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Y si las VACUNAS nunca sirvieron ?

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Cuando aparecen las vacunas , las enfermedades infecciosas ya practicamente han desaparecido debido al cambio en habitos de higiene, salubridad y alcantarillado, baños en cada casa, mejora de la alimentacion ....etc.
NADA que ver con lo que nos han vendido durante año$:






contrariamente a lo que se pueda haber oído, aún por parte de aquellos que demandan la interrupción de la vacunación obligatoria en Estados Unidos, las vacunas no previenen enfermedades. La supuesta y publicitada "erradicación" de enfermedades como la viruela y la polio, o la meningitis Hib es un mito que ya ni el estudio más firme en favor de la vacunación puede sostener.

En España desde 1901, cuando murieron 18463 personas por sarampión hasta 1981 que murieron 19 el número fué bajando exponencialmente conforme aumento el nivel de higiene y disminuyó el hambre. Sin embargo fué a partir de 1982 cuando se empezó a vacunar masivamente a la población contra el sarampión, cuando era absolutamente innecesario.
La viruela estaba desapareciendo, de hecho, las epidemias habían desaparecido décadas antes de que la OMS decidiera poner en marcha la campaña de "erradicación" final.
También está documentado que las epidemias más grandes se han dado en poblaciones altamente vacunadas, no siendo así en aquellas comunidades no vacunadas.
La viruela sigue apareciendo, aunque a una escala mucho menor, particularmente en países que sufren situaciones extremas como guerras o dificultades económicas como en Africa, India y otras partes de Asia (Nepal).
El mismo factor que terminó con la peste bubónica, contra la cual no se ha realizado ninguna vacunación masiva, acabó con la viruela, sobre todo una alimentación mucho más adecuada, principalmente con mayores niveles de vitamina C en las poblaciones del Viejo y el Nuevo Mundo.
lA DIFTERIA por ejemplo desciende en una pais vacunado(Canada) y en otro no vacunado - JAPON.

AQUI podemos encontrar mas graficos que tienen el mismo comportamiento
Las epidemias no se expanden así sin más. Toda enfermedad precisa determinadas condiciones, para llegar a provocar una epidemia.

Si no se dan estas condiciones, desaparece o ni siquiera se llega a dar.
La lepra por ejemplo, estuvo muy difundida en la Edad Media a pesar de ser poco contagiosa.
Se extendió sobre todo en las ciudades, donde había que vivir en un espacio muy reducido, dado que las murallas de la ciudad no permitían una ampliación de las habitaciones.
Cuando más tarde las ciudades sobrepasaron los muros… desapareció también la lepra.
Con la peste sucedió lo mismo:(Esta se propaga con ayuda de los parásitos propios del hombre como la pulga (Pulex irritans) o el piojo (Pediculus capitis, P. vestimenti) que se infectan también y contribuyen a la transmisión de la enfermedad).
En la Edad Media, la mayoría de las personas dormían sobre suelos de paja, normalmente en casetas de barro. Las camas solo eran un lujo para privilegiados.
Cuando el aumento del estado económico permitió la expansión de casas de piedra y camas para una gran parte de la población, desaparecieron las ratas de los dormitorios, y con ellos también la peste.
Si vemos la curva de mortalidad infantil en por ejemplo Hamburgo desde 1821 hasta hoy, nos damos cuenta de que primero aumenta en forma ondulada, para alcanzar en 1892 su punto más alto, con más de un 30% , durante la gran epidemia de cólera. A partir de entonces, la mortalidad infantil se redujo rápidamente (con interrupciones durante las dos Guerras Mundiales) y en 1956 bajó por primera vez a un 2%.

EL SUCULENTO NEGOCIO DE LAS VACUNAS - 
nada como "tratar a personas sanas"

¿Qué había sucedido? No se había descubierto una “vacuna contra la mortalidad infantil” (si hubiese existido algo así, se hubiese empelado la curva como “prueba” para la eficacia de la vacuna). No, a partir de 1893 fue implantada en el río Elbe la filtración de arena del agua potable ¡lo que llevó al descenso de la mayoría de las enfermedades infecciosas!
El profesor de medicina social de la Universidad de Birmingham, Thomas McKeown, verificó en su libro “El significado de la medicina”, que el descenso de epidemias y enfermedades infantiles en Europa comenzó hace más de 200 años, mucho antes de que se introdujeran las primeras vacunas.


La razón parece obvia: Durante miles de años la humanidad ha tenido hambre, lo que provocó una debilitación de las defensas.



A partir de la mitad del siglo XVIII se consiguió reducir el hambre, gracias a la nueva agricultura y sobre todo a la importación del cultivo de papas y maiz.



Debería quedarnos claro, que en la historia de la humanidad es completamente nuevo (¡sólo hace tres décadas!) que en Europa occidental ya nadie tiene que pasar hambre o vivir en malas condiciones higiénicas. No sólo la peste y la lepra, también el cólera y la escarlatina habían desaparecido casi por completo del oeste de Europa, antes de que se vacunaran.


Lo mismo es válido para la sífilis y la gonorrea, para las cuales no existen vacunas.
La polio no se ha erradicado con la vacunación, sino que se oculta detrás de una re-definición y nuevas denominaciones de diagnóstico tales como meningitis viral o aséptica.
Cuando se probó la primera vacuna inyectable contra la polio en aproximadamente 1.800.000 niños de Estados Unidos en 1954, en el transcurso de 9 días se produjo una enorme epidemia de polio paralítica en los niños vacunados y algunos de sus padres, además de otras personas que habían estado en contacto con los niños.
El Inspector General de Sanidad de EEUU interrumpió la prueba durante 2 semanas.
Entonces los vacunadores acordaron una nueva definición de poliomielitis. La vieja definición, la clásica: enfermedad con parálisis residual que se resuelve dentro de los 60 días había sido modificada por: enfermedad con parálisis residual que persiste por más de 60 días. Conociendo la realidad de la enfermedad de la polio, esta excelente aunque deshonesta jugada administrativa excluyó a más del 90% de los casos de la definición de polio.
Desde entonces, cuando una persona vacunada contra la polio contrae la enfermedad, no se le diagnostica polio, sino meningitis viral o aséptica.
"La única vacuna segura es la que nunca se usa".
Dr. James R. Shannon, ex director del Instituto Nacional de salud de EEUU

sigue...






 2014: VACUNA CONTRA LA GRIPE A
Cinco años después va cerrándose el círculo del pelotazo.

