregunta sobre: ¿Hasta qué punto la CIA tutela la Transición?

"Cuando Nixon llega a España en 1970 se encuentra con un Franco muy mayor. Nixon se vuelve preocupado. Para ellos era muy importante mantener la Península Ibérica en su sistema de alianzas. Entonces, le dice a Vernon Walters, su hombre de confianza, que venga a España para ver qué va a suceder después la muerte del dictador. Franco se dio cuenta enseguida de qué pasaba y le dijo a Walters que está todo atado y bien atado, que el Ejército se pondrá de parte de Juan Carlos I y que su principal monumento no es el Valle de los Caídos sino la clase media española que hará de colchón para impedir una revolución".
Grimaldos hace pedazos la imagen oficial que se ha tenido de la Transición en España, señalada constantemente como referente ejemplar del paso de una dictadura hacia la madurez de la vida democrática y en ese contexto, el papel desempeñado por aquel joven luchador, inteligente,carismático, elocuente, a quien el diario Pravda, siendo todavía órgano del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética , llenara de elogios en la parte final de los 80 por su "flexibilidad y pragmatismo".

Resulta entonces que ese faro de luz llamado Transición ¿Fue construido sobre la falsificación y el engaño? Dice así el testimonio, publicado en el libro de Grimaldos, del general Manuel Fernández Monzón, enlace de los servicios secretos del franquista Luis Carrero Blanco con la CIA: "No es verdad lo que se ha dicho de la Transición. Como eso de que el rey fue el motor. Ni Suárez ni él fueron motores de nada, sólo piezas importantes de un plan concebido al otro lado del Atlántico. Todo estuvo diseñado por la Secretaría de Estado y la CIA".

Recientemente el ex candidato presidencial venezolano y gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, informó a través de su cuenta de Twitter que se reunió en Bogotá, Colombia, con el ex presidente del gobierno español Felipe González, quien fuera "íntimo amigo" del ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez y promotor de políticas neoliberales en España y en América Latina.

Entrevistado por una estación radiofónica del Uruguay, el analista James Petras respondió así a una pregunta sobre si Felipe González está asesorando a Henrique Capriles:
"Felipe González trabajaba con Álvaro Uribe, el asesino, narco-presidente de Colombia. Felipe González apoyaba los grupos pro escuadrones de muerte de Centroamérica, cuando estuve en España y Grecia, pude ver como los partidos derechistas de El Salvador y Guatemala recibían el apoyo de Felipe González. Entonces, el hecho de que esté con Capriles no me sorprende porque Felipe González no está vendido, es alquilado. Cualquier gobernante o dirigente de la derecha puede contratarlo por una cuota. Se necesitan por lo menos 300.000 dólares para recibir los ‘consejos’ de Felipe González. No es simplemente un reaccionario, sino que además es uno de los más corruptos e inmorales, en toda la historia de la política socialdemócrata europea".


onferencia Antonio García-Trevijano 

 
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EL VOTO EN BLANCO ESTA MANIPULADO, PORQUE VA A PARAR AL PARTIDO MAYORITARIO. 
CUIDADO PORQUE EL VOTO EN BLANCO SIGNIFICA ESTOY DE ACUERDO CON EL SISTEMA. 


Retazos de una entrevista al autor :
¿Qué peso tuvo la CIA en episodios concretos, como el 23-F?
A.G.: Está claro que la CIA lo sabía. En 1981 se encontraba aquí. El ejemplo lo tienes en el edificio donde estaba ubicado el departamento de contrainteligencia y el alto Estado Mayor de Inteligencia: el alquiler lo pagaba la CIA. Los agentes españoles por la mañana trabajaban para la patria y por la tarde para la CIA. Y la CIA está al tanto de todo lo que pasa.
El comandante José Luis Cortina, la persona que coordinaba la operación, era un hombre muy vinculado a los servicios norteamericanos. Las dos últimas visitas que hace antes de que Tejero entre al Congreso es al nuncio del Vaticano, Monseñor Antonio Inocenti; y al embajador de EE UU en Madrid, Tenence Todman.
Como siempre, el Imperio y la Iglesia santifican el golpe.
Ese día, desde primeras horas de la mañana, un contingente de la VI flota norteamericana se encuentra de operaciones cerca de la costa de Valencia. Cuando todavía no está resuelto el golpe y parece que puede ir adelante, hacen gracia las declaraciones del secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, cuando asegura que ‘el asalto al Congreso de los Diputados es un asunto interno de los españoles’.
D.: ¿La CIA era consciente de que el golpe iba a fallar?
A.G.: Bueno, hay que tener en cuenta que el 23-F es un golpe muy extraño. El golpe lo apoyan. La CIA tenía contactos con los golpistas y conocía el estado de opinión de los cuarteles. Pero otros sectores también están pendientes de si el golpe funciona o no. Aquí hay una actitud muy ambigua por parte de la Casa Real. A últimas horas de la noche, cuando se ve que el golpe no tira para adelante, alguien dice haber encontrado un telegrama dirigido al capitán general Jaime Milans del Bosch, uno de los promotores del golpe. En él se lee: ‘Jaime, a partir de este momento vas contra la Corona’. Que es como decir: ‘Jaime, ahora no damos el golpe, sino que salvamos a España de vosotros’.
D.: Y el rey sale muy fortalecido después de ese día.
A.G.: El rey sigue donde está no por su actuación. Hay una gran cantidad de libros que dejan al rey muy en entredicho. ¿Por qué sigue? Por el control absolutamente férreo que existe de los medios de comunicación. Si los medios se pasasen un puente, cuatro o cinco días, publicando todas las actuaciones del rey el 23-F y todas sus chorizadas, cuando llegase el lunes la Monarquía se habría acabado. El ‘juancarlismo’ se alimenta de la ignorancia, del mito y la desinformación.
D.: ¿Qué presencia mantiene todavía la agencia?
A.G.: Yo he investigado sobre todo hasta principios de los ‘80. Analizo el primer gran ciclo. Ese ciclo termina una vez que muere Franco y cuando ven que han amarrado bien la Transición. A su sucesor le dan el visto bueno. Juan Carlos I es el candidato de la CIA. Viaja varias veces a EE UU antes de llegar al trono y su primer viaje internacional también es a EE UU. Y finalmente llega el Gobierno socialista, que ellos mismos han reinventado; es el que se encarga de meter a España en la OTAN.
Con eso se cierra ese ciclo. Ahora es diferente, pero por lo que se ve siguen haciendo lo que quieren.
LAS BASES NO SE LAS CONTROLA .....hacen lo que les da la gana.
Y suponen una plataforma de agresión contra Oriente Medio. Con el asunto de los vuelos de la CIA se hizo una lista de los todos los que participaron en el vuelo; pues bien, resulta que tenían TODOS cobertura diplomática. ...
www.pascualserrano.net 06-02-2007
En este interesantisimo video el EX DIRECTOR de AJO BLANCO nos explica la TRANSICION , EL TERRORISMO DE ESTADO, LA INTRODUCCION DE LA DROGA POR SERVICIOS DE INTELIGENCIA, .........:

Mas informacion sobre el asesinato de Carrero Blanco - CIA :
http://joanfliz.blogspot.com/2007/05/cia-en-espaa-elimina-carrero-blanco.html
mas sobre el libro aqui: http://blogs.periodistadigital.com/periodismo/object.php?o=473421



 

extracto entrevista a autor:


¿Cómo actuó la CIA durante la transición?
Los norteamericanos se asustan bastante cuando el 25 de abril de 1974 se les va de las manos el proceso en Portugal a raíz de la revolución de los claveles. Por eso se centran desesperadamente en España para amarrar bien su posición en la península Ibérica. En el 74, en Suresnes, el PSOE es refundado con el apoyo de la CIA y del Servicio de Información de Carrero Blanco. Ellos son los que llevan a Felipe González a Suresnes, le escoltan y le dan el pasaporte. González se convierte en una alternativa controlada.
¿Entonces la victoria socialista de 1982 no fue un cambio tan radical?
Sólo un dato. González es el que mete a España en la OTAN en 1986 después de mantener el rechazo a este organismo como fórmula para llegar al poder. Felipe González fue un hombre de los norteamericanos y de la Social Democracia alemana desde siempre. Pero para llegar al poder le interesaba ofrecer una imagen de izquierda.

GOLPE DE ESTADO

¿Si se hubiera producido un vacío de poder durante la transición, EEUU hubiera intervenido?
El vacío de poder se poder se produce el 23 F que ellos mismos apadrinan, auspician y tutelan. En el 23 F está implicada directamente la embajada norteamericana y el jefe de la Estación de la CIA en España.
¿Por qué deciden “cometer” ese 23 F?
Porque Adolfo Suárez se les había ido de las manos. Era un hombre de los norteamericanos pero con fecha de caducidad. El poder es así, Suárez le había cogido gusto al poder y se desmarcó de la senda marcada por EEUU. Tuvo sus veleidades tercermundistas como ir a la Cumbre de Países no Alineados en Cuba, había hablado bien de Gadaffi… Se les había ido de las manos y no estaba muy dispuesto a quitarse de en medio
¿La CIA no trató de acabar con ETA?
Durante mucho tiempo pasan de los terroristas y los utilizan, según me han confirmado algunos oficiales de los servicios de información españoles, como moneda de cambio. Tenían controlados a los terroristas y cuando querían mantener el control sobre los servicios de inteligencia españoles les daban información de los movimientos de la banda.
¿También controlaron a los GAL?
No directamente. Pero el cerebro de los GAL fue un hombre de la CIA en España, el general Andrés Cassinello. Pero se quitó de en medio cuando implicaron a Rodríguez Galindo por temor a salir mal parado.
¿Cómo está la situación actual?
Sé que actúan como quieren en España. La estación de la CIA sigue en la embajada de Serrano y actúan bajo las señas del cuerpo diplomático. De lo que también me he enterado es que, en los últimos años, han entrado muchos agentes del FBI en España para controlar todo lo que tiene que ver con los terroristas islámicos y con el dinero que mueven en nuestro país.

