Hollywood y la CIA
Black Hawn Derribado , Zero Dark ThirtyyArgo son solo algunas de las principales películas recientes que muestran cómo la industria cinematográfica actual promociona la política exterior norteamericana. Pero la industria del cine ha sido utilizada para la propaganda desde comienzos del siglo XX y la cooperación entre Hollywood, el Departamento de Defensa, la CIA y otros organismos gubernamentales no es nada nuevo.
El Oscar a la mejor película por Argo , que Ben Affleck recibió de manos de Michelle Obama, muestra la proximidad de esta industria con Washington. Según Soraya Sepahpour-Ulrich, Argo es una película propagandística que esconde la desagradable verdad de la crisis iraní de los rehenes, concebida para preparar al público norteamericano para la próxima confrontación con Irán:
Los observadores políticos extranjeros hace tiempo que saben que Hollywood actúa como vehículo para mostrar y promover las políticas norteamericanas (que, a su vez, deciden Israel y sus partidarios). Esta realidad se hizo pública cuando Michelle Obama anunció el Óscar para Argo , un film muy propagandístico y anti-iraní. Entre el brillo y la emoción, Hollywood y la Casa Blanca revelan su pacto y lanzan el mensaje a tiempo de las próximas conversaciones sobre el programa nuclear iraní [...]
"Una de las tendencias más generalizadas de la cultura occidental del siglo XXI se ha convertido en una especie de obsesión en Estados Unidos.
Se trata de la recreación y confección a medida de ciertos acontecimientos históricos que refuercen el paradigma político existente y cuenten "la historia según Hollywood" utilizando cientos de millones de dólares de la maquinaria corporativa de los estudios cinematográficos"
Patrick Henningsen, "Hollywood History: CIA Sponsored `Zero Dark Thirty', Oscar for `Best Propaganda Picture´ "
La historia del apoyo de Hollywood a las políticas norteamericanas viene de muy atrás. En 1917, cuando Estados Unidos se unió a la Primera Guerra Mundial, la comisión de información pública (CPI) del presidente Woodrow Wilson consiguió la colaboración de la industria del cine para realizar películas formativas y de apoyo "a la causa". George Creel, presidente del CPI sostenía que las películas eran cruciales para "trasladar el espíritu del americanismo a cada rincón del planeta".
Ese pacto se vio muy reforzado durante la Segunda Guerra Mundial [...y] la contribución de Hollywood fue la de desarrollar propaganda. Después de la guerra, Washington correspondió por su parte, proporcionando subvenciones, disposiciones especiales en el Plan Marshall y utilizando su influencia general para forzar los resistentes mercados cinematográficos europeos [...]
Mientras Hollywood y la Casa Blanca festejan con entusiasmo Argo y su mensaje propagandístico, ocultan deliberadamente y sin rubor alguno un aspecto crucial de este acontecimiento "histórico". El brillo esconde el hecho de que los estudiantes iraníes que tomaron la embajada de Estados Unidos en Teherán también revelaron al mundo el oscuro secreto de Israel. Documentos calificados como "secretos" pusieron al descubierto las actividades de LAKAM, una red israelí organizada en 1960 para realizar espionaje económico en EE.UU. y perteneciente a la diversidad de agencias de inteligencia científica que trabajaban en Estados Unidos a favor de la industria de defensa israelí" (Soraya Sepahpour-Ulrich, "Oscar to Hollywood's Argo: And the Winners are... the Pentagon and the Israel Lobby).
Para conocer la realidad de la crisis de los rehenes iraní, una operación encubierta de la CIA, Global Research recomienda la lectura del artículo de Harry V. Martin publicado en 1995:
"The Real Iranian Hostage Story fron the Files of Fara Mansoor":
Fara Mansoor es un fugitivo. Aunque no haya quebrantado ninguna ley en Estados Unidos. Su delito es la verdad. Lo que tiene que decir y los documentos que guarda equivalen a su pena de muerte; Mansoor es un iraní que formaba parte del "establishment" en Irán mucho antes de la crisis de los rehenes en 1979. Los datos que aporta Mansoor descartan la supuesta "teoría de la sorpresa de octubre" por la que Ronald Reagan y George Bush habrían pagado a los iraníes para que mantuvieran a 52 rehenes norteamericanos hasta pasadas las elecciones presidenciales de noviembre de 1980 [...]
Con cientos de documentos en los que sustentar su posición, Mansoor afirma que la "crisis de los rehenes" fue una "herramienta de gestión" política creada por la facción de la CIA favorable a Bush, y desarrollada gracias a una alianza previa con los fundamentalistas islámicos de Jomeini. Según afirma, su propósito era doble:
- Mantener Irán intacto y sin comunistas facilitando a Jomeini todo el control.
- Desestabilizar al gobierno Carter y colocar a George Bush en la Casa Blanca. (Harry V. Martin, "The Real Iran Hostage Crisis: A CIA Covert Op)
Zero Dark Thirtyes otra magnífica obra de propaganda que también ha suscitado indignación este mismo año, pues aprovecha los terribles sucesos del 11-S para presentar la tortura como un mal necesario y efectivo:
Zero Dark Thirty es inquietante por dos razones. La principal de ellas es que crea en el espectador la errónea impresión de que la tortura ayudó a la CIA a encontrar el escondite de Bin Laden en Pakistán.
Y, por si fuera poco, ignora la ilegalidad y la inmoralidad de utilizar la tortura como técnica de interrogatorio.
El thriller empieza advirtiendo que está "basado en el relato de primera mano de hechos reales". Después de mostrar imágenes de los terribles ataques del 11-S, pasa a una larga descripción gráfica de la tortura. (que encima fueron un autoatentado)
Se somete al detenido "Ammar" a ahogamiento simulado (waterboarding) , posturas de tensión, privación del sueño y reclusión en una pequeña caja. Como resultado de la tortura, revela el nombre del correo que finalmente conduce a la CIA hasta la localización y asesinato de Bin Laden. Tal vez sea una buena representación, pero es inexacto y engañoso (Marjorie Cohn, "Zero Dark Thirty, Torturing the Facts").
Con motivo de la entrega de los premios Golden Globe, este mismo año, algunos analistas criticaron que Hollywood "celebrara el Estado policial" y afirmaron que el ganador de los premios había sido el complejo militar-industrial:
Homeland ganó premios a la mejor serie, mejor actor y mejor actriz de televisión. Se trata de una serie entretenida que en realidad retrata algunos de los defectos del sistema.
Argo ganó al mejor director y mejor película. Se trata de un film que glorifica a la CIA, y Ben Affleck pronunció las mayores alabanzas de este organismo.
Y el de la mejor actriz fue Jessica Chastain, deZero Dark Thirty, una película que ha sido despreciada por hacer propaganda de la tortura.
El complejo de inteligencia militar industrial cada vez desempeña un papel mayor en nuestras vidas. Durante los próximos años veremos películas centradas en el uso de la tecnología de los drones , aviones no tripulados, en misiones policiales y de espionaje en EE.UU.
Ya hemos visto algunas que mostraban cómo los espías violan cualquier aspecto de nuestra vida privada, incluso de las partes más íntimas. Al realizar series de televisión y películas que celebran esta ampliación cancerígena del Estado policial, Hollywood y los grandes estudios están normalizando las ideas que representan: la mentira al público mediante la creación rutinaria de historias fraudulentas que encubren lo que realmente está pasando (Rob Kall, citado en el Washingtonblog, The CIA and Other Government Agencies Dominate Movies and Television).