30 años de manipulacion mentiras ahora al descubierto:

 http://www.autismoava.org/noticias/30-anos-de-transcripciones-oficiales-secretas-muestran-que-los-expertos-del-gobierno-ingles


La gripe española fue causada por una vacuna:
http://www.cherada.com/articulos/la-gripe-espanola-de-1918-mato-a-millones-debido-a-las-vacunas-contra-la-gripe


La peste de la vacuna del VIRUS del PAPILOMA HUMANO:

VACUNA VPH mas datos:

http://www.amcmh.org/PagAMC/downloads/vacunapapiloma2.htm



NOTICIA ULTIMA HORA:

Estudio confirma que la mitad de los que enferman de sarampión han sido vacunados


Según un aviso  publicado por el Servicio de Salud de Irlanda, existe en la actualidad un riesgo epidemiológico de contraer el sarampión entre los niños en Irlanda.

Según dicen ellos mismos, 1 de 5 casos de los niños irlandeses afectados por el sarampión habían visitado Europa  o había estado en contacto con alguien de visita en Europa antes de enfermar. Pero lo  que llama la atención de la noticia y estudio no es eso, sino que aseguran que la mitad de los niños afectados estaba ya vacunados de sarampión. 
Por si alguien se ha perdido; esto quiere decir, aunque ellos no lo subrayen el artículo, ni por parte de esta alerta del Servicio de Salud, como debería de ser por lógica, que la mitad de los niños que contraen sarampión HAN SIDO PREVIAMENTE VACUNADOS CONTRA EL SARAMPION.
La pregunta obvia entonces es si, habida cuenta de que la vacuna no protege contra la “enfermedad”, (la mitad de los casos no muestra una estadística que justifique su aplicación) tiene algún sentido vacunar a los niños del sarampión, con la enorme cantidad de riesgos que se asumen para la salud. Las propias vacunas  están vinculadas, según miles de expertos en todo el mundo, a una terrible enfermedad como el autismo, así como a decenas de desórdenes originados en la acumulación de metales pesados en el organismo e incluso, en algunos casos, como se muestra en el extraordinario documental australiano The Hidden Truth, la Verdad Oculta, provocan la muerte del infante. 


Nuevo estudio: Los niños vacunados tienen de 2 a 5 veces mas  enfermedades  y  trastornos que los niños no vacunados





EUGENESIA - VACUNA - INGENIERIA SOCIAL:




HISTORIA DE LA CREACION DEL MITO DE LAS VACUNAS:

Todo es mentira desde PASTEUR - la gran pharma era la interesada en la falsa teoria de las infecciones:



Louis Pasteur postularía en 1835 que los microbios son la causa de la mayor parte de las enfermedades y por tanto la única estrategia terapéutica válida consiste en destruirlos así como prevenir su invasión mediante campañas de vacunación masiva. Convertida en dogma tal teoría es hoy aceptada de forma casi unánime y complementada por una concepción simplista de la inmunidad constituye la base del negocio de las multinacionales farmacéuticas.

Sin embargo carece de rigor científico, se basa en una concepción militarista de la vida y sus consecuencias para la salud tras cinco años de fumigación antibiótica e intoxicación vacunal son nefastas.
Las bacterias y virus tuvieron y tienen un papel fundamental en el origen y mantenimiento de la vida.
"La guerra permanente contra los entes biológicos que han construido, regulan y mantienen la vida en nuestro planeta es el síntoma más grave de una civilización alienada de la realidad que camina hacia su autodestrucción". (Máximo Sandin)
Dada la importancia del asunto que en esta ocasión nos ocupa vamos a tratar... "la guerra contra los microbios" en dos artículos... en este primero nos ocuparemos del supuesto "bando invasor" los microbios y en el próximo hablaremos sobre el bando defensor, realizando una crítica en profundidad de lo que la medicina oficial conoce como "sistema inmunitario".
Debemos pues empezar aclarando que lo que la teoría de la infección o teoría microbiana de la enfermedad propone-aunque sería más correcto decir impone-es que los microorganismos son la causa de muchas enfermedades y por tanto la estrategia terapéutica fundamental consiste en destruirlos.
Y aunque esta teoría constituye los cimientos del poder económico de las grandes multinacionales farmacéuticas un breve recorrido por sus orígenes, su evolución y su actual implantación dogmática nos revelará no sólo la ausencia total de fundamento científico en sus planteamientos sino las dramáticas consecuencias que su aceptación acrítica tiene sobre la salud de la población.

Quizás no sea posible saber exactamente a quién se le ocurrió por primera vez la idea de que alguna clase de criatura invisible y perversa debía tener la culpa de nuestros males.
En distintas culturas de la antigüedad existen referencias a agentes vivos como posibles causantes de enfermedades. Posteriormente los médicos de al Andalus hablaron de "criaturas" o "cuerpos diminutos" refiriéndose a posibles agentes causantes de graves males al entrar en el cuerpo. Desde entonces la idea de una amenaza exterior caló profundamente en los investigadores.
A mediados del siglo XVI Girolamo Francastoro hablaba de una "seminaría mortis" (semilla de enfermedad") como agente transmisor de enfermedad por contacto directo o a distancia. Y fue pues en esta época cuando apareció la noción de "contagio" en relación con la sífilis.
Siglo y medio más tarde Antón Leuwenhock consiguió observar los primeros "microbios" lo que le valió el título honorífico de padre de la microbiología, aunque el término microbio parece deberse al cirujano Charles Sedillot y se hizo popular durante las sesiones de la academia de ciencias de París. Cabe agregar que se considera que el primero en formular la teoría microbiana de la enfermedad fue Agostino Bassi en 1835.

Un mundo pasteurizado
Ahora bien, el protagonista casi absoluto de esta desgraciada historia es Luis Pasteur al que la enciclopedia británica-propiedad por cierto de los Rockefeller-define así:
"químico francés y microbiólogo cuyas contribuciones estuvieron entre las más variadas y valiosas en la historia de la ciencia y la industria. Fue él quien demostró que los microorganismos causan fermentación y enfermedad. Él quien inició el uso de vacunas".

A estas alturas pocos cuestionaran sus contribuciones a la historia de la industria. Otra cosa es su carrera científica respecto de la cual ha quedado suficientemente demostrado que sus supuestos hallazgos se deben al plagio y al fraude.
Existen tres análisis-desconocidos para el gran público pero absolutamente rigurosos y demoledores-que dejan bien sentado el comportamiento  a lo largo de toda su carrera:
los
libros de Ethel Douglas, y Robert Pearson y el informe de Gerald L.Gelson.

De estos textos se desprenden dos ideas fundamentales la primera, que Pasteur plagio a su maestro Antoine Bechamp , un riguroso investigador y miembro de la academia de ciencias de Francia.
Bueno, el problema es que no se limitó a copiar sus ideas sino que las mal interpreto, confundió y tergiversó lanzando la historia de la medicina por un camino totalmente opuesto al que debió recorrer con trágicas consecuencias para la salud de todos como veremos a continuación.

