Walter Benjamin hablaba en 1936 de clerto proyecto politico cuya meta era satisfacer el deseo de los explotados de exhibirse y expresarse, precisamente pa ra evitar asi que reclamasen sus derechos.
La crisis económica ha restringido las politicas de igualdad económica que fueron la base del bienestar juridico y social de la posguerra mundial, y que requieren una formidable inversión pública.
Estas politicas por un sistema de amplia clase media, han sido a menudo sustituidas por las politicas de identidad (ecologista, animalista, gay, Lgtb, linguistica, feminismo…….), que, por operar ante todo en el dominio simbólico (es decir, en el de la expresión y la exhibición), resultan a corto plazo mucho más baratas y mantienen a las masas distraidas y divididas.
A largo plazo, sin embargo, pueden generar el espejismo de que los derechos de los ciudadanos se apoyan, no en lo que tienen en común con todos los demás ( largas jornadas laborales, bajos sueldos, inseguridad en el trabajo, no acceso a la vivienda…...), sino en lo que les distingue de ellos.
Esto es lo que Benjamin llamaba "la estetización de la política", algo que, según él, culmina necesariamente en la estética de la guerra.
Aunque esta guerra se libre sólo en el terreno simbólico y su principal campo de batalla sean las "redes sociales".
la mitad de la riqueza mundial está en manos del uno por ciento de la población, que posee en conjunto unos 110 billones de dólares (81 billones de euros)
la concentración del 46 por ciento de la riqueza en manos de una minoría supone un nivel de desigualdad "sin precedentes"
El resentimiento que así se genera contra la propia noción de ciudadanía malamente pueden aplacarlo las instituciones del Estado de derecho que se sustentan en esa noción.
De ahi la enorme popularidad que han adquirido el antagonismo irreductible, el ciberbullying y las ofensas a la identidad como conceptos politicos, en detrimento de la desgastada noción de acuerdos y "consenso".
Y ESTO ES LO QUE SE LLAMA MARXISMO CULTURAL
La extrema desigualdad pone en jaque futuro del mundo
Yate de Paul Allen, cofundador de Microsoft.
Las 2.153 personas que tuvieron en sus manos más dinero en el 2019 que los 4.600 millones de personas más pobres no llenarían ni la mitad de la localidad de Sumapaz, la menos habitada de toda Bogotá –con 7.584 habitantes–.
Mientras que los más pobres llenarían casi cuatro países como China, el país más poblado –con más de 1.420 millones de personas–.