Todas estas conflictivas conexiones de Hollywood han sido estudiadas con detalle en un informe de Global Research publicado en enero de 2009, "Lights, Camera... Covert Action: The Deep Politics of Hollywood". El artículo enumera gran cantidad de películas en cuyo guión han colaborado por motivos de propaganda el Departamento de Defensa, la CIA y otros organismos gubernamentales. Es interesante señalar que el director premiado con un Óscar este año, Ben Affleck, cooperó con la CIA en 2002 cuando protagonizaba The Sum of All Fears (Pánico nuclear).
Los autores Matthew Alford y Robbie Graham explican que, comparado con la CIA, el Departamento de Defensa "mantiene una relación abierta aunque poco publicitada con la serie Tinsel Town ", relación que, "siendo moralmente dudosa y poco anunciada, ha tenido lugar de forma pública". Estos autores citan un informe de 1999 de la CIA que muestra el aumento de influencia de la organización, no solo en el negocio del cine sino también en los medios de comunicación, en donde "tiene contactos con periodistas de todas las principales agencias de noticias, periódicos, semanarios de información y cadenas de televisión de la nación". Solo en 1996, la CIA anunció que "estaba dispuesta a colaborar abiertamente con las producciones de Hollywood, supuestamente limitándose a actuar como `asesora´":
La decisión de la CIA de trabajar abiertamente con Hollywood estuvo precedida por la publicación de un informe sobre mayor apertura de la organización, recopilado por el grupo específico nombrado por su director, Robert Gates con ese fin, que se planteaba en secreto (¡qué ironía!) si la organización debería ser menos secretista. El informe reconoce que la CIA "tiene contactos con periodistas de todas las principales agencias de noticias, periódicos, semanarios de información y cadenas de televisión de la nación" y sus autores señalan que esto les había ayudado a "transformar algunos casos de fracasos en operaciones con éxito y había contribuido a la exactitud de muchos otros". Continúa revelando que, en el pasado, la CIA ha "convencido a algunos periodistas de posponer, cambiar, mantener en secreto o incluso desechar historias que podrían haber tenido efectos adversos en la seguridad nacional" [...]
El autor de novelas de espionaje Tom Clancy ha mantenido una relación especialmente cercana con la CIA.
En 1984, fue invitado a visitar la sede de la organización en Langley, tras escribir "A la caza de Octubre Rojo", que se convertiría en película años más tarde. La CIA repitió su invitación cuando trabajaba en "Juego de Patriotas" (1992) y cuando se hizo su adaptación cinematográfica, la agencia permitió el acceso a su complejo. Más recientemente, "Pánico nuclear" (2002) describía a la CIA a la busca y captura de terroristas que hacían explotar un arma nuclear en suelo norteamericano. En este caso, fue su director, George Tenet quien actuó como guía personal en un tour con los cineastas por las instalaciones de la organización; el protagonista de la película, Ben Affleck, también consultó con los analistas de la organización y Chase Brandon sirvió de asesor en el rodaje.
Durante la Guerra Fría, el agente del comité estratégico psicológico (PSB) Luigi G. Luraschi actuó como ejecutivo de la Paramount. "Había conseguido que diferentes directores de casting aceptaran incluir ingeniosamente en las películas "negros bien vestidos", entre ellos un "solemne mayordomo" que pronunciaba algunas frases indicando que `era un hombre libre´". El propósito de estas modificaciones era "dificultar la capacidad de los soviéticos de explotar las malas relaciones raciales del enemigo y sirvió para crear una impresión particularmente anodina de Estados Unidos, que en aquella época todavía vivía la segregación racial. (Ibíd.)
Las últimas producciones ganadoras de Óscars muestran que la visión maniquea del mundo que presenta la agenda política extranjera norteamericana no ha cambiado desde la Guerra Fría. La alianza entre Hollywood y la CIA sigue viva y en buen estado y aún retrata a Estados Unidos como el "líder del mundo libre" que lucha contra el "mal" en todo el mundo:
Las interconexiones entre el aparato de Hollywood y el de la seguridad nacional se mantienen tan estrechas como siempre.
El ex-agente de la CIA Bob Baur nos confesó que "existe una simbiosis entre la CIA y Hollywood [...]"
Las afirmaciones de Baer ganan peso con los encuentros en Sun Valley, concentraciones anuales en ese valle de Idaho en donde varios centenares de los nombres más señalados de los medios de comunicación norteamericanos –incluyendo a todos los ejecutivos de los grandes estudios de Hollywood- se juntan para debatir la estrategia mediática colectiva para el año próximo. (Ibíd.)
Julie Levesque Global Research http://www.globalresearch.ca/screen-propaganda-hollywood-and-the-cia/5324589
mas ejemplos:
THE HURT LOCKER - simple propaganda de guerra - HOLLYWOOD = PENTAGONO
Mensaje: ¡ NO NOS VAMOS. SOMOS MUY NECESARIOS ¡
La PROPAGANDA de los vencedores se convierte en la HISTORIA de los vencidos
La ciudad fea y violenta es Bagdad.
"Nuestro" heroe es el sargento de primera clase de la Armada de Estados Unidos William James (Jeremy Renner), un temerario especialista en desarmar bombas.
Lo vemos una y otra vez, lidiando con artefactos de todos los tamaños, ora en un suburbio de Bagdad, ora frente a oficinas de las Naciones Unidas…en la segunda mitad del filme se adentra por su cuenta a las calles oscuras para investigar a los terroristas que arman bombas.
También, en una mala tarde, sostiene un duelo de francotiradores en las afueras de la ciudad fea y violenta… así acaba su rotación, y vuelve a casa.
“Los terroristas estacionan un camión en un mercado, regalan caramelos… y explota”, le cuenta a su mujer Connie (Evangeline Lilly, la Kate de Lost) una tarde de lluvia en su bella casa: “Necesitan más técnicos en bombas”, explica nuestro héroe.
Y vuelve, claro, a la ciudad fea y caliente y violenta. Fin. Aplausos. Mejor película, mejor dirección, mejor guión original, y otros tres muñequitos más… ahora, a distribuirla en América Latina.
Los hombrecitos dorados atraen como nada en los afiches de los cines. Más millones garantizados. Más propaganda de guerra.
De una guerra de ocupación que ya lleva siete años, y donde murieron, según cálculos muy conservadores, alrededor del 1.000.000 de personas y 4.000.000 de desplazados.
El detalle de las bajas estadounidenses es más puntilloso: 4698 hasta ahora.
Sin embargo, en la gran ganadora de los Oscar nuestros héroes jamás disparan sus fusiles si no están seguros de que el civil que tienen enfrente representa una amenaza. Se ponen nerviosos, sí. Hasta tienen miedo, pero no disparan.
¿Quién mató entonces a tantos civiles en Irak? Nuestros héroes, seguro que no.
Por el contrario, allí vemos cómo los marines ayudan a mujeres a salir de zonas peligrosas, a coroneles estadounidenses conversando amablemente con ciudadanos iraquíes, al sargento James desesperado porque no puede quitar un corsé de explosivos a un civil al que los malos, los terroristas, obligaron a convertirse en hombre bomba.
En “The Hurt Locker” puede verse, también, a un grupo de “contratistas” británicos asesinando a dos detenidos (valen 250.000 libras, vivos o muertos). Eso sí, antes nos aclararon que los dos detenidos son dos terroristas muy buscados y una escena más adelante, el sicario muere también.