Por otra parte Pasteur arregló los resultados de sus experimentos para que se correspondíderan con las ideas que quería demostrar y que contra toda evidencia aún persisten en los libros de texto escolares y en la cabeza de la inmensa mayoría de la gente, médicos incluidos.
Bechamp había analizado la relación de los microorganismos con determinadas enfermedades siguiendo los pasos de investigadores como Günter Ederlein, Jean Tissot, Raymond Rife o Wilhem Reich.
Lo que hizo Pasteur fue simplificar sus ideas afirmando que los microorganismos son la causa de las enfermedades; una idea sencilla de asimilar y sobre todo rentable no sólo en términos económicos sino en un terreno mucho más importante: el de la responsabilidad individual y colectiva sobre la salud y la enfermedad.
La enciclopedia británica de Rockefeller también adjudica a Pasteur otro descubrimiento que en realidad este robo a Bechamp : la fermentación del vino y la leche.
Bechamp negó la generación espontánea en la que Pasteur creía a pies juntillas hasta que decidió apropiarse de la teoría de su maestro sin entenderla. Es más, por las conclusiones a las que llegó Pasteur no comprendía ni siquiera sus propios experimentos relacionados con los procesos digestivos y fermentativos.
Y eso explica que pidiera a su familia que no hicieran públicas sus notas de laboratorio tras su muerte.
Sólo que en 1975 un historiador de Princeton , el profesor Gerson, tuvo la oportunidad de realizar un estudio exhaustivo de las cerca de 10.000 páginas que habían permanecido secretas hasta la muerte del nieto de Pasteur y en las conclusiones de su informe-titulado La ciencia privada de Luis Pasteur que presentó en 1993 a la asociación americana para el avance de la ciencia-Este aseguraría que Pasteur no sólo publicó información fraudulenta sino que era culpable de "mala conducta científica" al violar reglas de la medicina, la ciencia y la ética nada de lo cual ha impedido que se le sigue considerando "benefactor de la humanidad" hasta en los anuncios de los yogures.
Los postulados que no se cumplen.
El otro famoso protagonista de esta historia es Robert Koch .
La importancia de su contribución está en el hecho paradójico de que su riguroso planteamiento, lejos de demostrar la validez de la teoría microbiana, lo que hace es literalmente refutarla. ¿Increíble ¿. Veámoslo


Pasteur fue un hombre práctico mientras Koch fue un teórico; sin embargo ambos tenían en común-quizás desde que se alistaron voluntarios para la guerra franco prusiana-una visión marcadamente militarista de la vida.
Así que en tanto Pasteur aportó a la humanidad sus experimentos manipulados Koch hizo lo propio con un marco teórico que debía servir para legitimar esos experimentos: los famosos Postulados desarrollados por su profesor, el anatomista alemán Friedrich Henle , que Koch modificaría y según los cuales:

Un microorganismo...
 ... Tiene que ser encontrado en abundancia en todos los organismos que sufren la enfermedad pero no en organismos sanos.
 ... Tiene que ser aislado del organismo enfermo y cultivado en cultivos puros.
 ... Debería causar la enfermedad al introducirse en un organismo sano.
 ... Tiene que ser aislado de nuevo en el organismo en el que ha sido inoculado e identificado como idéntico al agente causal específico original.

Como puede verse se trata de un planteamiento caracterizado por una lógica impecable.
El problema es que no se cumple en ninguna enfermedad supuestamente infecto-contagiosa.
Ya en 1909 la revista Lancet publicaba esta frase demoledora: "los postulados de Koch se cumplen raramente o nunca".
Que hicieron entonces estos benefactores de la humanidad ¿
¿se preguntaron por qué los microbios vivían en el interior de plantas, animales y seres humanos sin causar enfermedades salvo a una minoría.

¿Se plantearon cómo íbamos a protegernos de ellos si viven en nuestro interior
¿se preguntaron cómo habían logrado sobrevivir los seres humanos durante 2 millones de años sin antibióticos y vacunas
¿renunciaron a la teoría de las infecciones para buscar otra hipótesis que lograra explicar sus observaciones
¿se interrogaron sobre el verdadero papel de los microbios en la naturaleza.

En absoluto. La teoría de la infección y los postulados siguen ahí, intactos, tanto como las efigies de Koch y Pasteur. Aunque con "retoques", claro .Para empezar Koch se vio obligado a renunciar a la segunda parte del primer postulado "pero no en organismos sanos" al encontrar numerosos casos de lo que ellos llamaban "enfermos asintomáticos" que en realidad no eran enfermos sino personas que tenían el microorganismo pero no desarrollaban enfermedad alguna.
¿Y por qué ocurrirá eso. La idea de infección implica una invasión de agentes externos... pero resulta que
los microbios viven normalmente en el interior de todos los seres vivos.
Por eso era muy fácil cumplir la primera parte del postulado e imposible cumplirlas en la segunda.
Sin embargo, aquí no acaba el apaño Koch y sus colegas-Rush, Max Von Pettenkofer y Rudolf Virchow-se dieron pronto cuenta también de que no podían causar la misma enfermedad al inocular el microorganismo en otro huésped como establece el tercer postulado. Así que cambiaron el planteamiento original de Henle y"la misma enfermedad" se convirtió en "síntomas similares".
¡Problema solucionado!

En 1937, cuando se comprobó que las enfermedades supuestamente causadas por virus ni siquiera cumplían el primer postulado, se corrió un tupido velo sobre la exigencia de "presencia absoluta" del patógeno y se utilizaron expresiones como "presencia regular" o "consistencia de la transmisión"
Ni lo que muchos investigadores estaban comprobando con sus propios ojos, ni las rigurosas refutaciones realizadas por el prestigioso Claude Bernard, ni las múltiples revisiones posteriores han servido para detener una devastadora corriente que llega hasta nuestros días.
Un ejemplo significativo lo constituye la pelagra. En 1913 un investigador inyecto tejidos filtrados de un enfermo de pelagra a varios monos causando síntomas similares de la enfermedad. La conclusión fue que había un virus filtrable en los tejidos y por tanto la pelagra era una enfermedad viral. Un año después una comisión de expertos del gobierno afirmaba que la pelagra no estaba relacionada con la dieta y se le encomendó a Joseph Golderberg la búsqueda del virus. Bueno, pues ya en su investigación preliminar Golderberg llegó a la conclusión de que no se trataba de una enfermedad viral sino originada en la dieta. Y se pasó 15 años luchando contra el dogma imperante de la teoría microbiana hasta que finalmente consiguió que se reconociera que esa patología la causa a la deficiencia de vitamina B.
BECHAMP tenía razón.
Mientras tanto las ideas originales que Pasteur había pervertido y simplificado, las ideas de Antoine Bechamp quedaron olvidadas. Pero los planteamientos de Bechamp y Pasteur no sólo son dos ideas diferentes, dos teorías distintas, son principalmente dos formas de ver la vida con profundas implicaciones y trascendentales consecuencias. La de Pasteur entronca con Darwin y sus seguidores que aplican a la vida la "ley del más fuerte" y consideran que la evolución es el resultado de una competición en la que han ganado los más actos. La de Bechamp por el contrario parte de la idea de cooperación entre los seres que integran la red de la vida.
Y aunque Bechamp fue borrado del historia oficial sus ideas germinaron y hoy  existe una corriente investigadores que continúa explorando el camino que él abrió cuyos hallazgos más recientes confirman sin lugar a dudas que sus intuiciones y propuestas iban en la línea correcta.
Hoy sabemos que las bacterias fueron fundamentales para la aparición de vida en la tierra creando mediante la fotosíntesis las condiciones atmosféricas adecuadas. Y que posteriormente fue la progresiva unión de diferentes tipos de bacterias lo que condujo a las células actuales auténticas cooperativas vitales que posibilitaron la formación de organismos pluri celulares.
En suma las bacterias son elementos fundamentales en la cadena trófica, tanto en el mar como en la tierra y en el aire.
Según explica el biólogo español máximo Sandin -profesor de evolución humana y ecología humana en la Universidad autónoma de Madrid-citando estudios de los últimos 10 años "purifican el agua, degradan las sustancias tóxicas y reciclan los productos de desecho, reponen el dióxido de carbono a la atmósfera y hacen disponible a las plantas el nitrógeno de la atmósfera. Sin ellas los continentes serían desiertos que albergarían poco más que liquenes.
En el ser humano su número es 10 veces superior al de células y su biomasa es mayor que la biomasa vegetal de todo el planeta "
- entre el lector en www.uam.es/personal_pdi/ciencias/msandin/