MIRADA CRÍTICA
¿Para el que lea tu libro, lo cierto es que se puede llevar algunos sustos?
El problema es que la gente no quiere saber la verdad. La gente prefiere creer en Dios, en la vida eterna, en la democracia, en las urnas… Y claro, cuando cuentas que muchas de las decisiones fundamentales de un país se toman en un garito entre cuatro, eso no sienta muy bien. Pero es que la realidad es esa.



Comentario al libro La CIA en España, de Editorial Debate

Hace ya unos cuantos años que vienen publicándose algunos libros en España que explican asuntos que han permanecido oscuros en nuestra historia reciente. En general son libros terribles, en los que se cuentan cosas que producen o bien repugnancia o bien le ponen a uno los pelos de punta.

Y lo más curioso: que se sepa, ninguno de sus autores ha sido procesado –ni siquiera denunciado– por difamación y calumnias. Nadie ha sido puesto entre rejas, lo que hace presumir que las afirmaciones que esos libros contienen tienen mucho de verdaderas.

Uno de los últimos títulos aparecidos que cumplen esa función de situar al lector entre el asco, la indignación y el miedo es el titulado La CIA en España, de Alfredo Grimaldos, publicado en Editorial Debate. Grimaldos es un periodista veterano que ha colaborado en diversos medios, y que actualmente desempeña las tareas de crítico de flamenco en el periódico El Mundo, pero que ha publicado artículos sobre la Transición en numerosos periódicos y revistas a lo largo de varios años. 
Lo que cuenta en La CIA en España deja sin argumentos a los que, ante cualquier denuncia de las manos ocultas que manejan los hilos del poder desde las sombras, acusan a los denunciantes de ser poco menos que paranoicos adictos a una ilusoria Teoría General de la Conspiración.

Pues bien, o acaba Grimaldos en la cárcel, o tendremos que aceptar, de una vez por todas, que los partidarios de las teorías conspirativas tienen más razón (o razones) que el santoral completo. 

Entre otras perlas, Grimaldos cuenta cómo las líneas maestras de la Transición fueron diseñadas en Washington por el Departamento de Estado, hasta el punto de llegar a dársele instrucciones a Juan Carlos de Borbón sobre cómo debía tratar a los mandatarios extranjeros en los funerales de Franco: calurosamente a los alemanes, algo más frío con Chirac, y distante y seco con Pinochet

Y explica cómo se logró algo que a los ingenuos nos parecía inexplicable: que la clase política española (franquista) se autoinmolara en las Cortes para dar paso a un régimen democrático, aunque fuera tutelado. 

Personalmente nunca imaginé que fuera a golpe de dossiers. Pero las informaciones más sorprendentes no tienen tanto que ver con la CIA (cuyas habilidades conspirativas y criminales han sido puestas ya de relieve repetidas veces en todo el mundo) sino con el PSOE. Y ahí nos duele. 

Por ejemplo: ¿sabían ustedes que Trinidad Jiménez, flamante responsable de asuntos iberoamericanos en el PSOE, es miembro de la Comisión Trilateral? (Aviso a los más jóvenes: entrad en Internet y sorprendeos averiguando qué es la Trilateral). 
¿Y que, cuando era presidente del gobierno Felipe González, su Fontanero Mayor, Julio Feo, entró en esa organización?

Pues eso no es nada: Grimaldos, citando las fuentes, da la lista de miembros del gobierno que llevaba en el bolsillo el general Armada cuando entró en el Parlamento tomado por Tejero en aquel funesto 23-F. 

Asómbrense: 
además del propio Armada como Presidente, Felipe González aparecía como vicepresidente para Asuntos Políticos; Gregorio Peces Barba como ministro de Justicia; Javier Solana, ministro de Comunicaciones y Transporte; Enrique Múgica, ministro de Sanidad. A Jordi Solé Tura y Ramón Tamames, que si no recuerdo mal por aquella época todavía conservaban el carnet del PSUC y el PCE, les correspondían los ministerios de Trabajo y Economía respectivamente. También figuraban, claro está, los nombres de Fraga, Herrero de Miñón, Areilza, etc., pero esos nombres de la derecha rancia eran de esperar. Los otros no.

¿Y hay más? Pues sí, mucho más. ¿Saben ustedes quién le proporcionó el pasaporte a Isidoro, es decir, a Felipe González, para que pudiera acudir sin problemas al Congreso de Suresnes en el que sería proclamado Secretario General del PSOE? No, claro que no lo saben. Ni se lo imaginan: los servicios de inteligencia de Carrero Blanco. Y así, una tras otra.

Lo que se deduce del libro de Alfredo Grimaldos es que el PSOE siguió al pie de la letra el guión redactado por el Departamento de Estado norteamericano, con la aquiescencia y la complicidad de Willy Brandt, guión cuyo cumplimiento debía garantizar CIA, y cuya finalidad última consistía en asentar la corona y eliminar la “amenaza comunista”.
Grimaldos no interpreta: explica hechos. Hechos que precisan aclaración o rectificación. Que nos gustaría que se aclararan o se desmintieran. Aunque, como siempre sucede en este país con cualquier material sensible, seguramente no se producirá ni una cosa ni otra. Simplemente caerá sobre este libro, como ha sucedido con tantos otros, un inmenso, compacto, espeso manto de silencio.

* Miguel Riera es el editor de la veterana revista mensual de izquierda española El Viejo Topo y es miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO.



ARTICULO INTERVIU:

Ni el Rey ni Suárez fueron los motores de la transición en España. Sólo fueron piezas importantes de un plan muy bien diseñado y concebido en la CIA, por orden de Nixon. Ésta es una de las revelaciones del libro ‘La CIA en España’, que publica Alfredo Grimaldos, en Debate, y del que adelantamos un extracto.





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La transición política española se diseñó en Langley (Virginia), junto al río Potomac, en la sede central de la CIA. La fase final de esa compleja operación, que culmina con la restauración monárquica en la persona de Juan Carlos I de Borbón, se comienza a fraguar en 1971, tras la visita del general Vernon Walters a España para entrevistarse con Franco. La avanzada edad del dictador turba los sueños de Richard Nixon, cuyo insomnio pronto se va a agudizar mucho más, con el caso Watergate. Pero en ese momento una de las mayores preocupaciones del presidente norteamericano, dentro del área internacional, es tener bien controlado el proceso de sucesión en España cuando se produzca la desaparición física de quien ha sido el y subordinado aliado de Estados Unidos desde el comienzo de la guerra fría.
Walters, que poco después será nombrado director adjunto de la CIA, comunica al entonces vicepresidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, la necesidad de coordinar la actuación de los servicios de información norteamericanos y españoles para tener todo previsto ante el eventual fallecimiento del Caudillo. Y unos meses después los hombres del Servicio Central de Documentación, creado en marzo de 1972, bajo la dirección del teniente coronel José Ignacio San Martín, entran en acción.
Manuel Fernández Monzón viaja a Washington como enlace entre el organismo dirigido por el futuro golpista San Martín y los cerebros –norteamericanos, por supuesto– de la operación: “No es verdad todo lo que se ha dicho de la transición. Como eso de que el Rey fue el motor. Ni Suárez ni él fueron motores de nada –continúa Fernández Monzón–, sólo piezas importantes de un plan muy bien diseñado y concebido al otro lado del Atlántico, que se tradujo en una serie de líneas de acción, en unas operaciones que desembocaron en la transición. Todo estuvo diseñado por la Secretaría de Estado y la CIA, y ejecutado, en gran parte, por el Seced, con el conocimiento de Franco, de Carrero Blanco y de pocos más. Por ejemplo, cuando el Estado Mayor del Ejército de Tierra elaboró la ‘operación Diana’, no sabía para qué lo estaba haciendo. Era la planificación de una intervención militar en el caso de que aquí se produjera un vacío de poder».
Todo empieza con la visita de Vernon Walters, embajador volante de Nixon al palacio de El Pardo, lo que el propio general norteamericano ha calificado como “una misión con la que ninguna puede compararse”. Según Walters, Richard Nixon “se daba cuenta de la importancia que España tenía para el mundo libre”. Y ese interés por nuestro país le induce a enviarle a España con la “misión especial” de entrevistarse con Franco, “para hablar de los años futuros en los que el generalísimo ya no fuera jefe de Estado”. (…)
La misión de Walters en El Pardo, en 1971, tiene similitudes con la de Martin Sheen en Apocalypse Now, cuando va a encontrarse con un enloquecido y sanguinario Marlon Brando. Pero a diferencia de lo que ocurre en la película de Coppola, en esta ocasión el general norteamericano no tiene el encargo de acabar con la vida del tirano, sino el de apuntalar su régimen para que se perpetúe con nuevas apariencias externas cuando él falte. Nixon ordena a Walters que se entreviste a solas con Franco e intente averiguar qué medidas políticas y militares ha tomado el dictador en previsión de lo que pueda ocurrir tras su propia muerte. “Decir que estas instrucciones me estremecieron sería decir muy poco”, escribe Walters. (…)
A continuación, Walters visita a Carrero Blanco. Y éste le pone en contacto con los responsables de su propio servicio de información, que pronto se constituirá oficialmente con el nombre de Seced. San Martín será el primer jefe de este organismo. (...)
Walters le explica al almirante que los norteamericanos quieren llevar a cabo una serie de “líneas de acción”concretas para garantizar que, efectivamente, no va a suceder nada imprevisto en el proceso de cambio hacia la democracia. Y él le contesta que, para el planeamiento y la concreción de esas líneas de acción, los servicios de información de Estados Unidos tienen que entenderse con los hombres que van a integrar el Seced. (…)
Carrero encarga a los miembros de este grupo, que posteriormente se va ampliando, trabajar en coordinación con los servicios de información norteamericanos y desarrollar las líneas de acción diseñadas en Langley, para tener controlada la situación cuando muera Franco. Eso se traduce, en primer lugar, en la operación Lucero, que se desarrolla en el Seced. En ella se adopta una serie de medidas encaminadas a que, cuando muera Franco, durante su funeral y los días posteriores, la situación en las calles también quede atada y bien atada. (…)
La segunda de las operaciones diseñadas se denomina Diana y la planifica el Estado Mayor del Ejército, con el propósito de prever las actuaciones necesarias en caso de que se produzca un vacío de poder. Una maniobra de este tipo se concibe con arreglo a la hipótesis más probable de la acción enemiga. (…)
En la tercera operación diseñada bajo el auspicio de la CIA se determina pormenorizadamente lo que Juan Carlos de Borbón tiene que hacer durante las seis primeras semanas de su reinado. Esta última se comienza a elaborar en La Zarzuela, cuando Jacobo Cano ocupa el puesto de secretario general de la Casa del entonces príncipe heredero. Tras su muerte en accidente de tráfico, sucede a Cano el general Armada. Él es quien concluye la operación, que ha pasado a la historia con dos nombres: en la Casa Real la bautizan como operación Alborada y en el Seced es conocida como operación Tránsito. Su propósito es que el Rey designado por Franco sepa lo que tiene que hacer en todo momento. Por ejemplo, que en los funerales de los Jerónimos debe estrecharle la mano con más efusividad al presidente de la República Alemana que a Giscard D’Estaing, o que tiene que ser frío y distante con Pinochet... Todo está diseñado al detalle. (...)
Durante el primer Gobierno de la monarquía, Suárez de_ ende la Ley de la Reforma Política en las Cortes, desde la Secretaría General del Movimiento. Ya sólo falta convencer a todos los procuradores franquistas de que se hagan el haraquiri. Y eso se consigue, muy fácilmente, con Jano, el archivo que ha elaborado el Seced, bautizado con el nombre del personaje mitológico de las dos caras. Un archivo verdaderamente curioso y eficaz. El capitán Juan Peñaranda Algar es quien se encarga de mantenerlo actualizado. En él no figura nada inventado, ni imaginado, ni ningún análisis, sólo datos de las diez mil personas punteras de este país, de todas las profesiones. La finalidad del archivo es ir acumulando dossieres de cada uno de ellos, de lo que van haciendo y diciendo a diario en su vida pública y privada. 
Al cabo de unos años de trabajo, la fuerza de Jano es demoledora, y de ello serán conscientes la inmensa mayoría de los miembros de las últimas Cortes franquistas. Andrés Cassinello, jefe del Seced después de San Martín y Valverde, se encarga de convencer a los duros de mollera. A José Antonio Girón, por ejemplo, se le permite que haga su papel de ultra pero con cuidado, tras recordarle sus trapicheos en el Palacio de Congresos de Torremolinos. Y la Ley de la Reforma Política sale adelante. 