¿Justicia divina? . Es una escena que se repite en todas las producciones de Hollywood. Ojo por ojo .
Como sea, en esta guerra de Hollywood los ciudadanos de bien podemos sentirnos tranquilos. Mueren los terroristas, pero también sus matadores poco ortodoxos.
Nuestros héroes desean fumar marihuana, pero no la consumen, sólo alcohol. Desean irse de putas, pero no van.
Desean ser buenos soldados, pero no saben si lo han logrado. Eso sí, en esta guerra de Hollywood, nadie se pregunta qué hacen nuestro héroes tan lejos de Kentucky o Minnesota.
En “The Hurt Locker” los civiles iraquíes, esos que ya han muerto por centenares de miles, son hostiles, pero no mucho. En un pasaje del filme, nuestros héroes viajan en un vehículo blindado mientras unos niños les arrojan piedras, el plano siguiente es una subjetiva desde dentro del vehículo, ahí podemos ver las caras de los querubines, están sonriendo.
En la guerra de Hollywood los niños no sufren ni repudian, ni mueren, juegan.
Mientras, los marines desarman bombas. Y es que en Irak son tan necesarios como en la Haití post terremoto, en la Colombia del “narcoterrorismo” o en la Afganistán del inasible Osama.
Y para los que tengan dudas de la necesidad que tenemos de que los marines sean la policía internacional, está Hollywood y la primera directora ganadora de un Oscar, y el primer presidente negro, galardonado con el menos glamoroso pero siempre efectivo Premio Nobel de la Paz.
Sobre el caracter de la guerra y la situacion de los Iraquies, nada.
“El fin justifica los medios” Maquiavelo
“Aunque el engaño sea detestable en otras actividades, su empleo en la guerra es laudable y glorioso, y el que vence a un enemigo por medio del engaño merece tantas alabanzas como el que lo logra por la fuerza.” Maquiavelo
"Una pelicula detestable, sinuosa y de propaganda belica" Trueba (director de cine)
2012 feb:
En el marco del Festival de Cine Internacional de Teherán, se celebró la segunda conferencia internacional sobre “El hollywodismo y el cine”, donde se reunieron medio centenar de investigadores antisionistas de más de 15 países.
Los participantes estudiaron los principales impactos contra los valores humanos que provoca el cine de Hollywood, así como las alternativas para hacer frente a esta situación.
Los participantes aportaron pruebas y argumentos a la idea central de que
“la enfermedad mental made in USA” que vehicula la producción de Hollywood para la exportación, es un arma esencial del Pentágono, en tanto prepara los espíritus y manipula el subconsciente de las masas, condicionadas por esas imágenes y esquemas con los cuales es cebada, hasta el punto de no reaccionar de acuerdo a sus verdaderos intereses o no emprender una resistencia decidida frente a ello.
El problema de la represión y la arbitrariedad que azotan a los investigadores en Occidente fue también tratado, en particular, en torno al caso de Pedro Varela, librero español actualmente en prisión en Barcelona, por la difusión de obras que desagradan a la comunidad judía y al fiscal “anti-odio” (¿?) de Cataluña, y esto incluso a pesar de que la contestación o puesta en duda de las versiones oficiales acerca del conocido como “genocidio” es explícitamente legal, según el Tribunal Constitucional español.
Los participantes, entre ellos varios ciudadanos estadounidenses, han contemplado diferentes medios y formas cinematográficas para luchar contra la propaganda hollywoodiense.
El cómico francés Dieudonné, por ejemplo, mostró su confianza en el advenimiento de una conciencia popular lúcida, anti-imperialista, tolerante y abierta a los demás, a través de la sátira y de los espectáculos que desdramatizan tanto las tensiones judías como las no judías.
Todos los oradores celebraron el buen humor con el cual llegaron a debatir los invitados europeos, quienes valoraban la necesidad de una urgente revisión de la historia oficial de la II Guerra Mundial acerca de los informes entre los Judios y los Nazis, con los invitados estadounidenses presentes, que se reclaman generalmente de orígen judío.
Los rabinos anti-sionistas del movimiento Neturei Karta, que en el año 2004, cuando nadie quería escucharlos, fueron recibidos por Dieudonné en su teatro para celebrar una conferencia de prensa, mostraron su honestidad habitual escuchando cortésmente opiniones revisionistas muy inusuales en su entorno.La conferencia terminó con una resolución de completa y unánime solidaridad con Irán frente a los embargos y agresiones OTANescas directas, y frente a las imposturas acompañadas de injerencias militares para desestabilizar a Siria y debilitar a Irán.
Declaración final de la conferencia (en inglés)
Entre los investigadores, escritores y cineastas homenajeados y/o participantes en el encuentro, además de los mencionados Robert Faurisson y Dieudonné, estaban el norteamericano Oliver Stone -representado por su hijo Sean Stone-; los franceses María Poumier, Paul Eric Blanrue, Alain Brunte, Arnauld Leon Cohen y Vincent Reynouard (a quien le fue denegada la salida de Francia, pese a haber sido liberado tras cumplir prisión por sus investigaciones); el profeso universitario italiano Claudio Moffa; los españoles Manuel Galiana y Niko Roa, etc.
Entrega de premios con el Presidente Ahmadineyad |
Esto simplemente nos recuerda que Hollywood (desde siempre) es un departamento del pentagono y trabaja en la guerra psicologica perenne contra sus propios ciudadanos y contra todo el planeta , manipulacion necesaria para mantener un estado de guerra ...perpetua.
Si, para mantener ese casi 50% del presupuesto de Washington en la guerra , dividido en muchas partidas
Aqui un ejemplo con el periodismo , a lo que algunos llaman
"LIMPIABOTAS DEL PENTAGONO" y otros
"LOS TAQUIGRAFOS DEL PENTAGONO"
El Blues de los medios from Naturaleza y Medio Ambiente on Vimeo.
http://questiondigital.com/2010/03/08/hollywood-o-como-quedarse-para-siempre-en-irak/
Hollywood y el Pentágono han copulado en la oscuridad desde los inicios de la industria del cine y de paso han copulado con tu mente con una incesante - a veces sutil, a veces explícita - propaganda, que es lo que sustenta la demencia planetaria que permite que vivamos en guerra.
Parte fundamental del entretenimiento es que el producto final no revela lo que hay detrás: esto es lo que ha sido llamado "la magia del cine". No vemos los monumentales sets (maquetas, animaciones digitales o cartón); no vemos a los cientos de personas que participan para lograr una toma; no vemos, en lo absoluto, las cámaras, las luces, los micrófonos y toda la tecnología que permite que la imagen con todo su brillo y poder entre a tu mente. Pero tampoco vemos, a menos de que seamos muy atentos, la ideología y la propaganda que motiva, de raíz, los programas y películas de "mero entretenimiento" que millones de personas ven todos los días.
Como expondremos aquí, basándonos en datos verificables, todossomos objeto de una operación propagandística de control mental, que tiene uno de sus frentes más claros y mentalmente más invasivos en la relación entre el Ejército de Estados Unidos y Hollywood, tanto, que es apropiado hablar de estas industrias como una sola de Entretenimiento-Militar (o Military-Entertainment Complex, como se le llama en inglés).