Pero el papel de las bacterias no acaba ahí a continuación veremos hasta qué punto son necesarias para la vida y las dramáticas consecuencias de la guerra declarada contra ellas.
La carrera armamentística.
Ante todo debe entenderse que la imposición de las ideas de Pasteur contribuyó al desarrollo de "armas" con las que combatir a los supuestos culpables de las enfermedades. Y nos pone en la pista de quiénes son los responsables máximos del triunfo de esas ideas. Porque la historia del desarrollo y consolidación de la teoría microbiana de las enfermedades es la historia de la creación de los grandes imperios farmacéuticos con el clan Rockefeller a la cabeza.
Antibióticos y vacunas fueron las dos principales categorías de armas desarrolladas para combatir las bacterias o prevenir su ataque ambos temas se han tratado profusamente en esta revista de modo que aquí vamos a centrarnos en el papel global que han jugado a lo largo de más de 100 años: envenenamiento, alteración del equilibrio ecológico, creación de enormes problemas de salud camuflados como "nuevas enfermedades", claves de un negocio 1000 millonario, sostenimiento de conceptos destructivos de la salud y la enfermedad...


Los primeros antibióticos desarrollados-penicilina y similares-actuaban en el exterior de las células bloqueando la producción de proteínas y alterando su funcionamiento así como el entorno y la consistencia de la membrana celular lo que afecta a su función como filtro para elementos o partículas tóxicas. Posteriormente empezaron a desarrollarse otros que actúan en el interior de nuestras células: sulfonamidas, cloranfenicol, tetraciclina, quinolona, macrólidos, septrim y un largo etcétera. Éstos productos actúan de diferentes maneras, todas ellas con graves consecuencias. Veamos las más importantes-obviamente no suele mencionarse ni en los prospectos ni en la información disponible en Internet-apoyándolos en las investigaciones que el doctor Heinrick Kremer recoge en su obra "
la revolución silenciosa de la medicina del cáncer y el sida".
Según él los antibióticos...
 ... Bloquean la formación de ADN impidiendo la formación de nuevas células y provocando mutaciones
 ... Alteran el equilibrio de los microorganismos que viven en simbiosis en nuestros cuerpos; en particular perturban la especialización de bacterias en el intestino que cumplen importantes funciones de cooperación.
 ... Interfieren en los procesos de producción de energía en el interior de las mitocondrias.
No olvidemos que las mitocondrias son antiguas bacterias que en el curso de la evolución se integraron en nuestras células y constituyen sus generadores de energía vital son por tanto fundamentales para la vida y poseen su propia información genética transmitiendo la directamente de madre a hijo. Cualquier daño que sufra no sólo repercutirá pues sobre la producción de energía creando graves problemas de salud sino que pueden transmitirse de una generación a otra. Y eso es precisamente lo que ha venido ocurriendo a causa de la administración masiva durante décadas de antibióticos y otros productos tóxicos fabricados por la macro industria farmacéutica que fue creada por los mismos grupos de poder que hoy controlan el petróleo y la energía obteniendo cada año cientos de miles de millones de euros en concepto de patentes y ventas de sus venenos.
Un proceso autodestructivo-auténtico desastre "micro ecológico"-que ha conducido a la humanidad a un callejón sin salida ya que no hay posibilidad de fabricar antibióticos más potentes para vencer la resistencia desarrollada por los microbios. Siendo en este mismo contexto donde debemos situar por cierto la aparición de los nuevos "antivirales" en el marco del sida. Productos que son lanzados al mercado sin los estudios clínicos adecuados y se experimentan utilizando como conejillos de indias a personas aterrorizadas y niños indefensos.
Vacunas: fraude e intoxicación.
La otra idea que Pasteur regalo a la humanidad es la de la vacunación. Desde el punto de vista del modelo médico hegemónico -en el que tiene un papel destacado la concepción de un sistema inmunitario como ejército defensivo contra los microbios-las vacunas son algo así como si ganamos un puñado de enemigos para que nuestros servicios de inteligencia le saqué la información precisa que permita diseñar una estrategia específica contra él.
Y podemos aproximarnos a la crítica de las vacunas desde dos perspectivas. Una desmontando la base teórica en la que se apoya: la teoría microbiana y el concepto de sistema inmunitario desarrollado por la medicina oficial. Pero de ellos nos ocuparemos en el próximo artículo donde tendremos oportunidad de comprobar que las vacunas carecen del más elemental sentido biológico a pesar de que ha sido impuestas con el falso argumento de que sirvieron para erradicar las enfermedades y acabar con las epidemias. Ahora vamos a adoptar la segunda perspectiva que es la de analizar sus efectos negativos y poner al descubierto las mentiras sobre su efectividad que comienza en el origen mismo de las vacunas de la mano como no de Pasteur.
El mismísimo Robert Koch, en un trabajo publicado en 1881 sobre el ántrax, criticó las investigaciones de Pasteur y le acusó de falsear los resultados de sus experimentos de vacunación.
¿A qué se refería. Pasteur llevó a cabo un experimento que ha pasado a la historia como la demostración definitiva de que el organismo es capaz de inmunizarse contra una enfermedad si recibe el microbio causante debilitado . Los días cinco y 17 mayo 1881 inoculó a 25 de 50 carneros una vacuna contra el ántrax que consistía en bacilos atenuados; unos días después, el 31 mayo, inyectó a los 50 carneros bacilos virulentos prediciendo que los no vacunados morirían a diferencia de los vacunados que estaban protegidos. Dos días después en un teatral escenario abarrotado de granjeros, periodistas y científicos, se constató el éxito total: entre los no vacunados habia 23 carneros muertos y dos moribundos mientras los 25 vacunados habían sobrevivido.