Ya está claro que eso va a funciona


España, 60 años a las órdenes del Pentágono

Domingo.29 de septiembre de 2013 135 visitas - 1 comentario(s)
Y cada día más. #TITRE

La presencia militar de Estados Unidos comenzó con la firma del convenio que autorizaba el uso de las Fuerzas Armadas norteamericanas de cuatro bases       EFE Madrid
La presencia militar de Estados Unidos en nuestro país comenzó con la firma del convenio que autorizaba el uso de las Fuerzas Armadas norteamericanas de cuatro bases: Torrejón, Zaragoza, Morón y Rota La presencia militar de Estados Unidos en España cumple este jueves 60 años tras la firma el 26 de septiembre de 1953 del primer convenio que autorizaba el uso por las Fuerzas Armadas estadounidenses de cuatro bases, Torrejón, Zaragoza, Rota y Morón, aunque ya sólo siguen utilizando estas dos últimas.
El primer convenio militar entre ambos países se firmó ese día en Madrid entre el entonces ministro español de Asuntos Exteriores, Alberto Martín Artajo, y el embajador norteamericano, James Clement Dunn. El acuerdo fue fruto de la decisión del presidente de los Estados Unidos, Dwight Eisenhower, que había sido elegido en 1952, para firmar un convenio de defensa con España, dirigida entonces por el general Francisco Franco.
Según este acuerdo, España recibió 524,2 millones de dólares para la modernización de sus Fuerzas Armadas, mientras que nuestro país autorizaba la presencia de un dispositivo militar sobre una línea diagonal suroeste-nordeste que incluía cuatro bases, Torrejón de Ardoz (Madrid), Zaragoza, Morón (Sevilla) y Rota (Cádiz), además de una serie de instalaciones de apoyo. Debido a las numerosas modificaciones de ese convenio original, en la actualidad las Fuerzas Armadas estadounidenses sólo utilizan Rota y Morón.
En la actualidad, las Fuerzas Armadas estadounidenses sólo utilizan las bases de Rota y Morón.
Esos cambios en el acuerdo de 1953 comenzaron a producirse incluso durante el régimen de Franco, con una reforma importante, ocurrida con motivo de la firma del nuevo convenio bilateral en 1970, y por el que las instalaciones permanentes de las bases militares españolas que se habían venido utilizando conjuntamente pasaron a ser propiedad plena de España, que autorizaba a Estados Unidos al uso de ciertas facilidades en ellas.
Modificaciones en el convenio
No sólo se produjeron modificaciones en el convenio en época de Franco, sino que también los gobiernos del PSOE y del PP han ido dando otra redacción al tratado, el más importante el que se produjo en 1988 con el Ejecutivo de Felipe González, según señalan fuentes militares.
En septiembre de ese año, el ministro de Exteriores español Francisco Fernández Ordóñez y el secretario de Estado norteamericano George Shultz acordaban renovar el tratado pero con una importante modificación, que en su momento enturbió las relaciones entre las administraciones de Felipe González y el entonces presidente estadounidense, Ronald Reagan. El motivo fue la exigencia del Gobierno socialista de la salida de la base Torrejón de los 72 cazabombarderos F-16 que formaban el Ala Táctica de Caza 401 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF).
La base de Rota albergará cuatro destructores de la US Navy que formarán parte del escudo antimisiles de la OTAN.
Otro punto controvertido de este convenio de 1988 fue la presencia de armas nucleares en nuestro país, aunque ambas naciones llegaron a un acuerdo tácito por el que Estados Unidos se comprometía a no introducirlas a bordo de aviones o buques y España no preguntaba si las llevaban o no. Si la USAF salía de Torrejón en mayo de 1992, ese mismo año lo hacía de la base de Zaragoza, en este caso por un motivo distinto, el cierre de instalaciones por motivos económicos y de reorganización.
Las bases en la actualidad
En la actualidad quedan dos bases de utilización conjunta, Rota y Morón, que en el último año han cobrado un nuevo protagonismo. La primera de ellas -en virtud de los acuerdos alcanzados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la Administración Obama, y firmados por el actual ministro de Defensa, Pedro Morenés, y su homólogo Luis Panetta el 10 de octubre del pasado año- albergará a partir de marzo del próximo año a cuatro destructores de la US Navy que formarán parte del escudo antimisiles de la OTAN. Concretamente, se trata de los USS Ross, USS Donald Cook, USS Porter y USS Carney, que incluyen a 1.100 marinos y a sus familias.
Por lo que respecta a Morón, el Consejo de Ministros del pasado 19 de abril autorizó la presencia en la base de un destacamento de 500 marines y ocho aeronaves durante un periodo de un año para proteger instalaciones y personal destacado en los países del norte de África y del Sahel.
Las cuatro bases han sido fundamentales a lo largo de estos últimos años para los despliegues estadounidenses en conflictos como las guerras del Golfo contra Irak, Afganistán o el conflicto de Libia.
- See more at: http://www.nodo50.org/tortuga/Espana-60-anos-a-las-ordenes-del#sthash.4OZU1MPp.dpuf
«La CIA y la refundación del PSOE»corresponde al contenido de un capítulo del libro de Alfredo Grimaldos titulado«La CIA en España»,publicadopor la editorial DEBATE.


En este riguroso trabajo  de investigación , Grimaldos desvela quienes son y cómo actuan algunos de los que hanparticipado en en las acciones queen él se decriben, qué conexio-nes han tenido o tienen con la cúpulas militares y civiles del poder,asi como cual es su presencia,hasta el dia de hoy , en las institu-ciones españolas. Documentadode forma irrefutable y escritocomo un thriller politico, este esun trabajo repleto de informacióny nombres propios que provoca-rá escalofrios a quien se atreva asumergirse en sus paginas

Alfredo Grimaldo Feito, (Madrid 1956), es licenciado enCiencias de la Información por la Universidad Complutense deMadrid.Comenzó a escribir enalgunas de las publicaciones queaparecieron despues de la muer-te de Franco como «Alternati-vas», «España Crítica» o «Tricolor». En 1977 se integró enel equipo de redacción de Edicio-nes de la Torre y publicó el libro«Conta el Pacto de la Moncloa».Redactor de los diarios Liberaciony La Tarde de Madrid dirigió larevista Area Crítica. Ha escritonumerosos articulos relacionadoscon la Transición en revista comoInterviú, Actual, Motivos de Actualidad o Articulo 20.

Sólo seis meses después de la Revolución de los Claveles, el 14 deoctubre de 1974, se celebra en la ciudad de Suresnes, cercana a París, elXIII Congreso del PSOE, que va a llevar a un tal «Isidoro» hasta la cúpulade la organización. Desde el 14 de julio pasado, Franco sufre una compli-cada flebitis y se ha llegado a temer por su vida. La situación que se estácreando en la península Ibérica resulta muy preocupante para los norte-americanos, se les ha ido de las manos el asunto portugués y van a impe-dir, a toda costa, que la historia se repita en España.

Felipe González es el joven abogado sevillano, casi desconocido incluso para algunos de sus compañeros, que se enmascara tras el nombre de guerra de «Isidoro».
Consigue suceder como secretario generaldel partido al veterano militante socialista Rodolfo Llopis,(1 que no reconoce las resoluciones adoptadas en Suresnes.
El congreso ha sido con-vocado por un grupo de jóvenes militantes desgajados de lo que, en ade-lante, se conocerá como PSOE (Histórico). En realidad, Nicolás Redondoera la figura menos discutida para acceder a la Secretaría General, pero elsindicalista vasco se niega a presentarse a la elección, a pesar de ser pro-puesto mayoritariamente para ocupar el cargo que está en liza.