Esta estrecha relación se basa en una conveniente dependencia entre ambas industrias. Por una parte Hollywood necesita de los "juguetes" del Ejército para filmar cualquier escena de guerra o incluso del género futurista (usando tecnología que dé verosimilitud); por otra parte, el Pentágono necesita de la difusión, del marketing de Hollywood para promover un perenne estado de guerra, convencer a los ciudadanos de enlistarse en la milicia o mostrarse complacientes con un Estado que tolera que sus contribuciones sean usadas para financiar la monstruosa máquina bélica. La publicidad directa, el Ejército lo ha notado, no es tan efectiva como la glorificación de la guerra y la empatía que logran, con todo el arte dramático, los magos del show business, los forjadores de sueños del bosque sagrado de Hollywood. Además existe un lazo profundo entre los grandes estudios de Hollywood, sus dueños y los dueños de las grandes compañías como General Electric, NBC yUniversal, que también tienen participación en la industria militar. Un negocio redondo.
Cuando podríamos pensar que la sociedad está cansada de la guerra, se viene, necesariamente para dinamizar esta economía neuropolítica, una cuantiosa camada de cintas que exaltan el espíritu de la guerra y lo incrustan en la profundidad de la psique de los ciudadanos - que a fin de cuentas son los que pagan, lo mismo los boletos de cine que los misiles y aviones de guerra.
David Sirota, cuyo trabajo encomiamos por dar a conocer en el mainstream la colusión entre Hollywood y el Pentágono, advierte que se aproxima una serie de películas cuyo objetivo es ensalzar a los Navy Seals y, claro, reforzar la ideología pro-guerra. El director Peter Berg acepta incluso que en su próximo tributo cinematográfico a los Seals contó con la aprobación del Pentágono. "La idea de una vieja cinta de combate, en la que la política está muy clara - apoyamos a estos hombres - fue más atractiva para ellos", dijo Berg, haciendo notar que la película será "un desinhibido tributo a la valentía de los Seals". Saquen los violines, las gotas perladas de su sudor en close-up, los lentes de nightvision y las ráfagas de artillería de última generación.
La renombrada dierctora Kathryn Bigelow (primera mujer en ganar el Oscar al mejor director y esposa del agente de la industria militar, James Cameron) es la elegida para dirigir la oda fílmica a la captura de Osama bin Laden. La película hará uso de información clasificada brindada por la CIA y evidentemente contará una historia para que se regodee el Pentágono. "La misión fue un triunfo estadounidense, tanto heroico como apartidista, y no hay ninguna base para sostener que nuestra película representará esta enorme victoria de otra forma", dijo Bigelow, endulzando los bigotes de los peces gordos del Pentágono.
Ahora veamos que esta connivencia, como brazo de propaganda, es tan vieja casi como la industria del cine y mucho más sutil y poderosa que lo hecho por Goebbels.
¡¡Fuego amigo!! Una breve historia de amor entre Hollywood y la Industria Militar
David L. Robb documenta en su libro Operation Hollywood la enorme cantidad de películas que han sido subvencionadas y avaladas por la industria militar. Esta sociedad, que a fin de cuentas hace su merchandising sobre la mente de las masas, se sella cuando Estados Unidos entró a la Primera Guerra Mundial, estableciéndose paralelamente el Comité de Información Pública que formula las pautas a seguir para promover el apoyo doméstico. En 1917 el diario de la industria del cine, Motion Pictures News, proclama: "Todo individuo trabajando en la industria ha prometido proveer afiches, películas, tráilers y negativos para esparcir la propaganda necesaria para la inmediata movilización de los grandes recursos de la nación".
La ganadora del primer Premio de la Academia a la Mejor Película, Wings (una especie de proto Top Gun de 1927), contó con todo el apoyo del Pentágono.
Con la entrada de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial la colaboración se expandió niveles inéditos. Los estudios de Hollywood produjeron, a la velocidad de las palomitas de maíz, una serie de dramas de guerra para exaltar el heroismo del esfuerzo estadounidense en combate. Numerosas películas se produjeron, pero quizás la más conocida sea el documentalWhy We Fight, presentado en siete entregas (1942-1945), obra del brillante director Frank Capra (italiano de origen), quien en cierta medida jugó el mismo papel que Leni Riefenstahl en la Alemania Nazi.
En los años 50 la milicia trabajó con Lassie para mostrar nueva tecnología militar y produjo "Mouse Reels" para el Mickey Mouse Club: uno de los programas mostraba a unos niños visitando el primer submarino nuclear (eso es lo que se llama formar futuros). Al respecto el periodista David Robb descubrió un memorándum del Pentágono, de esa misma época, en el que sea hacía notar que la producción mediática enfocada en los niños "es una excelente oportunidad para introducir a una nueva generación a la Marina nuclear".
Los niños siguen siendo el blanco del Pentágono. Como afirma David Sirota en su nuevo libro Back to Our Future, buena parte de la industria de los videojuegos fue subsidiada en el inicio por contratistas militares, de donde se entiende por qué la mayoría de los primeros juegos tuvieron una inclinación marcial (Atari Combat, Misile Command, Contra, etc.) Y si bien esto es algo que aún prevalece, será el tema de un artículo próximo.
Sin embargo, la influencia del Pentágono no se limita a películas de guerra o videojuegos. La comedia disparatada Stripes, con Bill Murray, fue drásticamente alterada en su preproducción, evitando mencionar las bases militares y la influencia del Ejército de Estados Unidos en América Latina.
Jurassic Park III (2001) recibió dos helicópteros Seahawk, cuatro vehículos anfibios de asalto y ochenta miembros de la fuerza naval para redar una playa al final de la película (porque además, por si lo anterior no bastara, en la nueva gama de películas de Navy Seals se obliga a los soldados a ser actores). Esto se dio bajo el acuerdo de hacer "product placement" militar. Un beauty shot muestra el logo de la Fuerza Naval durante el momento cumbre del rescate de los protagonistas y se incluyó una línea de diálogo donde se agradece a los marines (esos héroes de la forzada imaginaria pop).
Se sabe bien que películas como Rambo y Top Gun aumentan el reclutamiento militar. Según la Fuerza Naval, el estreno de Top Gun hizo que aumentara hasta 400% el número de jóvenes que se enlistaron para la aviación naval. Tanto se entusiamó el Ejército por dicha película que incluso organizaron eventos de reclutamiento en las salas de cine - pretendiendo vorazmente canalizar la fresca inspiración pro militar de la cinta. "Los chicos salían de la sala con los ojos tan grandes como platillos y decían '¿Dónde firmo'", declaró el mariscal David Georgi ("¡Hey! ¡Tú puedes ser el próximo Maverick!"). Incluso hoy en día, como parte de ese tenebroso feedback, se nombran misiones militares con personajes y códigos de la película Top Gun y otras fantasías militares de los ochenta, implantando estos memes en las psiques de "Los lobeznos que han crecido y han ido Irak", según se refiere el Ejército a esa generación.
Asesores especiales militares reciben un nombramiento especial para asegurarse que los directores no intenten introducir innovaciones fuera del guión que se alejen de las directrices del Pentágono. El mariscal David Georgi, asesor de la película Clear and Present Danger, le dijo a Robb: "Siempre está en la mente de los productores intentar darle un giro a la película en la dirección original que nos habían presentado [...]. Es mi trabajo como consejero técnico asegurarme que la película no se desvíe sustancialmente de la versión aprobada" (Operation Hollywood, p. 38).
Esta intereferencia es tal que hoy en día ni siquiera la tratan de ocultar. La Oficina de Entrenimiento de la Fuerza Aérea incluso tiene su propio sitio web Wings over Hollywood y la CIA nombró en el 2001 a su asesor oficial para la industria del cine.