Hasta aquí la historia tal como la cuentan los manuales, los libros de texto y Wiki pedía en Internet. Sólo que hay otras fuentes de información menos conocidas que permiten conocer una verdad muy diferente de lo acontecido. Es el caso del libro de H.J. Hudson "la gran tradición: fraude en la ciencia" o los artículos del médico higienista Eneko Landaburu (disponibles en numerosas páginas de Internet).
Apenas un año después del milagro Pasteur comenzó a recibir informes de numerosos pueblos de Francia y Hungría en los que habían utilizado su vacuna pero las ovejas vacunadas morían por millares.
Y lo mismo ocurrió en otros países en los que se intentó reproducir su experiencia: Italia, Alemania, Rusia, Argentina... ¿qué había sucedido se sabría dos años después cuando Pasteur declaró en la academia de ciencias que la vacunas llevaban un activador. En otras palabras, un veneno (a base de bicromato potásico) que había destruido los bacilos inoculados en los carneros vacunados y por eso habían logrado sobrevivir.

Hoy sabemos que no es cierto que las vacunas hayan erradicado enfermedad alguna.
Estudio rigurosos demuestran que los momentos álgidos del bajadas de intensidad o desaparición de epidemias como la viruela, la difteria, la tuberculosis o la rubéola estaban relacionadas con cambios en las condiciones de vida y no con la introducción o no de vacunas (para una exposición más detallada con numerosos ejemplos y bibliografía entre en
http://saludypoder.blogspot.com/2010/02/puntualizando-sobre-vacunas-y-salud.html)

es más, un amplio movimiento social-en el que participan numerosos médicos-advierte actualmente de los graves problemas de salud que causan las vacunas. Entre ellos, encefalitis, meningitis, neumonía, tetraplejia, epilepsia, poliomielitis, insuficiencia renal, parálisis cerebral, ceguera, un reumatismo articular, adenopatía, convulsiones, osteomielitis, cólera, alteraciones de cromosomas, enfermedades genéticas y malformaciones.
Cabe agregar que las vacunas han contribuido poderosamente a reforzar la irresponsabilidad de las personas ante su salud haciéndoles dependientes de las grandes multinacionales farmacéuticas además de asentar un sistema sanitario aberrante que no sólo no soluciona los problemas de salud de la población sino que desde hace muchos años los agrava cuando no los crea.
Otra fase en la guerra contra los microbios.




Pero volvamos de nuevo la vista atrás. Cuando los bacteriologos pasteurizados tuvieron dificultades para encontrar nuevas bacterias a las que atribuir enfermedades empezaron a pensar que quizás hubiese microbios más pequeños que no podían ver ni siquiera con el microscopio óptico. Así que decidieron resucitar un término acuñado a finales del siglo XIV para referirse a posibles entidades invisibles venenosas: los virus.
Unos microbios que en principio se pensó podría ser de naturaleza líquida-y por eso se les denominó "contagium vivum fluidum"-aunque posteriormente se determinaría que se trata de partículas.
El caso es que hasta la invención en 1931 de la microscopia electrónica los virus fueron pura conjetura. Resulta que en 1884 el microbiólogo Charles Chamberland había inventado un filtro que permitian retener las bacterias contenidas en un suero y pensó que todos los agentes infecciosos eran retenidos en el, pero algunos investigadores llegaron a la conclusión de que había "agentes filtrables", microbios que lograban traspasarlo y se mantenían en suero. De ahí que dedujeran que debía haber "mini bacterias o ultra virus".
No sería sin embargo hasta la invención por Ernst Ruska y Max Knoll del microscopio electrónico cuando se les pudo ver por primera vez... y de inmediato se les comenzó a culpar de nuevas enfermedades. Comenzaría así una nueva fase en la guerra contra los microbios surgiendo una nueva estirpe de cazadores: "los virólogos".
Bueno, pues seamos pragmáticos y tomemos como ejemplo el caso de la poliomielitis, primera enfermedad que se demostró estaba causada por un virus, para mostrar hasta qué punto la virología está dominada por el dogmatismo, las ideas preconcebidas y los intereses de las multinacionales y los grupos de poder.
Pero antes hagamos un breve repaso, de nuevo con ayuda del profesor Sandin sobre el papel que los virus tienen en la red de la vida: "Hay entre 5,25 veces más virus que bacterias!"-Explicó Sandin en el reportaje ¿"realmente son las bacterias y virus responsables de la mayoría de las enfermedades" que apareció en el número 125 de esta revista.
Vivimos en suma inmersos en un mar de bacterias y virus que insisto, son esenciales para el funcionamiento de la vida,.


Poca gente conoce que los virus que existen en el mar en cifras astronómicas controlan la base de la pirámide trófica, son un reservorio de información genética, intervienen en procesos bio geo químicos entre los que está la contribución a la nucleación de las nubes, que el genoma de los seres vivos está formado por una suma de genes bacterianos y genes virales. Y menos aún sabe que cuando se secuencia  el genoma humano lo que en realidad se secuencien pues sólo la parte codificante de las proteínas y eso es sólo el 1,5% del genoma en el que se han identificado cientos de secuencias de origen bacteriano y miles de elementos móviles y retrovirus endógenos enteros y fragmentarios. El resto, el otro 98,5%, son elementos móviles, virus endógenos, Exones, secuencias repetidas... todo de origen viral. Y todo ello lleva a una singular conclusión: son los virus y las bacterias los arquitectos de la vida!".

El ejemplo de la poliomielitis.
En suma, la poliomielitis-palabra de origen griego que significa médula gris-se caracteriza por la inflamación de la médula espinal y por afectar a las neuronas motoras produciendo parálisis, en casos graves la muerte. Y al dar lugar a finales del siglo XIX auténticas epidemias que afectaron principalmente a niños de clase media los bacteriólogo pasteurizados se lanzaron rápidamente a la búsqueda de la bacteria culpable. Sólo que como no encontraron ninguna resucitaron una vieja idea de los agentes filtrables, es decir, de los virus.
De hecho el ex presidente Teodoro Roosevelt decidió iniciar una guerra contra la polio porque acababa de verse el afectado por ella comenzando así una carrera cuya recompensa sería para quien la ganara la elevación a los altares de la ciencia (por no mencionar los sustanciosos beneficios de una vacuna que se comercializaría a escala planetaria) es más la poliomielitis llegó a ser incluida en la ley de salud pública como "enfermedad infecciosa" siguiendo criterios como el de B.Sach:
"en general, que cualquier enfermedad se produzca de forma epidémica es suficiente para probar su carácter infeccioso o contagioso".

