Relojes de oro, equipos de buceo, viajes con alojamiento en hoteles de cinco estrellas...por escribir a favor de los intereses norteamericanos.
Así lo cuenta Udo Ulfkotte, excorresponsal de Krankfurter Allgemaine Zeitung.
"Ahora Washington incluso sopesa volar una planta de energía nuclear en Ucrania y que se insista en que los culpables sean separatistas o rusos”
Entrevista a Udo Ulfkotte
“Ahora Washington incluso sopesa volar una planta de energía nuclear en Ucrania y que se insista en que los culpables sean los separatistas o los rusos”, afirma el periodista alemán Udo Ulfkotte, ex corresponsal de Frankfurter Allgemeine Zeitung, uno de los principales periódicos alemanes.
ESPAÑA:
Ha publicado un libro: Gekaufte Journalisten (“Periodistas comprados”), en el que describe cómo políticos estadounidenses y alemanes influyen en los medios alemanes, para que los periodistas den el sesgo deseado a los eventos mundiales.
Ulfkotte afirma que los periodistas son instados a sesgar sus escritos primordialmente a favor de la posición estadounidense y a oponerse a Rusia.
Udo Ulfkotte habló con nosotros sobre cómo exactamente sucede algo semejante y sobre su vida actual después de que esas revelaciones fueron hechas públicas.
P: Sr. Ulfkotte, usted ha dicho que recibió mucho dinero para escribir artículos pro estadounidenses. ¿Cuán lucrativo es ser un periodista pro estadounidense en Alemania?
Udo Ulfkotte: No recibí dinero – recibí regalos.
Cosas como relojes de oro, equipos de buceo, y viajes con alojamiento en hoteles de cinco estrellas.
Conozco a muchos periodistas alemanes que en algún momento pudieron aprovechar esto para comprarse una casa de vacaciones en el extranjero. Pero mucho más importante que el dinero y los regalos es el hecho de que te ofrecen apoyo si escribes artículos pro estadounidenses o pro OTAN. Si no lo haces tu carrera no conduce a ninguna parte – te asignan a estar sentado en la oficina y a ordenar cartas al editor.
Ulfkotte ha trabajado durante 17 años en el reconocido diario Frankfurter Allgemeine Zeitung y se denunció a sí mismo de haber recibido dinero por parte de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, a cambio de un enfoque amable de temas que influían a ese país.
“Me avergüenzo de ello, me encontré sin quererlo apoyando el belicismo como una extensión del largo brazo de propaganda de la OTAN, y lo único que puedo hacer para reparar ese mal es contar toda la verdad”, reconoce.
La agencia de noticias RT se comunicó con el redactor jefe del periódico alemán ‘Zuerst’, Manuel Ochsenreiter, quien reafirmó lo expuesto por Ulfkotte.
“Mucha gente que no sabe mucho sobre cómo funciona el periodismo en Alemania o en Occidente en general se sorprenderá. Para los que todavía creen en la independencia y la libertad de nuestros medios leer este libro, sin duda alguna, será un choque”, comenta.
P: Según lo que usted ha dicho, los periodistas son corrompidos subrepticiamente, invitándolos a viajes a EE.UU. con todos los gastos pagados. ¿Pero se venden por tan poco los profesionales serios?
UU: Cuando vuelas a EE.UU. una y otra vez y nunca tienes que pagar nada, y te invitan a entrevistar políticos estadounidenses, te acercas más y más a los círculos del poder. Y quieres permanecer en ese círculo de la elite, por lo tanto escribes para complacerlos. Todos quieren ser una celebridad periodística con acceso exclusivo a políticos famosos. Pero basta una frase equivocada y tu carrera como celebridad periodística se acaba. Todos lo saben. Y todos participan. ......
El problema no es solo que los medios pertenezcan a los grupos empresariales de la Élite Global, sino que además los más interesados (EEUU y OTAN) compran directamente a los “periodistas”.
(Obviamente, que nadie piense que el problema se limita a los “periodistas” alemanes…).
Por otra parte, repugna pensar que los propios “periodistas” se dejen comprar así, hasta el punto de subvertir totalmente lo más elemental de su profesión: la difusión de la verdad (y, para colmo, al servicio de las guerras más abyectas). ¿En qué manos está la información que recibimos? (ver p. ej. Verdades y mentiras sobre Siria (VII): Los medios de masas).
http://rebelion.org/noticia.php?id=191807
El libro que acaba de publicar el periodista Udo Ulfkotte, con 17 años de experiencia en el prestigioso diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, revela la práctica extendida de los pagos a los medios alemanes por parte de EEUU y la OTAN para promover su agenda, y en apenas dos semanas se ha convertido en un éxito de ventas.
El libro titulado Gekaufte Journalisten (‘Periodistas comprados’), documenta un trasiego de sobres desde la embajada estadounidense en Berlín, con sede junto a la Puerta de Brandemburgo, en dirección a las principales redacciones de medios alemanes, diseminados por la ciudad.
Apunta multitud de casos concretos, con nombres y apellidos, una lista que cobra especial credibilidad porque su propio nombre aparece en la lista.
El autor admite haber recibido dinero de los servicios de inteligencia de EEUU por enfocar varios temas desde un cierto punto de vista y denuncia que, gracias a este tipo de práctica, no son pocos los medios de comunicación alemanes que se han convertido en sucursales del servicio de propaganda de la OTAN.
La obra ofrece un informe sistemático que identifica qué periodistas están relacionados con qué organizaciones de lobby, como Atlantik-Brücke, Trilaterale Kommission, German Marshall Fund, American Council on Germany, American Academy, Aspen Institute y el Instituto para la Política Europea.
Ulfkotte sugiere que hay listas de periodistas que circulan entre estas organizaciones, periodistas a los que se puede llamar para determinadas campañas de imagen y que sirven para orquestar artículos de información, editoriales, intervenciones en tertulias radiofónicas y televisivas, creando un conjunto que silenciosamente domina la opinión pública alemana.
“La idea de escribir este libro surgió hace cuatro años, durante una conversación con un periodista con el que yo mantenía una relación de amistad paternal, Peter Scholl-Latour. Decidí que había que escribir de una vez la verdad sobre lo que hacen los medios alemanes”, relata el autor. “Ahora estoy preparado para asumir las consecuencias que seguramente tendrá para mí la publicación de este libro”, añade. Sobre su propia participación en este sistema de manipulación de la opinión pública, afirma: “Me avergüenzo de ello, me encontré sin quererlo apoyando el belicismo como una extensión del largo brazo de propaganda de la OTAN, y lo único que puedo hacer para reparar ese mal es contar toda la verdad”.