Después del 11 de septiembre el principal asesor político de George W. Bush, Karl Rove, se reunió con los jefes de las grandes casas productoras para obtener su apoyo en la guerra contra el terror.
En junio de este año, Michelle Obama reunió a 500 productores, escritores y actores en Los Ángeles para pedirles que incorporaran más historias militares familiares al entretenimiento como parte de la iniciativa de la Casa Blanca "Joining Forces".
Entre las películas más recientes que han contado con el apoyo de equipo militar se encuentran los blockbusters Trasnformers 3 y Battle of Los Angeles (una película en la que el Ejército lucha contra unos OVNIs, algo que podría ser parte de la nueva gran agenda de programación predictiva del Pentágono: extraterrestres y transhumanismo).
En contraste, hay que resaltar las películas que no recibieron apoyo de la industria militar porque sus directores se negaron a modificar la historia: The Last Detail (1973), Apocalypse Now (1979), An Officer and a Gentleman (1982), Born on the Fourth of the July (1989) y Forrest Gump (1994).
Por otra parte, como señala David Robb, la manera preferencial en la que el Pentágono apoya a ciertas películas y a otras no es una violación de la Primera Enmienda de Estados Unidos, en la que se hace manifiesto no solo el derecho a la libre expresión, sino también que el gobierno no deberá favorecer una expresión sobre otra. La infraestrcutura militar de Estados Unidos le pertenece a los ciudadanos, por lo cual, en teoría, no debería de comportarse como una corporación privada en la que se puede escoger, arbitrariamente, con qué empresa se trabaja. En todo caso se debería de licitar el uso de su tecnología a cualquier película y no solo a aquellas que aceptan glorificar sus intereses.
Hoy en día un manojo de compañías controlan el cine en Estados Unidos, princpalmente Disney, AOL-Time Warner, Sony, General Electric, News Corporation y Seagram. Los intereses de estas compañías generalmente están alineados con los de la industria militar y sus contratistas, como parte de una gran obra (sangrienta) de ficción planetaria. Como dijera Rupert Murdoch en el 2003, después de la invasión de Irak, una ocupación exitosa bajaría los precios de petróleo y beneficiaría la economía: "Esto sería más grande que cualquier reducción de impuestos en cualquier país".
Lo que vemos, y hay que llamarlo por su nombre, es una sociedad semisecreta, a caballo entre el poder político-militar y el poder de entretenimiento-económico, intercalando posiciones hasta fundirse en un aparato de control único. La sociedad del espectáculo en la que vivimos no es solamente la casualidad del mercado libre y de la naturaleza humana de buscar entretenimiento o de consumir historias. Lo sabían los grandes políticos griegos: el teatro es el perfecto escenario de adoctrinamiento justamente porque los ciudadanos no lo rechazan reempaquetado, glamorizado y supuestamente libre de la ideología política oficial. El cine es el aparato de adoctrinamiento más poderoso inventado hasta la fecha porque simula la realidad al incorporar todas las artes en un mismo flujo, convirtiéndose en una extensión de nuestros sueños, de nuestras imágenes mentales y, por lo tanto, penetra el inconsciente, donde implanta sus semillas. Esta frase de F.Scott Fitzgerald (citado por Jason Horsley) encierra la magnitud de esta brujería:
"La películas nos han robado nuestros sueños. De todas las traiciones esta es la peor".
Sueños minados, mentes militarizadas. Para que el mundo permita que siga sana y campante la industria de la guerra (algo totalmente demente) se necesita una imperceptible lobotomía de la mente global. ¿De qué otra forma aceptaría un joven ir a morir a una tierra lejana solamente para que los CEOs de las grandes compañis petroleras, de los bancos, de las grandes productoras, engrosen los ceros en sus cheques a fin de año? ¿De qué otra forma odiaríamos a los habitantes de un país que no conocemos y que no nos han hecho nada (solo han agredido un supuesto ideal), que viven a miles de kilómetros, si no somos bombardeados mentalmente para conseguir el efecto de que percibamos a estas personas como malignas y pensemos que debemos destruirlas en pro de la libertad o alguna otra abstracción?
Así que si alguna vez te habías preguntado por qué incluyen balaceras y persecuciones injustificadas en casi todas las películas de Hollywood, ahí tienes tu respuesta. Ahora pide que te regresen un cerebro que pueda estar en paz.
Parte fundamental del entretenimiento es que el producto final no revela lo que hay detrás: esto es lo que ha sido llamado "la magia del cine". No vemos los monumentales sets (maquetas, animaciones digitales o cartón); no vemos a los cientos de personas que participan para lograr una toma; no vemos, en lo absoluto, las cámaras, las luces, los micrófonos y toda la tecnología que permite que la imagen con todo su brillo y poder entre a tu mente. Pero tampoco vemos, a menos de que seamos muy atentos, la ideología y la propaganda que motiva, de raíz, los programas y películas de "mero entretenimiento" que millones de personas ven todos los días.
Como expondremos aquí, basándonos en datos verificables, todossomos objeto de una operación propagandística de control mental, que tiene uno de sus frentes más claros y mentalmente más invasivos en la relación entre el Ejército de Estados Unidos y Hollywood, tanto, que es apropiado hablar de estas industrias como una sola de Entretenimiento-Militar (o Military-Entertainment Complex, como se le llama en inglés).
Esta estrecha relación se basa en una conveniente dependencia entre ambas industrias. Por una parte Hollywood necesita de los "juguetes" del Ejército para filmar cualquier escena de guerra o incluso del género futurista (usando tecnología que dé verosimilitud); por otra parte, el Pentágono necesita de la difusión, del marketing de Hollywood para promover un perenne estado de guerra, convencer a los ciudadanos de enlistarse en la milicia o mostrarse complacientes con un Estado que tolera que sus contribuciones sean usadas para financiar la monstruosa máquina bélica. La publicidad directa, el Ejército lo ha notado, no es tan efectiva como la glorificación de la guerra y la empatía que logran, con todo el arte dramático, los magos del show business, los forjadores de sueños del bosque sagrado de Hollywood. Además existe un lazo profundo entre los grandes estudios de Hollywood, sus dueños y los dueños de las grandes compañías como General Electric, NBC yUniversal, que también tienen participación en la industria militar. Un negocio redondo.
Cuando podríamos pensar que la sociedad está cansada de la guerra, se viene, necesariamente para dinamizar esta economía neuropolítica, una cuantiosa camada de cintas que exaltan el espíritu de la guerra y lo incrustan en la profundidad de la psique de los ciudadanos - que a fin de cuentas son los que pagan, lo mismo los boletos de cine que los misiles y aviones de guerra.
David Sirota, cuyo trabajo encomiamos por dar a conocer en el mainstream la colusión entre Hollywood y el Pentágono, advierte que se aproxima una serie de películas cuyo objetivo es ensalzar a los Navy Seals y, claro, reforzar la ideología pro-guerra. El director Peter Berg acepta incluso que en su próximo tributo cinematográfico a los Seals contó con la aprobación del Pentágono. "La idea de una vieja cinta de combate, en la que la política está muy clara - apoyamos a estos hombres - fue más atractiva para ellos", dijo Berg, haciendo notar que la película será "un desinhibido tributo a la valentía de los Seals". Saquen los violines, las gotas perladas de su sudor en close-up, los lentes de nightvision y las ráfagas de artillería de última generación.