Sin comentarios.
Obviamente la inclusión de la poliomielitis como enfermedad infecciosa implicaba que la investigación, descartadas las bacterias, quedaba ya exclusivamente en manos de los virólogos.
Y los virólogos como su propio nombre indica se dedican a cazar virus. De modo que en 1909 se produjo otro de esos hitos en la historia de la medicina: nada menos que la primera vez que se demostró que una enfermedad estaba causada por un virus
¿y en qué consistió esa demostración.

Sencillamente Karl Lansteiner y Erwin Popper partieron de la base de que puesto que los virus eran elementos muy pequeños filtrando en suero de un enfermo y retirando todas las posibles bacterias lo que quedaba tenía que ser el agente culpable. A cualquiera se le ocurriría oír plantearse la posibilidad de que otras partículas igual de pequeñas permanecerián allí pero estos grandes científicos no sólo no lo consideraron así , sino que se referían a este suero como "virus aislado".
La presunta identificación del virus culpable no se produciría hasta casi 40 años después en 1948 Gilbert Dalldorf y Grace Sickles del departamento de salud de Nueva York encontraron en heces de niños enfermos un "agente filtrable no identificado" al que posteriormente se denominaría poliovirus.
Nadie pudo explicar cómo un habitante habitual de nuestros intestinos lograba llegar a la columna vertebral y atacar los tejidos nerviosos del cerebro pero se decidió pasar por alto ese detalle y comenzó una competición para encontrar la vacuna algo que dirían haber logrado Jonas Salk-de la escuela de medicina de la Universidad de Pittsburgh- y Albert Sabin-investigador del Instituto para la investigación médica, organismo propiedad... D. Rockefeller.
Evidentemente el hallazgo de Dalldorf y Sickles fue providencial para los buscadores de vacunas ya que hasta ese momento se habían dedicado a cultivar el virus a base de inyectar a decenas de miles de monos y chimpancés. De hecho el enorme retraso en la investigación a pesar de los millonarios fondos invertidos se debe a que se centraron en experimentar con los monos aun cuando estaban observando que el curso de la enfermedad era diferente a la del ser humano. Y miles de monos fueron sacrificados en la mesa de vivisección en nombre de la ciencia. De hecho habían calculado que, de encontrarse una vacuna, inyectarla a la población de Estados Unidos, exigiría sacrificar a 50.000 monos.

El primero en conseguir una vacuna fue Salk a partir de las heces de tres niños que ¡ no estaban enfermos! Pero al parecer eso tampoco era relevante. Sin embargo a punto de lanzar la vacuna si encontraron algo preocupante: tres variantes del supuesto polio virus en intestinos de enfermos. Y eso implicaba que una vacuna fabricada a partir de uno de ellos no protegería enteramente de la enfermedad. Hasta donde he podido investigar ese escollo lo salvaron sencillamente ¡olvidándose del tema! Más adelante la vacuna de Sabin se presentaría como trivalente, es decir afirmando que protegía de las tres variantes del virus.
Entretanto los buscadores de vacunas montaron un nuevo desastre: para producir cantidades importantes de virus de modo barato divisaron células cancerosas de una paciente llamada Henrietta Lacks muerta en 1951. En poco tiempo 600.000 cultivos de esas células se hallaban repartidos por todo el país siendo utilizados para todo tipo de investigaciones y experimentos. Obviamente se temio que las vacunas estuvieran contaminadas con elementos cancerígenos pero su fabricación no se detuvo por eso.
En 1954 Salk probaría su vacuna en 400.000 niños norteamericanos y "sólo" 112 enfermaron de polio a los pocos meses de recibir tres dosis.
Sin embargo Salk no contabilizó a los que enfermaron con menos de tres dosis o dentro de las dos primeras semanas tras la tercera dosis.
A todos ellos les consideró no vacunados alterando así completamente los resultados de la prueba. Realmente un digno discípulo de Pasteur.

La conclusión oficial de su informe fue que la vacuna ofrecía una protección de entre el 30 y el 90% pero públicamente se anunció como un gran éxito y el 12 abril 1955 la fundación nacional para la parálisis infantil la declaraba totalmente segura afirmando además que ofrecía protección total contra la polio.
Salk recibió la medalla del Congreso de manos del entonces presidente Eisenhower y seis fabricantes lanzaron al mercado las 27 millones de dosis que tenían preparadas a la espera de obtener la aprobación confiando en las presiones de la fundación.
Dos semanas después de iniciarse la vacunación se registraron 260 casos de niños con polio de los que 11 murieron con lo que el cirujano general de Estados Unidos suspendió de inmediato la vacunación en todo el país y convocó una reunión urgente con Salk y los fabricantes. Éstos le aseguraron que todo estaba controlado y que las próximas dos y serían seguras. Sabin el competidor de Salk , propuso la paralización total de las vacunaciones pero éste tenía buenos contactos en puestos de poder claves y la campaña se reanudó a pesar de las advertencias de John Enders -que había recibido el Premio Nobel en 1949 por cultivar el virus en tejidos humanos-sobre posibles agentes no detectados en la vacuna.
La epidemia se agudizaría.
Sólo en Boston aparecieron 2000 casos a los cuatro meses de reanudarse las vacunaciones cuando en los años anteriores no se había superado nunca la cifra de 300 casos.
En Nueva York y Conneticut se logró asimismo el número de casos y en Vermont se triplicó.
En Massachusetts el 77,5% de los casos de parálisis habían recibido tres o más dosis de la vacuna.
En Canadá decidieron finalmente suspender las vacunaciones-en Otawa los casos habían aumentado un 700%-al igual que en varios países europeos. En 1957 la mitad de quienes sufrieron polio en Estados Unidos ¡estaban vacunados!. De hecho en los cinco estados donde se pusieron en marcha las campañas más compulsivas de vacunación el aumento de casos fue de un 400%.

Finalmente cuatro de las compañías fabricantes se retiraron del mercado ante el estrepitoso fracaso y el temor de posibles demandas legales por los afectados.
¡La vacuna funciona!
Sin embargo de repente en esa atmósfera  decreciente de descrédito la epidemia comenzó a ceder. En poco tiempo los casos descendieron... ¡hasta cero! ¿Qué había sucedido.
Había por fin funcionado la vacuna ¡desde luego así fue como se anunció en grandes titulares y como puede verse oír en cualquier enciclopedia o manual. Sin embargo investigaciones críticas desvelan otra historia muy distinta, casi espeluznante.
La vacuna no sólo no funcionó sino que se había convertido ¡en la primera causa de parálisis en niños y adultos!
"Utilizar las vacunas de Salk o Sabin incrementará la posibilidad de que su hijo contraiga la enfermedad. Parece que la forma más efectiva de proteger a su hijo de la polio es asegurarse de que no se pone la vacuna", manifestaría el doctor Robert Mendelson, presidente de la Federación nacional de salud y profesor de pediatría, salud comunitaria y medicina preventiva en la Universidad de Illinois es además de autor de varios libros sobre salud pública y vacunaciones, entre ellos "confesiones de un médico herético" y "la bomba de tiempo médica de la inmunización contra las enfermedades". Luego
¿por qué descendieron entonces los casos de polio.