González y otros miembros de la nueva dirección del partido han conseguido llegar a Francia gracias al apoyo prestado por el propio Servicio Central de Presidencia de Gobierno. Los oficiales del organismo de inteligencia creado por el almirante Carrero Blanco son los encargadosde proporcionarles los pasaportes.
 «En un restaurante de la calle madrileña de Santa Engracia,(2) hablamos con González, en presencia de Enrique Múgica, para garantizarle su viaje a Suresnes», señala el entonces capitán del SECED Manuel Fernández Monzón.(3)
«Otros compañeros se entrevistaron con Nicolás Redondo, y él entendió ensegui-da que debía ceder el puesto a un secretario general más joven y conotras características. Cuando Felipe González volvió de Francia, des-pués de haber sido elegido, un comisario de Sevilla le detuvo, creyendoque había dado un pelotazo. Se llevó una bronca tremenda y tuvo quesoltarle enseguida, claro.»

Otros dos miembros relevantes del SECED, Andrés Cassinello y José Faura, mantienen una larga entrevista con Felipe González y con Alfonso Guerra, inmediatamente después de que el clan sevillano se haga con los mandos delPSOE.



«Entre 1964 y 1975 estuve precisamente en la información del mundo universitario, muy estrechamente relacionado con la política entonces clandestina. Y lo que viví fue que, a partir de cierto momento, la dictadura propició el resurgir del PSOE, para ahogar al PCE», declara el comisario Manuel Ballesteros a la periodista Pilar Urbano.(4 «A los socialistas no se les detenía, a los comunistas, sí. Estando yo en la Brigada Social, esa era una indicación de los mandos.
Más aún:
la policía no sólo miraba para otro lado, haciendo la vista gorda, sino que a veces ayudaba a pasar la valija con la propaganda y los documentos internos del partido que los de Rodolfo Llopis (el PSOE del exterior) enviaban de allá para acá.»

A finales de los setenta, con Adolfo Suárez como primer ministro, Ballesteros aparece detrás de algunas acciones criminales de guerra sucia contra ETA protagonizadas por el Batallón Vasco Español.
Posteriormente, el Gobierno de FelipeGonzález le recupera paranombrarle nada menos que jefe del MULC (Mando Unificado de Lucha Contraterrorista ), durantela época de actuación delosGAL.

Meses antes de la celebración del Congreso de Suresnes -que se financia con fondos provenientes del Partido Social demócrata de WillyBrandt-, el comandante Miguel Paredes, del SECED, y el inspector Emi Mateos, destinado en la Jefatura Superior dePolicía de Bilbao, ya han empezado a trabajar en lo
que llaman Operación Primavera:
una serie de contactos con algunos miembros del PSOE del interior, para ver cuáles son sus planteamientos políticos. Especialmente con Nicolás Redondo y Enrique Múgica.

«En el SECED nos propusimos empezar a reunirnos con ellos -recuerda el entonces comandante Paredes-, para ver hasta dónde llegaba su izquierdismo, su ímpetu revolucionario, su afán izquierdista... y tratar de acercarlos hacia posiciones más templadas, menos radicales, más en la línea de la moderación pragmática que les recomendaba Willy Brandt.»(5)

Los encuentros entre los agentes delSECED y los socialistas continúan, y a ellos se incorporan algunos militantes más. «Después de cada encuentro redactábamos un informe para el Servicio», continúaParedes
su relato. «Nuestra impresión entonces era que el líder ideológico, el que pensaba más largo, más rápido y con más calado era Pablo Castellano.El mayor peso moral lo tenía Nicolás Redondo. Felipe González nospareció un conversador ágil, brillante, con «charme»...
Pero, de pronto,sacó un largo Cohiba, lo encendió con parsimonia y se lo fumó como un sibarita.

A mí ese pequeño detalle me chocó, me extrañó. Era un trazo burgués que no encajaba con sus calzones vaqueros, ni con su camisa barata de cuadros, ní con su izquierdismo...
En mi informe oficial no mencioné esa bobada del habano ni lo que me sugirió. Pero en mi agenda privada de notas sí que escribí: «Felipe González, el sevillano, parece apasionado pero es frío.
Hay en él algo falso, engañador. No me ha parecido un hombre de ideales, sino de ambiciones».


Y prosigue el antiguo agente del SECED:
«El Ministerio de la Gobernación tenía entonces la facultad de conceder o denegar el pasaporte a un ciudadano.
Ellos lo habían pedido muchas veces y siempre les habían dicho que no.
Me dieron una lista en la que figuraban los nombres de Enrique Múgica, Eduardo López Albizu, Nicolás Redondo,Ramón Rubial, Alfonso Guerra, Pablo Castellano, Felipe González y otros dos militantes asturianos. 


El Gobierno lo dudó mucho, le dieron mil vueltas, que sí, que no... Al final se aceptó bajo la condición de que, al volver a España, devolvieran enseguida esos pasaportes. Y lo hicieron.Tardaron mucho pero los devolvieron. Aunque no todos: Felipe Gonzálezse lo quedó. A Múgica, por el retraso, le hicimos pagar una «multa»especial: invitarnos a comer a base de bien. Y lo hizo. En la Paniére
Fleurie de Rentería».(6)

Los delegados que asisten al Congreso de Suresnes representan,oficialmente, a tres mil militantes del interior, pero, en realidad, esa cifra hayque rebajarla a menos de la mitad. Durante los últimos años del franquismo,elPSOE es poco más que una sigla. El mayor peso de la resistencia contrael régimen lo han llevado los comunistas. En definitiva, lo que se produceen 1974 es una refundación del partido creado por Pablo Iglesias, con el modelo portugués como telón de fondo.

 En el país vecino no existía nisiquiera un partido socialista histórico y hubo que inventar uno. Su primersecretario general, Mário Soares, tenía contacto con la CIA desde los añossesenta. «Exiliado, en 1973 recibiría ayuda para fundar bajo el patrocinio del Gobierno de Bonn un «partido socialista portugués», escribe Joan Garcés en su excelente libro «Soberanos e intervenidos».

«Derrocada la dictadura en 1974 por el MFA (Movimento das Forras Armadas), Soares regresaba a Portugal, donde pronto pediría y recibiría ayuda clandestina directa del Gobierno de Estados Unidos y sus aliados europeos (RFA,Reino Unido y Francia), e indirecta a través de empresas y fundaciones alemanas y de otros países.»

La escasa incidencia del PSOE en la realidad política española de los primeros años setenta la reconoce el propio Francisco Bustelo, uno de los militantes elegidos como miembros de la Comisión Ejecutiva del partido en Suresnes.

Sin embargo, todo cambia a partir de ese congreso:

«Las embajadas en Madrid empezaron a recibir entonces instrucciones de que se pusieran en contacto con nosotros. Acompañé a González a visitar a algunos embajadores, entre ellos el estadounidense, y tuve que entrevistarme con otros funcionarios norteamericanos de menor categoría.
A los norteamericanos les causé buena impresión. Durante los años siguientes me solía llamar el consejero políti-co de esa embajada, persona muy enterada de lo que sucedía en España, para quecomiésemos juntos».(8)

En la dirección surgida de Suresnes hay tres grupos fundamentales:los vascos, conRedondo, López Albizu,Múgica yBenegas; los andalu-ces, conGonzález,Guerra yGaleote, y los madrileños, conCastellano y Bustelo.
 «Los vascos, o mejor dicho, Redondo, que era su peso pesado, decidían, por tanto», señala Francisco Bustelo. «Si apoyaban a los andaluces, como hicieron en Suresnes, González tenía el poder asegura-
do. Redondo sabrá por qué lo hizo.»

Felipe González controla el partido a partir de ese momento e, inmediatamente, pasa a convertirse en un personaje público de primer orden,con un papel estelar en la gran maniobra de actualización controlada del régimen franquista.

Joan Garcés escribe:

«Una campaña subsiguiente introduciría ante la opinión pública nombres hastaentonces desconocidos que, a poco andar (1975-1976), aislaron y marginaron a los militares de la Unión Militar Democrática y, en general, a quienes eran reacios a que en España entraran la CEE y la OTAN sin condiciones.»(9)

Los servicios secretos norteamericanos y la socialdemocracia alemana se turnan celosamente en la dirección de la Transición española,con dos objetivos:

Impedir una revolución tras la muerte de Franco y aniquilar a la izquierda comunista. Este fino trabajo de construir un partido «de izquierdas», para impedir precisamente que la izquierda se haga con el poder en España, es obra de la CIA, en colaboración con la Internacional Socialista. 

El primer diseño de esta larga operación se remonta hasta la década de los sesenta, cuando el régimen empezaba ya a ceder, inevitablemente, bajo la presión de las luchas obreras y las reivindicaciones popu-lares. El crecimiento espectacular del PCE y la desaparición de los sindica-tos y partidos anteriores a la Guerra Civil, especialmente laUGT y elPSOE,hacen temer una supremacía comunista en la salida del franquismo.
Los cerebros de laTransición comienzan a marcarse objetivos muy concretos.

En 1962, elPSOE y laUGT sólo cuentan con unos centenares demilitantes en toda España, mientras que en el extranjero, un grupo de viejossocialistas, con Rodolfo Llopis al frente, intentan aparentar una presenciaen escena que no va mucho más allá de la asistencia a «contubernios»como el deMunich. Convencidos de que estePSOE no logrará tener lasuficiente implantación para competir con ventaja, frente a los comunistasespañoles, al final del franquismo, los servicios de información norteameri-canos y alemanes se ponen manos a la obra para construir un nuevo parti-do, más vistoso en lo externo y manejable en lo interno.

CONFIDENTES ESPONTÁNEOS
Algunos socialistas no esperan a que la CIA llame a su puerta y son ellos mismos los que ofrecen espontáneamente sus servicios a los norteamericanos. Es el caso de Carlos Zayas Mariátegui, desde la ASU(Agrupación Socialista Universitaria), quien, según documenta Joan Garcés,«aparece informando asiduamente a la Embajada sobre personas de sensibilidad socialista susceptibles de sumarse a combatir al Partido Comunista si recibieran los apoyos materiale sque buscaban.
Zayas señalaba, entre otros, a Joan Raventós Carner en Barcelona, a José Federico deCarvajal y a Mariano Rubio, al tiempo que desvelaba como principal agente del Partido Comunista en Madrid
a Federico Sánchez».