La renombrada dierctora Kathryn Bigelow (primera mujer en ganar el Oscar al mejor director y esposa del agente de la industria militar, James Cameron) es la elegida para dirigir la oda fílmica a la captura de Osama bin Laden. La película hará uso de información clasificada brindada por la CIA y evidentemente contará una historia para que se regodee el Pentágono. "La misión fue un triunfo estadounidense, tanto heroico como apartidista, y no hay ninguna base para sostener que nuestra película representará esta enorme victoria de otra forma", dijo Bigelow, endulzando los bigotes de los peces gordos del Pentágono.
Ahora veamos que esta connivencia, como brazo de propaganda, es tan vieja casi como la industria del cine y mucho más sutil y poderosa que lo hecho por Goebbels.
¡¡Fuego amigo!! Una breve historia de amor entre Hollywood y la Industria Militar
David L. Robb documenta en su libro Operation Hollywood la enorme cantidad de películas que han sido subvencionadas y avaladas por la industria militar. Esta sociedad, que a fin de cuentas hace su merchandising sobre la mente de las masas, se sella cuando Estados Unidos entró a la Primera Guerra Mundial, estableciéndose paralelamente el Comité de Información Pública que formula las pautas a seguir para promover el apoyo doméstico. En 1917 el diario de la industria del cine, Motion Pictures News, proclama: "Todo individuo trabajando en la industria ha prometido proveer afiches, películas, tráilers y negativos para esparcir la propaganda necesaria para la inmediata movilización de los grandes recursos de la nación".
La ganadora del primer Premio de la Academia a la Mejor Película, Wings (una especie de proto Top Gun de 1927), contó con todo el apoyo del Pentágono.
Con la entrada de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial la colaboración se expandió niveles inéditos. Los estudios de Hollywood produjeron, a la velocidad de las palomitas de maíz, una serie de dramas de guerra para exaltar el heroismo del esfuerzo estadounidense en combate. Numerosas películas se produjeron, pero quizás la más conocida sea el documentalWhy We Fight, presentado en siete entregas (1942-1945), obra del brillante director Frank Capra (italiano de origen), quien en cierta medida jugó el mismo papel que Leni Riefenstahl en la Alemania Nazi.
En los años 50 la milicia trabajó con Lassie para mostrar nueva tecnología militar y produjo "Mouse Reels" para el Mickey Mouse Club: uno de los programas mostraba a unos niños visitando el primer submarino nuclear (eso es lo que se llama formar futuros). Al respecto el periodista David Robb descubrió un memorándum del Pentágono, de esa misma época, en el que sea hacía notar que la producción mediática enfocada en los niños "es una excelente oportunidad para introducir a una nueva generación a la Marina nuclear".
Los niños siguen siendo el blanco del Pentágono. Como afirma David Sirota en su nuevo libro Back to Our Future, buena parte de la industria de los videojuegos fue subsidiada en el inicio por contratistas militares, de donde se entiende por qué la mayoría de los primeros juegos tuvieron una inclinación marcial (Atari Combat, Misile Command, Contra, etc.) Y si bien esto es algo que aún prevalece, será el tema de un artículo próximo.
Sin embargo, la influencia del Pentágono no se limita a películas de guerra o videojuegos. La comedia disparatada Stripes, con Bill Murray, fue drásticamente alterada en su preproducción, evitando mencionar las bases militares y la influencia del Ejército de Estados Unidos en América Latina.
Jurassic Park III (2001) recibió dos helicópteros Seahawk, cuatro vehículos anfibios de asalto y ochenta miembros de la fuerza naval para redar una playa al final de la película (porque además, por si lo anterior no bastara, en la nueva gama de películas de Navy Seals se obliga a los soldados a ser actores). Esto se dio bajo el acuerdo de hacer "product placement" militar. Un beauty shot muestra el logo de la Fuerza Naval durante el momento cumbre del rescate de los protagonistas y se incluyó una línea de diálogo donde se agradece a los marines (esos héroes de la forzada imaginaria pop).
Se sabe bien que películas como Rambo y Top Gun aumentan el reclutamiento militar. Según la Fuerza Naval, el estreno de Top Gun hizo que aumentara hasta 400% el número de jóvenes que se enlistaron para la aviación naval. Tanto se entusiamó el Ejército por dicha película que incluso organizaron eventos de reclutamiento en las salas de cine - pretendiendo vorazmente canalizar la fresca inspiración pro militar de la cinta. "Los chicos salían de la sala con los ojos tan grandes como platillos y decían '¿Dónde firmo'", declaró el mariscal David Georgi ("¡Hey! ¡Tú puedes ser el próximo Maverick!"). Incluso hoy en día, como parte de ese tenebroso feedback, se nombran misiones militares con personajes y códigos de la película Top Gun y otras fantasías militares de los ochenta, implantando estos memes en las psiques de "Los lobeznos que han crecido y han ido Irak", según se refiere el Ejército a esa generación.
Asesores especiales militares reciben un nombramiento especial para asegurarse que los directores no intenten introducir innovaciones fuera del guión que se alejen de las directrices del Pentágono. El mariscal David Georgi, asesor de la película Clear and Present Danger, le dijo a Robb: "Siempre está en la mente de los productores intentar darle un giro a la película en la dirección original que nos habían presentado [...]. Es mi trabajo como consejero técnico asegurarme que la película no se desvíe sustancialmente de la versión aprobada" (Operation Hollywood, p. 38).
Esta intereferencia es tal que hoy en día ni siquiera la tratan de ocultar. La Oficina de Entrenimiento de la Fuerza Aérea incluso tiene su propio sitio web Wings over Hollywood y la CIA nombró en el 2001 a su asesor oficial para la industria del cine.
Después del 11 de septiembre el principal asesor político de George W. Bush, Karl Rove, se reunió con los jefes de las grandes casas productoras para obtener su apoyo en la guerra contra el terror.
En junio de este año, Michelle Obama reunió a 500 productores, escritores y actores en Los Ángeles para pedirles que incorporaran más historias militares familiares al entretenimiento como parte de la iniciativa de la Casa Blanca "Joining Forces".
Entre las películas más recientes que han contado con el apoyo de equipo militar se encuentran los blockbusters Trasnformers 3 y Battle of Los Angeles (una película en la que el Ejército lucha contra unos OVNIs, algo que podría ser parte de la nueva gran agenda de programación predictiva del Pentágono: extraterrestres y transhumanismo).
En contraste, hay que resaltar las películas que no recibieron apoyo de la industria militar porque sus directores se negaron a modificar la historia: The Last Detail (1973), Apocalypse Now (1979), An Officer and a Gentleman (1982), Born on the Fourth of the July (1989) y Forrest Gump (1994).
Por otra parte, como señala David Robb, la manera preferencial en la que el Pentágono apoya a ciertas películas y a otras no es una violación de la Primera Enmienda de Estados Unidos, en la que se hace manifiesto no solo el derecho a la libre expresión, sino también que el gobierno no deberá favorecer una expresión sobre otra. La infraestrcutura militar de Estados Unidos le pertenece a los ciudadanos, por lo cual, en teoría, no debería de comportarse como una corporación privada en la que se puede escoger, arbitrariamente, con qué empresa se trabaja. En todo caso se debería de licitar el uso de su tecnología a cualquier película y no solo a aquellas que aceptan glorificar sus intereses.