En primer lugar porque los centros para el control de las enfermedades-de los que hablamos ampliamente en un artículo publicado en el número 128 de la revista-¡cambiaron los criterios de diagnóstico!.
Antes, si la sintomatología se presentaba durante 24 horas se diagnosticaba polio; a partir de ese momento para que así se determinara los síntomas tenían que persistir al menos ¡60 días!. Y encima se decidió que si los casos se producían dentro de los 30 días siguientes a la administración de la vacuna se consideraban ¡"preexistentes"!.
Por si fuera poco hasta ese momento una de las manifestaciones clínicas más significativas de la polio era la inflamación de la membrana del cerebro y los nervios
a partir de entonces eso se diagnosticaría como meningitis... incluso en presencia del polio virus.
¿El resultado que entre 1951 y 1960 se habían diagnosticado 70.083 casos de polio y ninguno de meningitis pero tras la entrada en vigor de los nuevos criterios se reportaron entre 1960 y 1980 sólo 589 casos de polio y 100.000 de meningitis!
El dato es tan brutal que no puede haber médico en el mundo que una vez constate por su cuenta que lo que aquí se dice es verdad no dude de todo lo que le han hecho creer no ya sobre la vacuna de la poliomielitis sino sobre cualquier vacuna.
Agregaremos en los pacientes con los síntomas de parálisis típicos de la polio serían diagnosticados a partir de entonces provisionalmente como parálisis fláccida aguda en espera de las pruebas para detectar el polio virus.
Lo curioso es que a partir de ese momento la mayoría daba negativo a los tests: es decir que el virus culpable no aparecía.

El sentido común en suma apuntaba que había que revisar la teoría viral de la poliomielitis y buscar otras causas pero lo que se hizo fue utilizar la estrategia como demostración de que la vacuna funcionaba puesto que ya no se diagnosticaban casos de polio.
Es más la desfachatez llegó al extremo de que como en las estadísticas no se daban datos de la parálisis fláccida aguda eso se interpretó como que no había ningún caso.
Supongo que a estas alturas al lector no le sorprenderá saber que antes de la introducción de la vacuna la fundación nacional para la parálisis infantil pagaba 25 $ a los médicos por cada diagnóstico de esa enfermedad pero que tras la implantación de la vacuna las directrices fueron en sentido contrario.
Ni de sorprenderá saber que la mayor parte de los médicos no informaron de las reacciones adversas de la vacuna.
La propia FDA terminaría admitiendo que el 90% de los casos de reacciones adversas a la vacuna no se habían comunicado.

El doctor Bernard Greenberg un experto en bio estadística que presidió la Comisión de evaluación de la asociación de salud pública americana en los años 50 aseguraría en 1962 en una audiencia del Congreso que la reducción estadística de casos de polio se debió en realidad al cambio de los criterios utilizados para comunicarlos:
"antes de 1954 cualquier médico que diagnosticara poliomielitis estaba haciendo un favor al paciente a subvencionar de los costes de hospitalización... simplemente el cambio en los criterios de diagnóstico fue lo que te determinó el descenso de casos entre 1955 y 1957. Se usara o no la vacuna".

En otros países se utilizarían tácticas similares.
En China por ejemplo los casos de poliomielitis se convirtieron en casos de síndrome de Guillem Barre que es indistinguible de la parálisis considerada hasta ese momento síntoma de la polio.
En Alemania se arreglaron los criterios siguiendo el método de los CDC . Y así sucesivamente...

Al final si algún diagnosticado daba positivo al test se montaba de inmediato una campaña de vacunación a nivel estatal.
Y si volvían a aparecer casos, revacunación.

¿Le extraña que en el internacional Journal of Epidemiology apareciera un estudio de Kohler titulado “ inyecciones innecesarias asociadas con parálisis “  o que en la propia web de la Organización Mundial de la Salud apareciera un texto bajo el epígrafe de "12 millones de inyecciones al año, la mayoría innecesarias ¿.
La polio, efecto de un envenenamiento.
Mientras todo eso sucedía los médicos e investigadores que llevaban afirmando desde hacía 50 años que la polio se debía a un envenenamiento por insecticidas-en especial por el DDT-y otros tóxicos fueron sistemáticamente despreciados y silenciados.
Y eso que desde la más remota antigüedad existen informes de parálisis causadas por diferentes clases de venenos: arsénico, fósforo, monóxido de carbono, plomo, cianuro, anilina, benceno... de hecho se han tratado con éxito casos de poliomielitis mediante sustancias reductoras conocidas por su eficacia en anular venenos como el azul de metileno, el ácido ascorbico (vitamina C.) o del dimercaprol.
La verdad es que la polio se ha relacionado sistemáticamente con fumigaciones, el uso continuo cotidiano de DDT , la utilización de pesticidas en cultivos, ríos, bosques y calles e incluso con su lanzamiento por aviones o pulverizando con sprays a los niños. Asimismo se ha relacionado con inyecciones de antibióticos y con la extirpación de las amígdalas.
Y las reducciones de casos coincide-¡qué casualidad!-Con las retiradas de esos productos del mercado.






Coloquio sobre salud from Francisco Llinares on Vimeo.



Actualmente se afirma que la poliomielitis ha sido erradicadas en la mayor parte del planeta pero la verdad es que se conocen 45 términos derivados de la palabra  polio para describir los efectos del envenenamiento por pesticidas; entre ellos los de polio encéfalo malacia,  polioradiculoneuritis,  poliomalacia espinal o poliomielomalacia multifocal.
Visto lo visto, ¿no le parece vomitivo al lector que la Organización Mundial de la Salud mantenga aún programas de vacunación masiva contra la polio justo en los países en vías de desarrollo donde paralelamente hay programas para fumigar grandes extensiones de terreno con DDT?
 
Continua el mes que viene.     Jesús García Blanca.  Discovery Salud 129, jul 2010

LA GRIPE HA AUMENTADO 4 VECES DESDE QUE SE INICIARON LAS VACUNACIONES ....CONTRA LA GRIPE¡¡¡¡


articulo interesante que añade informacion pertinente:
http://eds.nireblog.com/post/2008/05/08/peligros-de-las-vacunas-e-intereses-creados


VACUNA PAPILOMA - EXPERIENCIAS DE NIÑAS AFECTADAS - JUAN DOMINGUEZ from PERE ARDEVOL on Vimeo.