Zayas será diputado del PSOE por Huesca en 1977;
Raventós, embajadoren Francia, después de haber participado en la famosa comida de Lérida en la que el general Armada les cuenta a Enrique Múgica y a él sus planes golpistas; José Federico de Carvajal llegará a presidentedel Senado y Mariano Rubio, a gobernador del Banco de España, cargodel que dimite tras ser condenado por sus prácticas delictivas.
Federico Sánchez (alias de Jorge Semprún), convertido al anticomunismo, será ministro de Cultura con Felipe González entre 1988 y 1991.

«Federico Sánchez» alias de Jorge Semprún

Una de las claves de las operaciones secretas de laCIA para controlar los medios socialistas españoles en el exilio es la introducción en estos círculos de un antiguo dirigente del POUM, Julián Gorkin. 
A principios de los sesenta, Gorkin es uno de los personajes que impulsa el llamado «Congreso por la Libertad Cultural» y aparece al frente de distintas publicaciones financiadas por la CIA,como las revistas
Cuadernos, editada en París;
Examen, en México, y
Encounter, en Gran Bretaña, dentro de un amplio esquema propagandístico de matiz netamente anticomunista diseñado desde Langley.
Más tarde, dirige también la revista Visión, en la que defiende los puntos de vista de las sucesivas Administraciones norteamericanas en relación con Latinoamérica.
El 13 de mayo de 1967, la propia Asamblea General del «Congreso por la Libertad Cultural» reconoce los estrechos vínculos financieros y políticos de este organismo con la CIA. Según Frances Stonor Saunders, el principal impulsor del congreso es el agente de la CIA Michael Josselson.»

Julián Gorkin aparece, además, al frente del llamado «Centro de Documentación y Estudios», que tiene su sede en París. Ocupa el cargo de vicepresidente, mientras Salvador de Madariaga ostenta, a título honorario, la presidencia.
Las líneas generales del Boletín Informativo delcentro están caracterizadas por las directrices de acción política clandestina de la CIA en ese momento: se intenta potenciar a la inexistente ASO (Alianza Sindical Obrera) y a la oposición monárquica y socialdemócrata.
Gorkin entra pomposamente en el PSOE en el año 1973, en plena campaña interna de renovación del partido, que terminará con la sustitución de  por Felipe González.
Incluso ofrece una conferencia, el 22 de diciembre de ese año, en los locales de la UGT en París, bajo el título «Motivos de mi afiliaciónal Partido Socialista Obrero Español».

En varios artículos del Boletín Informativo de Gorkin ya pueden verse los argumen-tos esenciales que serán utilizados por Felipe González y Alfonso Guerra en Suresnes.
El primer número de ese boletín explica «la necesidad de una izquierda radical que compita, en el campo de la clase obrera, con el Partido Comunista de España, para restarle base y movilidad social».»

Los intentos de los norteamericanos de conseguir que los socialistasacepten la Monarquía y la continuidad del franquismo renovado son múltiples y se realizan a través de las más diversas y curiosas fórmulas, algunasde las cuales resultan un completo fracaso, como el intento de creación de la ASO, que no pasa de ser una entelequia. Todos estos trajines no lepasan desapercibidos al propio Franco.

Escribe Salgado Araujo:(12)

«Hablamos después de las actividades de la CIA en el mundo occidental y, en

especial, en relación con España. La prensa internacional, digo al Caudillo, comenta las actividades de ese organismo. Su obsesión es conseguir que nuestro Estado tolere primero y legalice después la acción de dos partidos, uno de carácter socialista y otro democrático, que deberán tener su expresión en dualidad similar en el campouniversitario y sindical.

Para conseguirlo no vacilarán en financiar sistemáticamente a grupos de activistas (que han creado la ASO y la FUDE).
Por ahora no se proponen como objetivo derribar el Estado, sino importunarlo, preocuparlo, no dejarlo en paz para que se arranque al Partido el compromiso de una coexistencia entre lo legal y lo ilegal, con aspiraciones de suceder al Régimen una vez desaparezcan.

Estas objeciones, según la información que doy al Caudillo, las expone la CIA con toda tranquilidad, a la luz del día, financiando las huelgas de Asturias o los tumultos de Madrid y Barcelona. 

La CIA cree que con esas actividades cumple el deber de prever el futuro, pues, de lo contrario, al régimen débil sucedería el caos y a éste, el comunismo».

En el intento de creación de la ASO participa unpersonaje extraño:Josefina Arillaga,vinculada ya enese momento a la Fundación Friedrich Ebert, del Partido Social demócrata alemán, y considerada, en los propios medios socialistas, como «buena amiga» del entonces jefe del Sindicato Vertical franquista, el falangista José Solís Ruiz.
Arillaga, representante oficiosa en Madrid de Rodolfo Llopis durante varios años, hasta 1973, mantiene estrecho contacto con José Federico de Carvajal, un personaje muy bien relacionado con los norteamericanos, que llegará a presidente del Senado con el PSOE.

La fase final del asalto al viejo y poco implantado Partido Socialista Obrero Español tiene lugar a partir de 1970, en una batalla en la que se Enrique Mújica, muñidor de mil y una conspiracion, finalmente nombrado «defensor del pueblo» por Aznar


DÓLARES «FUNDACIONALES»
Una mujer clave en el complejo entramado financiero del renovado PSOE es Carmen García Bloise, que mantiene estrechos vínculos conlos socialdemócratas germanos.Parte de los fondos que van llegando alpartido se comienzan a canalizar a través de la recién creada Fundación Pablo Iglesias,
sucursal de la alemana Friedrich Ebert, pero los cauces de financiación son diversos.

Por ejemplo, en1979 se desvelará que la UGT ha recibido 200 millones de pesetas de los sindicatos amarillos de Estados Unidos para intentar ganar las elecciones sindicales.

El ex agente de la CIA Philip Agee declara a la revista Zona Cero,en marzo de 1987:(14)

«Dentro del «Programa Democracia», elaborado por la Agencia, se cuida con especial atención a las fundaciones de los partidos políticos alemanes, principalmente a la Friedrich Ebert Stiftung,del Partido Socialdemócrata, y la Konrad Adenauer Stiftung, de losdemocristianos.

Estas fundaciones habían sido establecidas por los parti-dos alemanes en los años cincuenta y se utilizaron para canalizar el dinero de la CIA hacia esas organizaciones, como parte de las operaciones de«construcción de la democracia», tras la Segunda Guerra Mundial.
Después, en los sesenta, las fundaciones alemanas empezaron a apoyar a lospartidos hermanos y a otras organizaciones en el exterior y crearon nuevoscanales para el dinero de la CIA.

Hacia 1980, las fundaciones alemanas tienen programas en funcionamiento en unos sesenta países y están gas-tando cerca de 150 millones de dólares. 
Operan en un secreto casi total.


«Las operaciones de la Friedrich Ebert Stiftung (Fundación), del SPD, fascinan a los norteamericanos, especialmente sus programas de formación y las subvenciones que hicieron llegar a los socialdemócratas de Grecia, España y Portugal, poco antes de que cayeran las dictaduras en esos países e inmediatamente después»,
Brandt con los dirigentes del PSOE, en la epoca de las «subvenciones»

continúa Agee.
«En Portugal, por ejemplo, cuando el régimen de Salazar, que habíadurado cincuenta años, fue derrocado en 1974, el Partido Socialista completo apenas habría bastado para una partida de póker y se localizaba en París, sin seguidores en Portugal. Pero con más de 10 millones de dólares de la Ebert Stiftung, y algunasotras remesas de la CIA, el Partido Socialista Portugués creció rápidamente y en poco tiempo se convirtió en el partido gobernante.»

Las fundaciones políticas germano occidentales proporcionan el modelo que el «Programa Democracia» acaba adoptando para resolver uno de los principales dilemas de la política exterior nor-teamericana: cómo «ayudar» a los partidos e instituciones «democráticos y pluralistas» en países go-bernados por dictadores que son aliados y clientes de Estados Unidos.


«Resultaba a menudo muy obvio que la única oposición real a las dictaduras la representaban los comunistas y otros revolucionarios, las úni-cas fuerzas politicas organizadas, capaces y dispuestas atomar el poder en un eventual colapso de las dictaduras»,señala Agee.

«La experiencia de la intervención germano occidental en Portugal y en otros países resultaba llamativa para los norteamericanos e intentaron repetirla, estableciendo un sistemade instituciones privadas deapoyo a los «amigos en el exterior».

El apoyo de Estados Unidos a las dictaduras podría continuar mientras los «amigos» se preparaban parala «transición del autoritarismo a la democracia». Así, los norteamericanos podríanbuscar de antemano el control de todas las fuerzas políticas y neutralizar todo lo quese sitúa a la izquierda de los socialdemócratas.»

El presidente Ronald Reagan es uno de los más entusiastas de-fensores del «Programa Democracia». En junio de 1982, ante el Parla-mento británico, describe sus objetivos: «Este nuevo programa construirá
Mario Soares, dirigente de los socialistas portugueses Stiftung y la Konrad Adenauer Stiftung germanoocidentales, manteniendo «una relación de total independencia con nuestra representación di-
plomática oficial».


«GOOD BYE», MARXISMO

El 17 de mayo de 1979, durante la celebración del XXVIII Congreso del PSOE,
Felipe González impone que desaparezca el término «marxismo» de los estatutos del partido.
Los militares norteamericanos que tanto preguntaban por este asunto a los oficiales españoles, durante los cur-sos de formación realizados en Estados Unidos, ya pueden quedarsecompletamente tranquilos.
Justo de la Cueva, miembro de la comisión mixta de reunificación del PSOE madrileño (proviene del sector histórico), des-alentado, deja la militancia en ese momento y declara: «El PSOE va donde

diga laCIA a través de Willy Brandt. Hasta en el propio Bundestag ale-mán se acaba de denunciar que la Fundación Friedrich Ebert del SPDrecibe dinero directamente de la CIA».’ Los jóvenes que dieron el golpe de Estado dentro del PSOE en Suresnes, comandados porGonzález, vancumpliendo al pie de la letra el guión que les han preparado. El poder estácada vez más cerca.