Hoy en día un manojo de compañías controlan el cine en Estados Unidos, princpalmente Disney, AOL-Time Warner, Sony, General Electric, News Corporation y Seagram. Los intereses de estas compañías generalmente están alineados con los de la industria militar y sus contratistas, como parte de una gran obra (sangrienta) de ficción planetaria. Como dijera Rupert Murdoch en el 2003, después de la invasión de Irak, una ocupación exitosa bajaría los precios de petróleo y beneficiaría la economía: "Esto sería más grande que cualquier reducción de impuestos en cualquier país".
Lo que vemos, y hay que llamarlo por su nombre, es una sociedad semisecreta, a caballo entre el poder político-militar y el poder de entretenimiento-económico, intercalando posiciones hasta fundirse en un aparato de control único. La sociedad del espectáculo en la que vivimos no es solamente la casualidad del mercado libre y de la naturaleza humana de buscar entretenimiento o de consumir historias. Lo sabían los grandes políticos griegos: el teatro es el perfecto escenario de adoctrinamiento justamente porque los ciudadanos no lo rechazan reempaquetado, glamorizado y supuestamente libre de la ideología política oficial. El cine es el aparato de adoctrinamiento más poderoso inventado hasta la fecha porque simula la realidad al incorporar todas las artes en un mismo flujo, convirtiéndose en una extensión de nuestros sueños, de nuestras imágenes mentales y, por lo tanto, penetra el inconsciente, donde implanta sus semillas. Esta frase de F.Scott Fitzgerald (citado por Jason Horsley) encierra la magnitud de esta brujería:
"La películas nos han robado nuestros sueños. De todas las traiciones esta es la peor".
Sueños minados, mentes militarizadas. Para que el mundo permita que siga sana y campante la industria de la guerra (algo totalmente demente) se necesita una imperceptible lobotomía de la mente global. ¿De qué otra forma aceptaría un joven ir a morir a una tierra lejana solamente para que los CEOs de las grandes compañis petroleras, de los bancos, de las grandes productoras, engrosen los ceros en sus cheques a fin de año? ¿De qué otra forma odiaríamos a los habitantes de un país que no conocemos y que no nos han hecho nada (solo han agredido un supuesto ideal), que viven a miles de kilómetros, si no somos bombardeados mentalmente para conseguir el efecto de que percibamos a estas personas como malignas y pensemos que debemos destruirlas en pro de la libertad o alguna otra abstracción?
Así que si alguna vez te habías preguntado por qué incluyen balaceras y persecuciones injustificadas en casi todas las películas de Hollywood, ahí tienes tu respuesta. Ahora pide que te regresen un cerebro que pueda estar en paz.
Hollywood y la guerra de US-rael contra el mundo
Extracto de la entrevista a Thierry Meyssan (1), realizada en Teherán y París, entre el 9 y 19 de febrero de 2011.
A principios de febrero, se desarrolló en Teherán un importante seminario internacional sobre “Hollywoodismo” considerado como una ideología en sí, con el objetivo de buscar alternativas al imperialismo cultural de Hollywood.
Los invitados coincidieron en muchos puntos, englobados en una conclusión común:
la tonalidad “gastroporno” hollywoodiana es lo opuesto de la regla del cine iraní:
“no sex, no violence, no money”.
- María Poumier: Estamos en Teherán, para el festival de cine anual FAJR, donde acabas de recibir un premio en relación directa con tus investigaciones. ¡Felicitaciones! -
Tierry Meyssan: Sí, cada año en Irán se celebra el aniversario de la Revolución con una serie de festivales. El de cine es uno de los más importantes de Asia. Presenté el largometraje “Black Box”, es decir “La caja negra del 11 de septiembre”, y para esta película se creó el “Premio de los derechos humanos.”
Resulta que yo estaba preparando un documental sobre el terrorismo, para presentar en la Conferencia Internacional sobre Terrorismo que tendrá lugar en abril, y el director, el Sr. Eslamloo, decidió filmar mi método de trabajo, y escenificar mis contactos con el país, mi reflexión sobre el imperio de la mentira y sobre el espíritu de resistencia.
El film se podrá ver en todos los países donde haya libertad de expresión. Por supuesto, será difícil que encuentre distribuidor en Occidente, pero la gente lo verá igual en Internet. -
MP: Además participaste en la conferencia internacional sobre Hollywood… -
TM: Sí, fueron dos días de conferencia sobre la ideología de Hollywood. Allí se denunció la islamofobia y la iranofobia que dominan en muchas creaciones de Hollywood, la ideología sionista.
Pero Hollywood es mucho más que esto, y muchos filmes no hablan de esos temas. Se trata de un marco ideológico general, la lección que se nos inculca es la siguiente:
este mundo occidental, con todos los defectos que tenga, es, en definitiva, un mundo de benevolencia, donde los Estados Unidos son nuestro protector, porque USA salvó al mundo durante la Segunda Guerra Mundial.
Y nosotros decimos: no es así, el imperio es una potencia de destrucción y devastación. Lo que nos molesta son los filmes que nos repiten el mensaje de que deberíamos sentirnos satisfechos. -
MP: ¿Entonces, Hollywood es un arma de propaganda? -
TM: Yo digo que es más, que Hollywood forma parte del complejo militar industrial. Esto se puede observar desde 1942, el presidente Roosevelt convocó a los directores de cine, para que se pusieran al servicio de la propaganda de guerra. En 1945, Eisenhower y Truman llamaron a la movilización para la guerra fría, la lucha contra el comunismo, exigieron filmes de propaganda. Y se instaura el maccartismo, la represión, para los que se nieguen.
Además el plan Marshall obligó a cada país a sacrificar su industria cinematográfica nacional.
Y ahora tenemos que todas las series son sanguinarias, esto no es casual. -
La CIA ofrece sus servicios y materiales gratuitamente para las superproducciones.
El film “El día más largo” muestra un derroche de medios militares, que ningún otro país habría podido permitirse. (…)
Otro caso esplendoroso es la reconstitución de la Roma antigua para el film “Gladiator”.
Hay financiamiento especial para ello, inversiones pagadas por el ministerio de defensa. (…) -
MP: Seguramente puedes desarrollar esto en cuanto al montaje ilusionista del 11 de septiembre… -
TM: Los atentados del 9-11 fueron escenificados, están llenos de efectos especiales, por ejemplo para que se “vea” a los aviones penetrar en las torres, cuando lo natural es que choquen y caigan.
Esto se logró con sustituciones de aparatos. No es más que un ejemplo…
El creador del techno-thriller Tom Clancy[1] es consultor oficial de la CIA desde entonces.
Y hubo respuesta precisa a mis investigaciones: el Jewish Committee exigió el boicot del Festival de Cannes, mientras no se me hubiese sancionado. El presidente del festival era Woody Allen, y se negó. (…) -
MP: ¿Cuál será la etapa siguiente, entonces? -
TM: Hollywood desaparecerá junto con el sistema de defensa de USA, lo cual sucederá ineludiblemente, como desapareció la URSS. -
MP: Thierry, ya no puedes residir en Francia, las autoridades francesas te reclaman, ¿no? ¿Cómo andan ahora tus relaciones con el gobierno francés, Thierry? -
TM: Pues mira, hace algunos días llegó al Líbano, donde resido, una orden de captura de la ministra (francesa) de asuntos extranjeros Michelle Alliot-Marie. Resulta que ella había ido varias veces a ver al ministro de justicia libanés Najar, del partido fascista de Samir Jaja. No sabemos si fue el gobierno de Hariri (N. de la R.: primer ministro libanés hasta hace poco) el que solicitó al gobierno francés o al revés. El caso es que llegó una orden de captura de mi persona por difamación, sin fundamento jurídico, un asunto de hace 20 años atrás, ya vencido jurídicamente desde hace tiempo. Además según la ley francesa, la persona ofendida tiene que participar en la demanda, para presentar testigos etc., y en este caso, nada de nada. En realidad, no era más que un pretexto, en el Líbano no ha habido orden de captura desde varios años atrás. No me hallaron aquel día, y sucedió entonces el cambio de gobierno en Beirut, el pueblo votó por los que defendieron su patria contra el agresor sionista en 2006, y Hezbolá tuvo el 70% de votos a favor frente a… 40% a favor del clan Hariri.