According to the Centers for Disease Control and Prevention (CDC), "Immunity to a disease is achieved through the presence of antibodies to that disease in a person’s system."[i] This, in fact, is the main justification for using vaccines to "boost" immunity, and a primary focus of vaccine research and development.

And yet, newly publish research has revealed that in some cases no antibodies are required for immunity against some viruses.


Published in the journal Immunity in March, 2011, and titled, "B cell maintenance of subcapsular sinus macrophages protects against a fatal viral infection independent of adaptive immunity," researchers found that mice infected with vesicular stomatitis virus (VSV) can suffer fatal invasion of their central nervous system even in the presence of high concentrations of "neutralizing" antibodies against VSV.[ii]
The researchers found that while B-cells were essential for surviving a systemic VSV infection through the modulation of innate immunity, specifically macrophage behavior, the antibodies they produce as part of the adaptive immune response were "neither needed nor sufficient for protection." These findings, according to the study authors, "…contradict the current view that B cell-derived neutralizing antibodies are absolutely required to survive a primary cytopathic viral infection, such as that caused by VSV."
The discovery that antibodies are not required for protection against infection, while counterintuitive, is not novel. In fact, not only are antibodies not required for immunity, in some cases high levels are found in the presence of active, even lethal infections.  For example, high serum levels of antibodies against tetanus have been observed failing to confer protection against the disease.  A report from 1992 published in the journal Neurology found severe tetanus in immunized patients with high anti-tetanus titers, one of whom died as a result of the infection.[iii]
These research findings run diametrically opposed to currently held beliefs regarding the process by which we develop immunity against infectious challenges.  Presently, it is a commonly held view that during viral infections, innate immunity must activate adaptive responses in order to achieve effective immunity.  It is believed that this is why the immune system has developed a series of innate defenses, including complement, type I interferon, and other "stopgap measures," which work immediately to lower pathogen burden and "buy time" for the much slower adaptive immune response to develop.
This view, however, has been called into question by the new study:  "Although this concept may apply to other viral infections, our findings with VSV turn this view upside down, indicating that during a primary infection with this cytopathic virus, innate immunity can be sterilizing without adaptive immune contributions."
Does this strike a mortal blow to the antibody theory which underlies vaccinology, and constitutes the primary justification for the CDC's focus on using vaccines to "boost" immunity?
Indeed, in vaccinology, which is the science or method of vaccine development, vaccine effectiveness is often determined by the ability of a vaccine to increase antibody titers, even if this does not translate into real-world effectiveness, i.e. antibody-antigen matching.  In fact, regulatory agencies, such as the FDA, often approve vaccines based on their ability to raise antibody titers, also known as "vaccine efficacy," without requiring proof of vaccine effectiveness, as would seem logical.
The obvious problem with these criteria is that the use of vaccine adjuvants like mercury, aluminum hydroxide, mineral oil, etc.  – all of which are intrinsically toxic substances -- will increase antibody titers, without guaranteeing  they will neutralize the targeted antigen, i.e. antibody-antigen affinity.   To the contrary, many of these antibodies lack selectivity, and target self-structures, resulting in the loss of self-tolerance, i.e. autoimmunity.
Here is another way of understanding vaccine-induced antibody elevations….
antibody theory debunked
Introducing foreign pathogenic DNA, chemicals, metals, preservatives, etc., into the body through a syringe will generate a response not unlike kicking a beehive. The harder you kick that beehive, the greater will be the "efficacy" (i.e. elevated antibodies), but the actual affinity that these antibodies will have for the antigen (i.e. pathogen) of concern is in no way ensured; to the contrary, the immune response is likely to become misdirected, or disproportionate to the threat.
Also, valuable immune resources are wasted by generating "false flag" responses to threats which may not readily exist in the environment, e.g. there are over 200 forms of influenza A, B & C which can cause the symptoms associated with annual influenza A,* so the seasonal trivalent flu vaccine only takes care of little more than 1% of the possible vectors of infection - and often at the price of distracting resources away from real threats, as well as exhausting and/or damaging the entire immune apparatus.
It is clear that one can create a synthetic immune response through vaccination, but it is not likely to result in enhanced immunity, insofar as real-world effectiveness is concerned, which is the only true judge of whether a vaccine is valuable or not.  One might view the basic criteria used by vaccine researchers, namely, that generating elevated antibody titers proves the value of the vaccine, oppositely: proving the vaccine is causing harm to the body, especially that of the developing infant and child, by generating unnecessarily elevated antibodies by any means necessary, i.e. throwing the chemical and biological kitchen sink at the immune system, e.g. aluminum, phenol, diploid (aborted fetal) cells, peanut oil, pertactin, etc.
We leave the reader with a series of quotes addressing the inherent weaknesses of the antibody theory of immunity:
"Just because you give somebody a vaccine, and perhaps get an antibody reaction, doesn’t mean a thing. The only true antibodies, of course, are those you get naturally. What we’re doing [when we inject vaccines] is interfering with a very delicate mechanism that does its own thing. If nutrition is correct, it does it in the right way. Now if you insult a person in this way and try to trigger off something that nature looks after, you’re asking for all sorts of trouble, and we don’t believe it works."- Glen Dettman Ph.D, interviewed by Jay Patrick, and quoted in "The Great American Deception," Let’s Live, December 1976, p. 57.
"The fallacy of this (antibody theory) was exposed nearly 50 years ago, which is hardly recent. A report published by the Medical Research Council entitled 'A study of diphtheria in two areas of Gt. Britain, Special report series 272, HMSO 1950 demonstrated that many of the diphtheria patients had high levels of circulating antibodies, whereas many of the contacts who remained perfectly well had low antibody." - Magda Taylor, Informed Parent
"Human trials generally correlate "antibody" responses with protection - that is if the body produces antibodies (proteins) which bind to vaccine components, then it must be working and safe. Yet Dr March says antibody response is generally a poor measure of protection and no indicator at all of safety. "Particularly for viral diseases, the 'cellular' immune response is all important, and antibody levels and protection are totally unconnected."- Private Eye 24/1/2002
"Whenever we read vaccine papers the MD researchers always assume that if there are high antibody levels after vaccination, then there is immunity (immunogencity). But are antibody levels and immunity the same?  No! Antibody levels are not the same as IMMUNITY. The recent MUMPS vaccine fiasco in Switzerland has re-emphasized this point. Three mumps vaccines-Rubini, Jeryl-Lynn and Urabe (the one withdrawn because it caused encephalitis) all produced excellent antibody levels but those vaccinated with the Rubini strain had the same attack rate as those not vaccinated at all, there were some who said that it actually caused outbreaks. Ref: Schegal M et al Comparative efficacy of three mumps vaccines during disease outbreak in Switzerland: cohort study. BMJ, 1999; 319:352-3."- Ted Koren DC

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