El papel que el PSOE tiene que interpretar en la Transición estáescrito desde bastante antes de la muerte de Franco, pero se termina depulir en 1974. El giro a la izquierda de la Revolución de los Claveles coinci-de con los primeros pasos en público de la Junta Democrática, constituidapor iniciativa de Antonio García Trevijano y auspiciada por elPCE. Des-de el principio, Felipe González hace todo lo posible para hundir esteorganismo unitario que reclama amnistía total, la formación de un Gobiernoprovisional y la celebración de una consulta para elegir la forma de Estado:Monarquía o República.

«Cuando se produce la hegemonía del Partido Comunista Portugués en el proceso político que se vive en el país vecino, el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, se alarma aún más y viaja aAlemania para entrevistarse primero con el canci-ller Helmut Schmidt, y después con Willy Brandt,» que continúa teniendo una enorme influencia en la Internacional Socialista.
Les insiste en que apoyen decididamente al PSOE», señala García Trevijano.(18)

«Por eso Felipe González no entra en la Junta, porque se siente respaldado por una potencia superior, por los alemanes y los norteamericanos. Una vez que está seguro de ese apoyo, se traslada a Madrid, donde tiene una entrevista con el Rey y con altos mandos del Ejército, y ahí establecen la estrategia de que hay que ir gradualmente hacia las libertades en España para evitar una radicalización de la situación.

Felipe González es el más interesado en mantener a los comunistas en la ilegalidad. 

A mí me advierte de esta operación nada menos que Claude Chaisson, queluego sería ministro de Exteriores con Mitterrand y entonces era comisario en Bruselas del Mercado Común. Teníamos mucha amistad. Él era miembro del Partido Socialista Francés y estaba bien informado de todo esto.

Ahí fue cuando cedimos y constituimos la Platajunta, a sabiendas de que se estaba haciendo para que entrara en ella el PSOE, que sería el traidor.
Pero más traidor sería si estaba fuera. Y me di cuenta de que Santiago Carrillo, que era muy listo para olfatear por dónde venían los aires políticos, quería seguir completamente la política del PSOE».

En octubre de 1982, Felipe González consigue su objetivo y ganalas elecciones por mayoría absoluta. Un año después, José Mario Armerole dedica un elogioso artículo en el que repasa, de forma muy elocuente,los logros del Gobierno del PSOE.
Armero era abogado en España de las más importantes multinacionales norteamericanas y unhombre con mu-chos contactosen el Departamento de Estado.

También intervino, comomediador, enlas conversaciones que condujeron a la legalización del
PCE, después de negociar con Santiago Carrillo la aceptación de la Monarquía. 
El 20 de octubre de 1983 escribe:

«La realidad demuestra que hoy en España gobierna un partido socialdemócrata,europeo, occidentalista, pronorteamericano y decididamente atlantista. 
En un año de gobierno, los hombres del PSOE han cumplido un papel realmente singular: 
la casi destrucción de la izquierda tradicional española, en buena parte marxista y revolucionaria, que seguía una tradición muy distinta a los nuevos derroteros que han tomado los jóvenes dirigentes socialistas. 
Realmente nada tienen que ver con Pablo Iglesias, ni con Francisco Largo Caballero, ni siquiera con Rodolfo Llopis. Y han con-seguido sustituir lo que siempre se ha considerado como izquierda por una socialde-mocracia, que es un amplio fenómeno donde cabe la libre empresa, la propiedad pri-vada, los europeos, los norteamericanos y la OTAN».
Stiftung y la Konrad Adenauer Stiftung germanoocidentales, manteniendo «una relación de total independencia con nuestra representación diplomática oficial».

La izquierda encabezó las manisfestaciones antiotan




manifestacion ANTI-OTAN

«GOOD BYE», MARXISMO

El 17 de mayo de 1979, durante la celebración del XXVIII Congre-so del PSOE, Felipe González impone que desaparezca el término «mar-xismo» de los estatutos del partido. Los militares norteamericanos que tan-to preguntaban por este asunto a los oficiales españoles, durante los cur-sos de formación realizados en Estados Unidos, ya pueden quedarsecompletamente tranquilos.
Justo de la Cueva, miembro de la comisión mixta de reunificación del PSOE madrileño (proviene del sector histórico), des-alentado, deja la militancia en ese momento y declara: «ElPSOE va donde

diga laCIA a través de Willy Brandt. Hasta en el propio Bundestag ale-mán se acaba de denunciar que la Fundación Friedrich Ebert del SPDrecibe dinero directamente de la CIA».’ Los jóvenes que dieron el golpe

de Estado dentro del PSOE en Suresnes, comandados porGonzález, vancumpliendo al pie de la letra el guión que les han preparado. El poder estácada vez más cerca.

El papel que elPSOE tiene que interpretar en la Transición estáescrito desde bastante antes de la muerte de Franco, pero se termina depulir en 1974. El giro a la izquierda de la Revolución de los Claveles coinci-de con los primeros pasos en público de la Junta Democrática, constituidapor iniciativa de Antonio García Trevijano y auspiciada por elPCE.

Desde el principio, Felipe González hace todo lo posible para hundir este organismo unitario que reclama amnistía total, la formación de un Gobierno provisional y la celebración de una consulta para elegir la forma de Estado:       Monarquía o República.

«Cuando se produce la hegemonía del Partido Comunista Portugués en el proceso político que se vive en el país vecino, el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, se alar-ma aún más y viaja aAlemania para entrevistarse primero con el canci-ller Helmut Schmidt, y después con Willy Brandt,» que continúa teniendo una enorme influencia en la Internacional Socialista.

Les insiste en que apoyen decididamente al PSOE», señala García Trevijano.(18)

«Por eso Felipe González no entra en la Junta, porque se siente respaldado por una potencia superior, por los alemanes y los norteamericanos.
Una vez que está seguro de ese apoyo, se traslada a Madrid, donde tiene una entrevista con el Rey y con altos mandos del Ejército, y ahí establecen la estrategia de que hay que ir gra-dualmente hacia las libertades en España para evitar una radicalización de la situación.

Felipe González es el más interesado en mantener a los comunistas en la ilegalidad, estando ilegalmente respaldado por una potencia superior, por los alemanes y los norteamericanos.
Una vez que está seguro de ese apoyo, se traslada a Madrid, donde tiene una entrevista con el Rey y con altos mandos del Ejército, y ahí establecen la estrategia de que hay que ir gradualmente hacia las libertades en España para evitar una radicalización de la situación.
Felipe González es el más interesado en mantener a los comunistas en la ilegalidad.

A mí me advierte de esta operación nada menos que Claude Chaisson, queluego sería ministro de Exteriores con Mitterrand y entonces era comisario en Bru-selas del Mercado Común. Teníamos mucha amistad. Él era miembro del Partido Socialista Francés y estaba bien informado de todo esto. Ahí fue cuando cedimos yconstituimos la Platajunta, a sabiendas de que se estaba haciendo para que entraraen ella el PSOE, que sería el traidor. Pero más traidor sería si estaba fuera. Y me dicuenta de que Santiago Carrillo, que era muy listo para olfatear por dónde venían losaires políticos, quería seguir completamente la política del PSOE».

En octubre de 1982, Felipe González consigue su objetivo y ganalas elecciones por mayoría absoluta. Un año después, José Mario Armero le dedica un elogioso artículo en el que repasa, de forma muy elocuente,los logros del Gobierno del PSOE.
Armero era abogado en España de las más importantes multinacionales norteamericanas y un hombre con muchos contactosen el Departamento de Estado.

También intervino, como mediador, enlas conversaciones que condujeron a la le-galización del PCE, después de negociar con Santiago Carrillo la aceptación de la Monarquía. El 20 de octubre de 1983 escribe:

«La realidad demuestra que hoy en España gobierna un partido socialdemócrata,europeo, occidentalista, pronorteamericano y decididamente atlantista.
En un año degobierno, los hombres del PSOE han cumplido un papel realmente singular:
la casidestrucción de la izquierda tradicional española, en buena parte marxista y revolucionaria, que seguía una tradición muy distinta a los nuevos derroteros que han tomado los jóvenes dirigentes socialistas.

Realmente nada tienen que ver con Pablo Iglesias, ni con Francisco Largo Caballero, ni siquiera con Rodolfo Llopis. 





Y han conseguido sustituir lo que siempre se ha considerado como izquierda por una socialdemocracia, que es un amplio fenómeno donde cabe la libre empresa, la propiedad privada, los europeos, los norteamericanos y la OTAN».


Bueno, con el segundo 20N, la elite juega a incorporarse a Europa, como el pueblo sigue siendo franquista hasta la médula, el ejercito, la policia, los funcionarios, etc… la nueva correa de transmisión del gbierno mundial prepara un golpe de estado, el rey y el psoe quieren quitar a suarez, pero el se quita antes pero eso no consigue parar el 23f. El psoe tiene prisa en meternos en Europa, es decir, que todo el tejido industrial (8 potencia del mundo) y agrícola pase a ser controlado por los de fuera, las empresas españoles como Rumasa son destruidas y regaladas a los amigos de Gonzalez. Y se realiza la reconversión (destrucción industrial) y se subvenciona todo lo que sea eliminar agricultutra y se penaliza a los que producen con cuantiosas multas. Todo para los de fuera. Así entra mucho dinero y parece que somos ricos, pero en realidad es la pasta de haber destruido lo que teníamos, y llega la crisis del 92 donde los socialistas dicen que los españoles tenemos que ser camareros de los europeos.
ESPAÑA firma un acuerdo inédito con la USAID, fachada de la CIA.

Por: Cristóbal García Vera.






CIA CanarriasCon la recurrente coartada de la “ayuda” a los países subdesarrollados, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los EE.UU. ha logrado instalarse de forma permanente en la isla de Gran Canaria, a través de una de sus más activas tapaderas. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Más conocida por su acrónimo en inglés USAID.