A los pocos días me presenté al ministerio de justicia, y pude ver que el documento llevaba una mención manuscrita: “Thierry Meyssan pone en peligro las relaciones franco libanesas”. El artículo mío en cuestión se burlaba de la idea de que Hasán Nasralá era “un agente comunista formado en Corea del Norte” (aquello de la supuesta alianza islamo confuciana, sustituido ahora por el simple peligro islámico). Estas mentiras fueron recicladas por el Congreso de USA, y sirvieron de pretexto para mantener sanciones sobre el Líbano. (…) -
MP: Ahora que estamos en el punto de giro decisivo para todo el Medio Oriente y más allá, ¿ te parece que es Israel el mejor aliado de USA o un lastre para Occidente? -
TM: Es la cuestión del sionismo el corazón del problema. Se puede considerar que USA no necesita a Israel, en la medida en que sólo le sirve de arsenal, y genera un odio universal. Pero el sionismo es un proyecto político que nació a finales del siglo XVI, principios del XVII, en Gran Bretaña. Cromwell fue el primero en reclamar un Estado para los judíos, ideología que se desarrolló en USA.
Hasta Teodoro Herzl, eso despertaba un rechazo general entre los judíos, y ahora es imposible separar el poder entre USA e Israel:
los dos países están manipulados conjuntamente, por un poder único. Ahora bien, en la clase dirigente USiana, algunos son sionistas, otros no.
El pensamiento estratégico USiano está dominado por 3 ancianos;
-Kissinger, el judío, que apoya a Israel pero procura que el centro del poder permanezca en USA; ----
-Brezinski, el católico, que acepta el sistema, pero está obsesionado por las ganas que le tiene a Rusia (como polaco de nacimiento) y siempre tiene en mente que Israel tiene un millón de rusófonos, lo cual es un problema.
-Y el tercero es Brent Scow Croft, un mormón, que no necesita Israel para nada, ni teológicamente tampoco:
él cree que Cristo tiene que volver en el Mississippi; era el consejero para la seguridad nacional de Bush el Viejo.
El propio general Petraeus planteó la cuestión de saber si Israel es útil a los Estados Unidos, y predice la derrota en Afganistán como en Irak, mientras esté Israel en el medio. -
MP: Para completar la vuelta al mundo, ¿qué nos dices de los proyectos US sobre África?
TM – No hay exactamente un proyecto elaborado por USA acerca de África. Da la casualidad que gran parte de las materias primas y metales raros están en África, y le son necesarios a USA.
Ellos tienen dividido el mundo en zonas de mando militar, y AFRICOM no incluye a Egipto, que responde a CENTRALCOM. Esta repartición del control fue elaborada conjuntamente con los europeos. El general James Jones, que encabezaba a los marines para la invasión a Irak, es el consejero de Obama para seguridad militar.
El jefe de AFRICOM es un negro, William E. Ward, quien fue asistente en Palestina, preparó los servicios de seguridad del Fatah, supo generar la guerra entre palestinos, en colaboración con Israel. Organiza el mando en África. Antes el África estaba repartida entre mundo anglófono y francófono. Ahora ya no, Francia tuvo que retroceder muy debilitada, mientras Gran Bretaña transfería el mando a USA. Y vino China a meterse en las dos zonas. Ahora tenemos un enfrentamiento USA / China, con culturas diferentes, y especialistas diferentes: por un lado Israel, por el otro Irán. (…) -
MP: Para concluir, ¿qué nos puedes decir de las revueltas en los países árabes, desde el punto de vista iraní, ruso, chino?
TM – Mira, los medios anunciaron una insurrección en Siria, lo cual es absurdo, porque el pueblo de Siria está orgulloso de que su gobierno resista a USA.
Y no miraban lo que pasa en Yemen y Jordania. Lo que ocurre es una maduración de la relación de fuerzas, desde 2006, año de la derrota israelí, cuando Israel tenía todo el apoyo USA, tapizó el sur del Líbano con bombas según lo que se había hecho en Vietnam, para anexarlo, con el pretexto de que albergaba la resistencia de Hezbolá. Y resulta que algunos miles de combatientes lograron aplastar al supuesto ejército invencible. Al ver esto, fueron los Estados Unidos los que precipitaron el cese al fuego, porque era la sobrevivencia de Israel la que se encontraba en peligro.
Ya el mundo árabe considera que se le puede vencer a Israel aun sin apoyo logístico comparable. Lo que sucede en 2011 es un efecto retrasado, y el punto de giro fue la caída del gobierno de Saad Hariri que incluía colaboradores con Israel. El Líbano ha sido el primer dominó en caer. Muy pocos habían previsto que Túnez sería el lugar del primer estallido.
Hay consejeros intentando canalizar todo esto, o por lo menos controlar la imagen en los países occidentales, pero no controlan la realidad. En Egipto se esperaba el estallido para cuando se muriera Mubarak, que estaba enfermo, y había preparado a su hijo para sucederle, pero el ejército no quería saber de él. Pero los planes de las grandes potencias están fracasando. En Túnez, la población tiene mucha educación, no así en Egipto; allí alternan la resignación y la grandeza. Los Estados Unidos sienten la ola que se levanta, y están tratando de sublevar a Siria e Irán, pero la población considera que el gobierno las protege, nada comparable con la cólera de la población en Jordania, Bahrein (¡sede de la Sexta Flota!) o Yemen: regímenes instalados por Occidente para sostener a Israel, imprescindibles. China y Rusia permanecen calladas, a la espera del giro que tomen las cosas. (…) Mientras tanto, hay algo indecente en la manera de tratar esto en la prensa occidental, en supuesto “apoyo al pueblo”, después de respaldar durante tantos años a sus opresores, y de insinuar en sus análisis que los pueblos árabes eran incapaces de autonomizarse. Dicen querer democracia, pero sin elecciones, porque saldrían elegidos los hermanos musulmanes. El problema no se limita al mundo árabe. En toda África puede pasar lo mismo…
(1) Nota de la Redacción: Tierry Meyssan es un escritor y periodista francés que saltó a la consideración pública planetaria por sus revelaciones sobre el atentado a las Torres Gemelas. En su muy difundido libro “La terrible impostura” (El Ateneo, Bs. As., 2002), Meyssan dio a conocer sus investigaciones que lo llevaron a sostener que aquel crimen horrendo fue en realidad un auto-atentado, o atentado de falsa bandera, perpetrado por los sectores más duros de EE. UU. Con él, habrían creado el clima indispensable para iniciar su política agresiva en Medio Oriente, que hoy perdura aunque con menos uso de la guerra abierta, como lo fue en Irak y Afganistán. Meyssan dirige en la actualidad el sitio de Internet “Red Voltaire”.