Hace ahora justamente un año alertábamos, desde las páginas de Canarias Semanal, acerca del desembarco de esta institución norteamericana en el Puerto de Las Palmas, desde donde había comenzado a controlar el envío de víveres al África occidental. Una de las regiones en proceso de recolonización económica y militar que Washington se disputa actualmente con otras potencias occidentales y algunas emergentes como China.

Desde esas fechas, los barcos que han partido desde el Puerto de la Luz hacia el vecino continente con alimentos lo han hecho – por expresa exigencia de la USAID – bajo bandera estadounidense. La misma que acompaña los sacos de comida con los que la Administración Obama pretende incrementar la penetración de las multinacionales yanquis en países que, en algunos casos, están teniendo ritmos de crecimiento anual del 12%.

De esta forma, según reconocía un informe elaborado por la Cámara de Comercio de EE.UU. en España, las Islas han “reforzado su papel como base estratégica para las empresas norteamericanas”.

Ahora, este factor “humanitario” de la estrategia del Imperio, que combina conforme a la coyuntura política la agresión o la amenaza militar, el chantaje, el bloqueo económico y la “colaboración” con los países que se muestran sumisos ante sus planes expansionistas, ha sido convenientemente apuntalado por uno de sus gobiernos vasallos más dóciles.
El pasado 25 de octubre, el Ejecutivo Rajoy suscribía con la USAID un acuerdo que permitirá operar a los estadounidenses en el Puerto de la Luz durante todo un año. El plazo, sin embargo, es prorrogable, y el propio Gobierno ultraconservador de Madrid ya ha anunciado que trabaja para que la Agencia continúe en Gran Canaria en los próximos ejercicios.

“Estamos muy contentos y seguiremos trabajando con USAID siempre que ellos lo quieran así” -reconoció en este sentido Francisco Quesada, miembro del gabinete de la Secretaría General de Cooperación para el Desarrollo.

PERO, ¿QUÉ ES REALMENTE LA USAID?
La USAID, encargada de distribuir la mayor parte de la “ayuda” de carácter no-militar de los Estados Unidos, se define como un “organismo independiente” que, paradójicamente, no niega que recibe sus “directrices estratégicas” del Departamento de Estado para reforzar la política exterior de Washington.

Por si el carácter de estas orientaciones no fuera suficientemente diáfano, las propias autoridades del organismo han llegado a reconocer también su apoyo y financiamiento a fuerzas políticas opositoras a los gobiernos “díscolos” de América Latina.

Y es que la USAID no es conocida, precisamente, por luchar contra el hambre en el mundo, sino por actuar como un apéndice de la CIA, utilizando sus ingentes fondos para desestabilizar a los gobiernos rebeldes a los dictados de EE.UU. Esta Agencia comenzó a gestarse en la Oficina de Seguridad Pública (OPS), establecida en 1957 por el presidente Dwight Eisenhower para entrenar fuerzas policiales cipayas en otros países. Pero fue en 1961 cuando John F. Kennedy la creó como entidad dedicada a la “ayuda humanitaria”, convirtiéndose así en el organismo oficial destinado a operar en naciones con “inclinaciones antidemocráticas”. Es decir, en aquellas donde el dominio norteamericano pudiera verse cuestionado.

Diversos investigadores han aportado suficientes datos contrastados sobre la forma en la que actúa la USAID en más de 100 países y, particularmente, acerca de sus operaciones en Latinoamérica. Los propios documentos desclasificados de la CIA revelan que millones de dólares de su presupuesto se canalizan mediante esta agencia hacia una red de instituciones y grupos políticos que son utilizados para llevar a cabo acciones clandestinas.

A través de sus más de cien oficinas en naciones del llamado Tercer Mundo la USAID coopta a organizaciones privadas, grupos indígenas, asociaciones de profesionales, religiosas, etc., y subvenciona a grupos de “disidentes” al servicio de los intereses norteamericanos. Mantiene, asimismo, relaciones con más de 3 mil 500 empresas y 300 organizaciones privadas de su propio país y otorga subsidios a pretendidas ONGs igualmente vinculadas a la CIA como Reporteros sin Fronteras.

Solamente en Cuba, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional ha destinado más de 197 millones de dólares al financiamiento de grupos contrarrevolucionarios y diferentes programas de subversión.
Con la arrogancia habitual de una elites que han asumido plenamente la doctrina del “destino manifiesto de ‘América’”, en diciembre de 2009 un alto funcionario de la USAID reconocía también, en declaraciones efectuadas a The New York Times, que la CIA utilizaba el nombre de esa Agencia para no aparecer directamente involucrada en la “donación” de fondos y el establecimiento de contratos.

No puede caber ninguna duda, pues, acerca de la institución estadounidense “de ayuda” que, con el inexplicable silencio de las organizaciones de izquierda del Archipiélago, se ha instalado en Gran Canaria con la aparente pretensión de quedarse definitivamente en esta isla.

Texto tomado de la publicación: www.contrainjerencia.com
 

Alfredo Grimaldos, 

“La Transición española se diseñó en la sede central de la CIA”.
El pasado 20 de noviembre se cumplía el 36º aniversario de la muerte de Franco. No faltaron en los medios las celebraciones por el actual sistema democrático en contraste con la dictadura anterior. Sin embargo, frente al discurso dominante, cada vez son más las investigaciones que hacen hincapié en los aspectos más silenciados del cambio de régimen.

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Alfredo Grimaldos ha investigado el papel de la CIA en este proceso: desde las simpatías con Franco a la relación con el PSOE, pasando por su apoyo al 23-F. Y habla sobre la inmunidad que aún posee la agencia, como revelaron los más de 100 vuelos ilegales en territorio español.

Con su último libro, La CIA en España, Grimaldos incide en el papel que tuvieron los servicios secretos estadounidenses para desactivar la posibilidad de un cambio social profundo tras la muerte de Franco. Según apunta, la agencia ha marcado en buena medida los acontecimientos políticos recientes. Además, su presencia se mantiene. El control apenas existe sobre las bases estadounidenses en la península. Y no por casualidad, en septiembre de este mismo año la Unión Europea reprobaba al Gobierno español sus obstáculos a la investigación de los vuelos ilegales de la CIA en aeropuertos españoles.



¿Qué papel real tuvo la CIA durante la Transición?

Antes había presencia de la CIA, pero todo esto comienza en los años ‘70. Cuando Nixon se ve con Franco, se encuentra a una persona muy deteriorada, que incluso se queda dormido mientras le hablan. Entonces Nixon se preocupa: “¿Qué va a pasar cuando éste muera?”, se pregunta. Hay que tener en cuenta que en ese momento, en medio de la Guerra Fría, España es una plaza estratégica muy importante y Franco es un aliado contra el comunismo. Por eso los americanos ven necesario tutelar el proceso. Y más aún tras la Revolución de los Claveles en Portugal.

¿Qué pasos comienzan a darse?
Yo digo que la Transición española se diseña en la sede central de la CIA. Los americanos tutelan todo el proceso. Toman contacto con todos los sectores: con los servicios de información, con los altos mandos del Ejército e incluso, y esto está acreditado, con Carrillo. Y después de hablar con él se tranquilizan, les dice que está por el cambio pacífico, que no va a pasar nada grave.
Uno de los aspectos que más se intenta entonces es reorientar a la oposición.

Aquí es clave sobre todo la refundación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El Partido Socialista histórico ya no representaba a nadie, no contaba con peso sobre lo que se estaba cociendo aquí, ni en la lucha antifranquista cotidiana. Tenía mucho más protagonismo el comunismo tradicional, el Partido Comunista Español (PCE), y movimientos anarquistas por otro lado. En el Congreso de Suresnes, en 1974, lo que hacen es reinventarse un partido aprovechando unas siglas históricas. El PSOE del que hacen secretario general a Felipe González es un PSOE inventado. El dinero y la cobertura política lo pone fundamentalmente el partido socialdemócrata alemán, que canaliza también dinero de la CIA. Los mismos miembros del Servicio de Inteligencia español, el SECED, toman contacto con el PSOE. E incluso escoltan hasta Suresnes a Felipe González, le dan la documentación y le llevan. Estamos hablando del SECED, el servicio de Carrero Blanco. Y el militar José Faura, que acompañó a González, pasa a ser jefe del Estado Mayor del Ejército en el ‘94, con González ya en el poder.

"Juan Carlos I es el candidato de la CIA. Viaja varias veces a EE UU antes de llegar al trono y su primer viaje internacional también es a EE UU."

¿En qué medida sucede algo similar con el Partido Comunista?

Bueno, hay que tener en cuenta que Carrillo es un personaje algo turbio. En 1977 es el primer líder comunista que visita EE UU, que es recibido allí en loor de multitudes y es nombrado doctor Honoris Causa. Lo que hace Carrillo es aceptar la Transición impuesta desde arriba, el rey como heredero de Franco y contribuye decisivamente a acabar con quienes peleaban por la ruptura democrática. En 1977, cuando los legalizan, asumen la bandera monárquica y a partir de ese momento la consigna es reprimir la bandera republicana. Conservo todavía una bandera republicana rota por varios trozos por los servicios de seguridad del PCE.
¿Qué peso tuvo la CIA en episodios concretos, como el 23-F?

Está claro que la CIA lo sabía. En 1981 se encontraba aquí. El ejemplo lo tienes en el edificio donde estaba ubicado el departamento de contrainteligencia y el alto Estado Mayor de Inteligencia: el alquiler lo pagaba la CIA. Los agentes españoles por la mañana trabajaban para la patria y por la tarde para la CIA. Y la CIA está al tanto de todo lo que pasa. El comandante José Luis Cortina, la persona que coordinaba la operación, era un hombre muy vinculado a los servicios norteamericanos. Las dos últimas visitas que hace antes de que Tejero entre al Congreso es al nuncio del Vaticano, Monseñor Antonio Inocenti; y al embajador de EE UU en Madrid, Tenence Todman. Como siempre, el Imperio y la Iglesia santifican el golpe. Ese día, desde primeras horas de la mañana, un contingente de la VI flota norteamericana se encuentra de operaciones cerca de la costa de Valencia. Cuando todavía no está resuelto el golpe y parece que puede ir adelante, hacen gracia las declaraciones del secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, cuando asegura que ‘el asalto al Congreso de los Diputados es un asunto interno de los españoles’.
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¿La CIA era consciente de que el golpe iba a fallar?

Bueno, hay que tener en cuenta que el 23-F es un golpe muy extraño. El golpe lo apoyan. La CIA tenía contactos con los golpistas y conocía el estado de opinión de los cuarteles. Pero otros sectores también están pendientes de si el golpe funciona o no. Aquí hay una actitud muy ambigua por parte de la Casa Real. A últimas horas de la noche, cuando se ve que el golpe no tira para adelante, alguien dice haber encontrado un telegrama dirigido al capitán general Jaime Milans del Bosch, uno de los promotores del golpe. En él se lee: ‘Jaime, a partir de este momento vas contra la Corona’. Que es como decir: ‘Jaime, ahora no damos el golpe, sino que salvamos a España de vosotros’.
Y el rey sale muy fortalecido después de ese día.

El rey sigue donde está no por su actuación. Hay una gran cantidad de libros que dejan al rey muy en entredicho. ¿Por qué sigue? Por el control absolutamente férreo que existe de los medios de comunicación. Si los medios se pasasen un puente, cuatro o cinco días, publicando todas las actuaciones del rey el 23-F y todas sus chorizadas, cuando llegase el lunes la Monarquía se habría acabado. El ‘juancarlismo’ se alimenta de la ignorancia, del mito y la desinformación.

¿Qué presencia mantiene todavía la agencia?

Yo he investigado sobre todo hasta principios de los ‘80. Analizo el primer gran ciclo. Ese ciclo termina una vez que muere Franco y cuando ven que han amarrado bien la Transición. A su sucesor le dan el visto bueno.
Juan Carlos I es el candidato de la CIA. 
Viaja varias veces a EE UU antes de llegar al trono y su primer viaje internacional también es a EE UU. Y finalmente llega el Gobierno socialista, que ellos mismos han reinventado; es el que se encarga de meter a España en la OTAN. Con eso se cierra ese ciclo. Ahora es diferente, pero por lo que se ve siguen haciendo lo que quieren. Las bases nadie las controla. Y suponen una plataforma de agresión contra Oriente Medio. Con el asunto de los vuelos de la CIA se hizo una lista de los todos los que participaron en el vuelo; pues bien, resulta que tenían todos cobertura diplomática. Por mucho que diga Zapatero, aquí no hay voluntad política para esclarecer lo que ha pasado. Siguen haciendo lo que les viene en gana.
Miguel Ángel Lucas / Diagonal


LA "NECESIDAD" DE TENER UNA SUPUESTA AMENAZA: 
  • 'La Policía vendió explosivos a ETA con Gobiernos de Aznar'
     
     
     
     
     
    Sánchez Fornet:
     
    'La Policía vendió explosivos a ETA con Gobiernos de Aznar'
    El secretario general del SUP, José Manuel Sánchez Fornet, así lo asegura en la red social Twitter. Afirma que todo lo que dice Vera es cierto. 

     
    • El secretario general de Sindicato Unificado de Policía, José Manuel Sánchez Fornet, asegura que todo lo que ha dicho el ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera en dos entrevistas en El Gato al Agua, de Intereconomía TV, es cierto.
      "De lo que yo sé todo lo que ha dicho hasta ahora Vera es cierto. Que le pregunten si González y el Rey conocían la guerra sucia del GAL", ha escrito en su cuenta de Twitter, donde vierte acusaciones u opiniones muy duras.

      "No había pensado yo que si ya ETA no está igual podemos contar cosas que se han hecho para combatirla. Cosas buenas y malas. Y de paso, dejar en evidencia, como traidores que han chapoteado en la sangre de las víctimas y han utilizado el terrorismo a algunos políticos", ha escrito en la red social.
      Así, asegura que: "Quizás se pueda explicar por qué se vendió explosivo a ETA en dos ocasiones desde la Policía con Gobiernos de Aznar. Por ejemplo.

      Y qué cargo político ocupaba Rajoy entonces. Y también quiénes avisaron en marzo del pasado año a 3 comandos de ETA en Francia para que escaparán del control que teníamos sobre ellos. Porque los que les avisaron, 2 hombres y una mujer, eran españoles. Y aquí lo dejamos". Preguntado por un usuario, Sánchez Fornet responde: "El Gobierno Aznar controlaba la policía absolutamente, porque el 99,99% de los mandos le rinden pleitesía política".

      "Me están entrando ganas de aceptar alguna oferta y escribir un libro con esto de las cloacas del Estado y los que, como Trillo, las habitan", ha indicado.

      Dimisión de Vera
      "A Vera lo cesó Antoni Asunción, que dimitió tras la fuga de Roldán (gran enemigo de Vera y que estuvo a punto de ser nombrado ministro)", ha asegurado el secretario general del SUP.

      "Se extendió el rumor de que Vera había dicho que si no había un atentado en 10 días aceptaría la dimisión, como demostración de que él era imprescindible. Explosionó una pequeña bomba en un coche por la Ermita del Santo pero Vera fue cesado.

      Explosión rara esa", ha escrito Sánchez Fornet en su cuenta de Twitter, convirtiéndose con sus opiniones en uno de los temas más comentados de la red social.

      Por otro lado, relata que "tras ser nombrado Garzón delegado del Plan contra las drogas fui a verlo con el comisario José Manuel Sánchez García.(q.e.p.d.) nos expuso el plan que ha dicho Vera y le dijimos que no se lo permitirían nunca dijo tener la palabra del número 1 y que recurriría a él, en alusión a González. Y recurrió pero no consiguió nada. Aunque cuando pasó eso el ministro era Belloch y Vera hacia un año que no estaba".

      "Me están entrando ganas de aceptar alguna oferta y escribir un libro con esto de las cloacas del Estado y los que, como Trillo, las habitan", ha comentado en otro tuit.

      COMENTARIOS:

       Esto es muchísimo más grave que el caso faisan y
      o aznar se querella contra fornet, o manos limpias debe querellarse contra aznar !


       Fornet: "Gobierno de Aznar. Hay que localizar el zulo de explosivos de ETA.
      Se consigue explosivos y un policía se hace pasar por traficante y... lo vende a los terroristas en Francia.
      Entre el material va un localizador pero falla. ETA se quedó con el explosivo y posiblemente lo... Utilizó. 

      ¿Tiene alguna responsabilidad el policía que actuó o se arriesgó?
      Porque si lo descubren está muerto. Hubo que volver a vender explosivos y esta vez sí se llegó al almacén.
      Quienes creen que a ETA se la ha combatido con manifestaciones y discursos no se enteran"


      - Con lo que les gustan a los del pp los atentados de la E.T.A me lo creo a pies juntillas, solo hay que ver cientos de post por aqui que suplican que ETA vuelva a matar..

      En vez de hablar del psoe y el pp, a ver quien colabora mas con terroristas o quien roba mas, por que no reconoceis de una vez, que ni el psoe ni el pp son partidos politicos, sino organizaciones criminales.

    • el chalet de fraga se pagó con fondos reservados, y ¿qué?,
      Si dieran la lista de todos los que han cobrado de fondos reservados muchos se tendrían que morder la lengua


      Los famosos misiles antiaèreos intervenidos a eta fueron vendidos por los servicios de inteligencia españoles en tiempos de aznar. Al parecer llevaban un sistema de seguimiento y estaban inutilizados.

      - No os enterais que para atrapar las redes clandestinas hay que introducirse en ellas y vender drogas o armas a los delincuentes y es algo normal para poder desarticular al grupo.

      -- ---------
    • La séptima planta del edificio de la Embajada estadounidense en el número 75 de la calle de Serrano de Madrid.
      Desde hace 50 años, son los ojos y los oídos del espionaje norteamericano en España. En sus oficinas, orientadas hacia la Plaza de Colón, trabajan una veintena de agentes de la CIA.
      Desde esas instalaciones la CIA ha jugado un gran papel en nuestra historia reciente: instalación de las bases, asesinato de Carrero Blanco, apoyo al príncipe Juan Carlos, inicio de la Transición, victoria de Felipe González en Suresnes, intento de golpe de Estado del 23-F, entrada en la OTAN, lucha contra ETA y el yihadismo islámico, y más recientemente, el espionaje a través de los satélites de la NSA.

      Los espías del servicio de inteligencia norteamericano comparten espacio con sus hermanos de la agencia NSA (National Security Agency/Agencia Nacional de Seguridad), la responsable de buscar y administrar la información obtenida.
      Los servicios secretos norteamericanos llegaron a disponer en nuestro país, a mediados de los 80, de alrededor de mil quinientos agentes y colaboradores: “La estación de Madrid controlaba, y controla, toda una red cualificada en sectores periodísticos, profesionales, políticos o militares a los que cuida con mimo, con atenciones y obsequios.

    • Los agentes activos son los menos numerosos, pero se esfuerzan por controlar a los durmientes, aquellos que responden ante necesidades informativas muy concretas”.
      “Las grandes multinacionales españolas que tienen presencia en todo el mundo como Repsol, Indra, Telefónica o Santander son objetivos de las actividades de la CIA o de la NSA. Están agujereadas por infiltrados que ocupan cargos de responsabilidad.

    • “En el conflicto de Perejil la intervención de la NSA resultó clave. Dejaron en blanco los radares de los marroquíes por unas horas y los españoles aprovecharon ese tiempo para recuperar el islote. No resultó difícil porque todo el material había sido facilitado a Marruecos por Estados Unidos”, mantiene otro exagente.

    • .Los agentes secretos españoles destacan a los espías más intervencionistas:, Ronald Edward Estes -un experto en golpes de Estado que estaba en Madrid durante el 23-F-, Richard Kinsman -conocido en los servicios secretos españoles como “Mr.K”, que fue expulsado en 1984-, Leonard D. Therry -aparecía como primer secretario de la Embajada- o Alfred G. Mac Guinnes.


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